Monday, 31 December 2012

Briton who fought against Franco's fascists dies, aged 94

International Brigades member was the last British-based survivor of Spanish Civil War

Sam Masters
Sunday 23 December 2012 19:32 

Men of the British Battalion of the XV International Brigade in Spain in the Civil War, 1937




The last surviving British-based member of the International Brigades, who fought General Franco's fascists in the Spanish Civil War, has died aged 94.

David Lomon was a 19-year-old rag-and-bone man in east London when he decided to join around 2,500 others from the British Isles in volunteering to fight for the left-wing Republican forces in Spain. Born into a Jewish family in the working class borough of Hackney, he signed up for the International Brigades after clashing with Oswald Mosley's black shirts at the Battle of Cable Street in London's East End in 1936.

Like many others, Mr Lomon, then a member of the Young Communist League, had to be recruited in secret. He first visited an office in London before travelling to Paris to be tested for his "suitability" for the volunteer force. After passing tests he travelled across the Pyrenees Mountains into Spain by night, while avoiding border patrols and Franco's forces.


Over the course of the war some 35,000 men and women from around the world volunteered to fight Franco's fascists. They included the writers George Orwell and Laurie Lee, and the trade union leader Jack Jones.


Mr Lomon fought in the battle of Teruel and in the Aragon offensive, where republicans faced overwhelming odds. Franco's forces were equipped with 950 aeroplanes, 200 tanks and more than 100,000 troops provided by Mussolini.

But on 31 March 1938 he was captured and subjected to beatings by guards, starvation rations and verminous conditions. Almost one in five of the hundreds captured did not survive. Eventually, he was freed after a prisoner-of-war exchange in 1938 for Italian captives held in Britain.

Mr Lomon served in the Royal Navy during the Second World War before returning to the textile industry and living in Bourne End, Buckinghamshire.

He continued to attend International Brigades ceremonies. In March last year he was present for the unveiling of a new plaque at the memorial to volunteers in Jubilee Gardens on London's South Bank.

"He was very modest and unassuming," said Jim Jump, secretary of the International Brigade Memorial Trust.

He added: "He had a conventional life when he returned. He was not the type to boast about what he did. He was a lovely man: very polite; a classic English gentleman."

Mr Lomon passed away in Slough, Berkshire, on Friday. His death leaves just one living British volunteer – Stan Hilton, who lives in a nursing home in Australia.

Wednesday, 5 December 2012

Al Alba !! NO olvidar 30 Sept !! Ultimos fusilados del Franquismo y todo el resto !!

No Olvidar !!

Mujeres en la Guerra civil

Mujeres en la Guerra civil


reff & Texto: José Carlos Velasco


Introducción
 
Cuando se concedió el voto a las mujeres en 1931, su concesión no se puede atribuir a la presión de los grupos sufragistas ni alas movilizaciones feministas tal como había ocurrido en Gran Bretaña y los Estados Unidos. La concesión de voto obedeció más bien a la revisión general de la legislación emprendida con el nuevo régimen. El texto de la Constitución estableció el principio de la igualdad de derechos en su articulo 25: "No podrán ser fundamento de privilegio jurídico: la naturaleza, el sexo, la filiación , la clase social, la riqueza, las ideas políticas, ni las creencias religiosas". partir de entonces, aunque la tradicional mentalidad que consideraba el mundo político ajeno a ellas perduro, las españolas gozaron de los mismos derechos políticos que los varones.
A pesar de sus derechos políticos fueron muy pocas las mujeres que se incorporaron de lleno al mundo de la política. La concesión del voto impulso un cierto reajuste ideológico respecto al rol político de la mujer y éste condujo al reconocimiento social de su intervención en la política.
A lo largo de los años de la Republica, la dinamización del asociacionismo femenino fue mayor. También se promovieron numerosas secciones femeninas de partidos políticos . Pero el denominador común de todas ellas fue su carácter subordinado en las estructuras del partido. Otras organizaciones de mujeres se vincularon con el movimiento obrero. Es el caso de "Mujeres contra la Guerra y el Fascismo" creada en 1933 por el Partido Comunista para coordinar la lucha antifascista y organizar el apoyo a la comunidad obrera de Asturias tras la represión de octubre.

Las mujeres en la guerra civil.

Durante la guerra civil es evidente que en la zona republicana se produjo un cambio inmediato en el trato recibido por las mujeres y que la guerra no sólo generó su discurso nuevo sino también una imagen distinta de la mujer. Las diferentes fuerzas políticas lanzaron constantemente llamadas de cara a su movilización. Oradoras como la Pasionaria (P.C.), Federica Montseny (C.N.T.-F.A.I) o las jóvenes Teresa Pamies y Aurora Arnáiz (J.S.U.) se dirigieron a las mujeres para la incorporación a la lucha antifascista.
Efectivamente, la imagen y la representación de las mujeres adquirieron dimensiones nuevas. Los numerosos carteles de propaganda puestos en circulación durante la guerra presentaron con mucho impacto la imagen innovadora de la miliciana guapa y joven, que, vestida de mono y cargando un fusil, marcha con paso decidido hacia los frentes de guerra. Junto a esta imagen heroica de la resistencia beligerante, contrasta la tradicional representación de la mujer victima del fascismo, la madre, defensora de sus hijos que reclama la solidaridad antifascista y desconsolada por la perdida de los suyos que insta a la participación en la lucha. En los primeros meses de guerra también se produjo una espectacular movilización de miles de mujeres hasta entonces aisladas de la dinámica socio-política del país participaron en la fortificación de barricadas, en el cuidado de los heridos, en la organización de asistencia en la retaguardia, en la realización de servicios auxiliares de la guerra, en la formación cultural y profesional, en la organización de talleres de costura, como también en el trabajo en los transportes o en las fabricas de municiones.

Las organizaciones femeninas: La Agrupación de Mujeres Antifascistas y Mujeres Libres

Las organizaciones antifascistas llegaron a aglutinar más de 60.000 afiliadas en más de 255 agrupaciones locales. La A.M.A. se representaba como única organización unitaria que representaba a las mujeres antifascistas de cualquier afiliación política y que reunía a mujeres comunistas, socialistas, republicanas y católicas vascas. Sin embargo cabe destacar que la conjunción socialista-comunista tuvo gran peso en la organización y que además el Partido Comunista de España tuvo gran incidencia en su dirección y orientación política, con La Pasionaria como presidenta. En general , los objetivos de estas organizaciones unitarias se centraron en la lucha antifascista, la defensa de la paz, de la cultura y de la libertad. Su discurso en torno a la mujer era poco innovador. Se articuló a partir de la ideología de la separación de las esferas y el papel social que ésta tenía como madre y responsable de la familia. De hecho, la A.M.A. se dirigió pocas veces a las mujeres como individuos con identidad propia. Mujeres Libres y el Secretariado Femenino del P.O.U.M. presentaron, por su parte, una identidad política más definida y, a diferencia de la A.M.A., ambas defendieron la necesidad de impulsar una dinámica de transformación revolucionaria en el marco de la lucha antifascista. Mujeres Libres ofrecía una identificación clara con el movimiento anarquista, pero manifestaba también originalidad de pensamiento. Abogaba por una estrategia de doble lucha: la social para alcanzar la transformación revolucionaria de la sociedad y la feminista para alcanzar la propia emancipación de las mujeres.

Las milicianas y las heroínas de la retaguardia

El perfil tipico de la miliciana es el de una mujer joven, con vínculos políticos, familiares o afectivos con sus compañeros de milicias. Actuaron motivadas por su conciencia política y social, sus motivaciones fueron el rechazo al fascismo, y la defensa de los derechos políticos y sociales adquiridos durante la Segunda Republica.
La contribución clave de las mujeres a la lucha antifascista se realizo en la retaguardia, la consigna acatada por las organizaciones femeninas fue " Hombres al frente, Mujeres al trabajo". La retórica utilizada incluso fue militarizada y se hablo de la incorporación de las mujeres a las "trincheras de producción" , en "brigadas de trabajo" para constituir la "vanguardia de la producción". Las mujeres representaron una reserva de mano de obra que permitió el mantenimiento de la producción. Hubo frecuentes quejas por parte de las mujeres antifascistas asi como de las mujeres anarquistas, por la falta de colaboración y la hostilidad masculina con que los hombres recibieron su incorporación a oficios calificados y a puestos de trabajo asalariado desempeñados hasta entonces por hombres.
Pero prevalecieron los trabajos de tipo asistencial, los de auxilio a los refugiados, heridos, huérfanos de guerra, etc. Organizaron guarderías para los hijos de las trabajadoras, escuelas para los niños refugiados y una extensa red de solidaridad y de apoyo a los numerosos refugiados. Y desempeñaron, por ultimo, un importante papel en la organización de la solidaridad antifascista a nivel nacional e internacional.

Las mujeres bajo el franquismo.

En el bando sublevado la labor fundamental también se realizo en la retaguardia bajo la dirección de la Sección Femenina de Falange, creada en 1934 como Sección de la Falange Española de las J.O.N.S., la S.F. tenia como objetivo fomento en las mujeres del espíritu nacionalsindicalista y por parte de éstas el apoyo a la Falange, su lema era" el fin esencial de la mujer, en su función humana, es servir de perfecto complemento al hombre, formando con él, individual o colectivamente, una perfecta unidad social.
El ideario político de la Sección Femenina se basaba en los parámetros del nacionalsindicalismo y en los valores tradicionales que evocaban la figura de la madre y de la esposa sumisa como prototipo femenino, desempeñaron una labor importante en las oficinas del Estado Mayor, en las cárceles, en las enfermerías y en los lavaderos de los frentes, organizaron talleres de costura. La Sección Femenina desarrollo secciones de protección a la madre y al niño, de auxilio al enfermo, de fomento del trabajo familiar y de la defensa de la vejez. Recaudaron fondos para la guerra y crearon talleres de confección de ropa para los soldados.

Thursday, 11 October 2012

bloody spain that has not changed seguimos en el limbo (Siete días de Enero)



La Matanza de Atocha de 1977 fue un atentado terrorista cometido por extremistas de derecha en el centro de Madrid la noche del 24 de enero de 1977, en el marco del llamado terrorismo tardofranquista. Cinco sindicalistas fueron asesinados, marcando la transición española iniciada tras la muerte del dictador Francisco Franco. Un comando ultraderechista penetró en un despacho de abogados en derecho laboral de Comisiones Obreras (CC OO) y militantes del Partido Comunista de España (PCE), situado en el número 55 de la calle de Atocha, abriendo fuego contra los allí presentes, matando a cinco personas y dejando cuatro heridos. El Tribunal que dictó sentencia el 4 de marzo de 1980 consideró que los procesados Francisco Albadalejo (secretario del Sindicato Vertical del Transporte Privado de Madrid y vinculado a FE de las JONS), José Fernández Cerrá, Carlos García Juliá y Leocadio Jiménez Caravaca constituían un "grupo activista e ideológico, defensor de una ideología política radicalizada y totalitaria, disconforme con el cambio institucional que se estaba operando en España". El fallo condenó a José Fernández Cerrá y Carlos García Juliá a un total de 193 años a cada uno de ellos, y a Francisco Albadalejo, a un total de 73 años. El periódico italiano Il Messaggero indicó en marzo de 1984 que neofascistas italianos habían participado en la matanza,1 tesis que fue respaldada en 1990, cuando un informe oficial italiano relató que Carlo Cicuttini, un neofascista italiano próximo a la organización Gladio (una red clandestina anti-comunista dirigida por la CIA), había participado en la matanza. Cicuttini había escapado a España donde adquirió la nacionalidad española, después del atentado de Peteano de 1972, hecho con Vincenzo Vinciguerra.2 En la actualidad hasta en 23 pueblos de la Comunidad de Madrid, existen calles y plazas, recordando a las víctimas de Atocha del número 55.3 Índice [ocultar] 1 El atentado 2 Legalización del PCE 3 Polémicas capturas 4 Filmografía 5 Véase también 6 Referencias 7 Enlaces externos El atentado[editar · editar fuente] Los terroristas, al parecer, iban en busca del dirigente comunista Joaquín Navarro, Secretario General del Sindicato de Transportes de CCOO en Madrid, convocante de unas huelgas anteriores que, en buena medida, desarticularon a la que llamaban mafia franquista del transporte. Al no encontrarle, ya que había salido un poco antes, decidieron matar a los presentes, concretamente dos jóvenes con armas de fuego, después de llamar al timbre del piso entre las 22:30 y 22:45 horas. Con ellos iba una tercera persona, encargada de cortar los cables del teléfono y registrar los despachos. En la misma noche, personas desconocidas asaltaron también un despacho del sindicato UGT, que se hallaba vacío. Como consecuencia de los disparos resultaron muertos los abogados laboralistas Enrique Valdevira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz y Francisco Javier Sauquillo Pérez del Arco; el estudiante de derecho Serafín Holgado de Antonio; y el administrativo Ángel Rodríguez Leal. Resultaron gravemente heridos Miguel Sarabia Gil, Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, Luis Ramos Pardo y Dolores González Ruiz, casada con Sauquillo. Legalización del PCE[editar · editar fuente] Calle de Atocha en Madrid. El PCE seguía siendo ilegal. El secretario general del partido comunista, Santiago Carrillo, había regresado del exilio en febrero de 1976 clandestinamente. Sin embargo hizo acto de presencia para forzar el reconocimiento y legalización del PCE. En los dos días anteriores habían muerto otras dos personas relacionadas con movimientos de izquierdas, una a manos de la misma Triple A y otra por un bote de humo lanzado por la policía a corta distancia durante una manifestación en protesta por la muerte del primero. Debido a todo ello, se temía una reacción violenta que ayudase a desestabilizar aún más la transición política. Al entierro asistieron más de cien mil personas, la primera manifestación multitudinaria de la izquierda después de la muerte del dictador Franco, y transcurrió sin incidentes. Le siguieron importantes huelgas y muestras de solidaridad en todo el país, además de un paro nacional de trabajadores el día después del atentado. En estas muestras de fuerza se da la paradoja que las fuerzas de seguridad incluso protegen a los miembros de un partido ilegalizado, contribuyendo en buena medida, incluso algunos lo consideran como el momento decisivo, para la legalización del partido después. En abril, tres meses después, la legalización se oficializa durante el día conocido como Sábado Santo Rojo, por ser durante el sábado de la Semana Santa, festividad católica para así aprovechar y mitigar parte de la oposición política y militar en vacaciones. En febrero el gobierno de Adolfo Suárez ya habían comenzado a legalizar otros partidos como el PSOE o el PNV. La Matanza de Atocha es quizás el clímax o el momento más grave de los distintos sucesos violentos que van sucediéndose, poniendo en peligro un cambio político y social en el país, con atentados del grupo terrorista vasco ETA (responsable de 28 muertos en 1977), el maoísta GRAPO (en el mismo mes responsable de la muerte de dos guardias civiles y un policía nacional) o por ejemplo de otras organizaciones como el Movimiento Para la Autonomía e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC). En junio se convocan las primeras elecciones generales democráticas posteriores a la dictadura franquista, en un ambiente de gran efervescencia o inquietud social y político que a muchos les recordó la proclamación de la Segunda República en 1931.4 Polémicas capturas[editar · editar fuente] Los asesinos, creyéndose bien amparados por sus contactos políticos, no se tomaron la molestia en huir de Madrid. Desconocían que para el gobierno era una prioridad capturarlos, de tal modo que se confiase en el proceso de transición democrático. En pocos días, la Policía Armada detuvo a José Fernández Cerrá, Carlos García Juliá y Fernando Lerdo de Tejada en calidad de autores materiales de los hechos, y a Francisco Albadalejo Corredera -secretario provincial del Sindicato Vertical del transporte, estrechamente vinculado con la mafia del transporte- como autor intelectual. También fueron detenidos Leocadio Jiménez Caravaca y Simón Ramón Fernández Palacios, excombatientes de la División Azul, por suministrar las armas, y Gloria Herguedas, novia de Cerrá, como cómplice. Durante el juicio se llamó a declarar a conocidos dirigentes de la extrema derecha, como Blas Piñar y Mariano Sánchez Covisa. Sin embargo los propios agentes declinaron cobrar la recompensa por su captura. No obstante, hubo dudas y polémica de si no habría alguien con una mayor responsabilidad en los atentados. El juez de la Audiencia Nacional encargado del caso, Rafael Gómez Chaparro, se negó a investigar más allá de los encausados comentados. La fuga de Lerdo de Tejada, que continúa en paradero desconocido a pesar que su delito prescribió en 1997, antes del juicio durante un extraño permiso penitenciario por Semana Santa que Gómez Chaparro le concedió en abril de 1979, contribuyó a profundizar estas dudas que han perdurado hasta la actualidad. Además, Simón Ramón Fernández Palacios, falleció el 23 de enero de 1979. La mayoría de los criminales estaban próximos a Fuerza Nueva y otras organizaciones políticas de extrema derecha. La Audiencia Nacional condenó a los acusados a un total de 464 años de cárcel. José Fernández Cerdá y a Carlos García Juliá, autores materiales de los hechos a 193 años de prisión cada uno; 63 años a Francisco Albadalejo Corredero (fallecido en prisión en 1985); 4 años a Leocadio Jiménez Caravaca (fallecido en 1985 de cáncer de laringe), y a Gloria Herguedas Herrando, a un año. Uno de los heridos, Miguel Ángel Sarabia, comentaba al respecto en el 2005: Aunque ahora parezca poca cosa, el juicio de los asesinos de Atocha, en 1980 -pese a la arrogancia de los acusados, con camisa azul y muchos asistentes, también de uniforme-, fue la primera vez que la extrema derecha fue sentada en el banquillo, juzgada y condenada.3 García Juliá se fugó también 14 años después, al serle concedida la libertad condicional con todavía pendientes más de 3800 días o unos 10 años de prisión.5 Sería detenido a los dos años en Bolivia, esta vez por narcotráfico, y allí permanece en prisión, requerido por las autoridades judiciales españolas. Fernández Cerrá puesto en libertad tras 15 años en la cárcel, algunos lo sitúan trabajando en una empresa de seguridad.5 Jaime Sartorius, abogado de la acusación particular, declararía años después: Faltan las cabezas pensantes. No nos dejaron investigar. Para nosotros, las investigaciones apuntaban hacia los servicios secretos, pero sólo apuntaban. Con esto no quiero decir nada.5 Después de las revelaciones del primer ministro italiano Giulio Andreotti en octubre de 1990 acerca de la red Gladio, una organización secreta anticomunista durante la guerra fría, un reporte del CESIS italiano informaba que Carlo Cicuttini había participado a la matanza de Atocha.2 El 11 de enero de 2002, el Consejo de Ministros concedió la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort a los tres abogados y el estudiante fallecidos, mientras que a Ángel Rodríguez Leal, en tanto que administrativo, se le otorgó la Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort. Esta condecoración es la más alta distinción con la que se reconoce en la Justicia de España a quienes han destacado a lo largo de su vida por sus méritos profesionales y humanos al servicio del Derecho. En el mes de noviembre de 2005 fallece Luis Ramos, uno de los abogados heridos en el atentado. Sus amigos y la Fundación Abogados de Atocha le rinden un homenaje que se celebra en el Ateneo de Madrid el 14 de enero de 2006. Como lema del homenaje figuró la frase de Paul Eluard, Si el eco de su voz se debilita, pereceremos. Miguel Sarabia murió en Madrid el 20 de enero de 2007 tras una larga enfermedad.


 Siete días de enero, película del género dramático dirigida en 1979 por Juan Antonio Bardem, producida en España y Francia. Basada en la Matanza de Atocha del 24 de enero de 1977, durante la transición española. Durante su estreno, se encontró con problemas y amenazas de grupos de extrema derecha autodenominados como Cristo Rey. La película funciona a modo de documental, relatando los días de enero anteriores y posteriores al atentado en Atocha y cuando, posteriormente, se realiza el juicio del grupo autoidentificado como Alianza Apostólica Anticomunista (Triple A). Sinopsis[editar · editar fuente] Día 22 de enero, una familia burguesa vinculada al franquismo, celebra la boda de uno de sus miembros. Durante la fiesta, se escuchan las discusiones preocupadas de militares y miembros de la iglesia católica, con discursos de tinte fascista. Mientras dos abogados, el matrimonio formado por Lola y Francisco Javier, entra en el portal de su despacho donde se encuentran con miembros de la policía, relacionados con la extrema derecha, atentos a la reunión de un grupo del sindicato de trabajadores para continuar o no con una huelga. Poco después Lola recibe una llamada amenazante dirigida a Joaquín Navarro, la cabeza visible de los trabajadores en la huelga. Día 23 de enero, en las calles de Madrid, utilizando algunas imágenes de archivo, hay una manifestación pro-amnistía de presos políticos mientras se celebra un entierro de Luis Pardo, acompañado de falangistas. Durante una carga policial, un estudiante cae abatido, Arturo Ruiz. En un bar se reúnen los tres policías anteriores, con jóvenes militantes de extrema derecha, para luchar contra la izquierda y sus continuas manifestaciones. Día 24 de enero, a grito de libertad, libertad se disuelve una huelga en una asamblea de trabajadores por un acuerdo con las patronales, con provocaciones de grupos de extrema derecha, cada vez más indignada, entre los que se encontraba Luis María. En una manifestación por la muerte de Arturo Ruiz muerto el día antes muere una estudiante universitaria, Maria Luz Najera de 21 años, alcanzada por un bote de humo de la policía antidisturbios. En el mismo día el grupo maoísta GRAPO, secuestra al Teniente General Villaescusa. En una conversación entre Luis María y su madre y luego en una reunión en su casa, se alienta y planifica el asesinato de los abogados de derecho laboral y de la figura de Joaquín Navarro. Finalmente Luis María y dos más armados, se dirigen al despacho situado en calle Atocha y esperan a que el último sindicalista salga, precisamente el último será Joaquín Navarro, e irrumpen en el piso acorralando a los abogados y a un administrativo contra la pared. Luis María se encarga de quedarse en las escaleras y vigilar que nadie interrumpa, mientras los otros dos disparan a los rehenes. Día 25 de enero, después de lo ocurrido, en un hospital uno de los abogados supervivientes relata a la policía todo lo ocurrido e identifica a uno de ellos, ya que iban a cara descubierta. Día 26 de enero, manifestación multitudinaria de más de 100.000 personas por el atentado, Luis María confiesa a su novia que ha cometido un servicio a España. Se vuelve al 24 de enero, cuando Joaquín Navarro y otros compañeros habían bajado ya de la reunión en el despacho de abogados y se encontraban en un bar, al escuchar el ruido de sirenas de la policía se encuentran con la matanza sucedida. Día 7 de febrero, comienzan las declaraciones, compareciendo Joaquín Navarro, los abogados supervivientes. Día 11 de febrero, se rescata al Teniente General Villaescusa, mientras la madre de Luis María y un amigo familiar ven la situación que se complica, el GRAPO y los patriotas de Atocha se están poniendo a la misma altura, como asesinos que están perdiendo apoyo público. Día 14 de febrero, uno de los policías habla a Luis María y otros relacionados con la matanza para que dejen el país hasta que la situación se pueda normalizar. En marzo, después de estar escondido Luis María en un chalet en la sierra, se va a un restaurante en Murcia invitado por militares para homenajearlo, pero se percata de que está siendo vigilado por la policía. Día 12 de marzo finalmente es detenido junto al resto de miembros que habían colaborado, e intentan organizarse para mostrar una coartada común en el juicio. Día 23 de marzo, comienza el juicio con la declaración de los imputados. Día 23 de octubre, los abogados supervivientes asisten a una rueda de reconocimiento donde se les identifica como los responsables. La película termina con imágenes reales del entierro multitudinario de los abogados. Premios[editar · editar fuente] Golden Prize en el Festival Internacional Cinematográfico de Moscú en 1979.

Saturday, 6 October 2012

Les deportades de Ravensbrück: Neus Català fa 100 anys


Les deportades de Ravensbrück: Neus Català fa 100 anys





Fa quatre anys l'Amical de Ravensbrück va organitzar un homenatge a les deportades al camp de concentració de Ravensbrück, amb motiu del 20è aniversari de Montserrat Roig, l'autora del llibre Els catalans als camps nazis que ens va mostrar que les dones també van patir les atrocitats de l'holocaust. Ravensbrück (Alemanya) va ser el camp de concentració per a dones més gran durant el nazisme. Aleshores, amb Montserrat Roig, la protagonista va ser Neus Català, supervivent d'aquest camp.

El lloc triat va ser a la plaça del Rei. Un lloc recollit, que va permetre una certa intimitat per homenatjar les supervivents i recordar les víctimes catalanes i espanyoles que hi van deixar la vida per defensar la República i la llibertat. Al llarg de l'acte van ser dits en veu alta tots i cadascun dels noms d'aquestes dones que van viure l'horror de la deportació, acompanyats de la música de Josep Tero, Marina Rossell, Hevia i Paco Ibáñez.

Avui, 6 d'octubre de 2015, Neus Català (Els Guiamets, Priorat, 1915) fa 100 anys i amb la seva presència i la seva lluita contra el nazisme i el feixisme manté viva la llumeta que ens recorda l'extermini sistemàtic que el nazisme va exercir sobre 6 milions de jueus i centenars de milers d'homosexuals, gitanos, eslaus i d'opositors al règim de Hitler. És l'última supervivent de Ravensbrück i el 2015 ha estat declarat "Any Neus Català" per la Generalitat de Catalunya.

Fruit dels treballs al voltant d'aquest aniversari és el vídeo realitzat per l'Institut Català de les Dones. Un viatge en imatges per la vida de Neus Català, elaborat per l'historiador Jordi Alguer.




El passat 27 de desembre, la directora de la l’Institut Català de les Dones, Núria Balada, i l’alcalde dels Guiamets, Miquel Perelló, van presidit l’acte de cloenda de l’Any Neus Català, on es va donar a conèixer aquest vídeo i va ser inaugurada en el seu poble natal l’escultura Solidaritat, que representa una cadena de mans que vol ser un monument a la lluita i a la solidaritat que permeten travessar murs impossibles, segons explica la seva creadora, l’escultora Ció Abelló.


Inauguració a Els Guiamets de l'escultura de Ció Abelló
dedicada a Neus Català





Entrevista de Montserrat Roig a Neus Català en el programa
Protagonistes, emès per TVE l'1 de gener de 1978



Publicat per Enric H. March
Etiquetes de comentaris: holocaust , lager , Montserrat Roig , nazisme , Neus Català ,Ravensbrück , shoà , vídeo

Sunday, 26 August 2012

The farewell to the international brigades

In memoriam International Brigades

The farewell to the international brigades:
"It is very difficult to say a few words in farewell to the heroes of the International Brigades, because of what they are and what they represent. A feeling of sorrow, an infinite grief catches our throat - sorrow for those who are going away, for the soldiers of the highest ideal of human redemption, exiles from their countries, persecuted by the tyrants of all peoples - grief for those who will stay here forever mingled with the Spanish soil, in the very depth of our heart, hallowed by our feeling of eternal gratitude.
From all peoples, from all races, you came to us like brothers, like sons of immortal Spain; and in the hardest days of the war, when the capital of the Spanish Republic was threatened, it was you, gallant comrades of the International Brigades, who helped save the city with your fighting enthusiasm, your heroism and your spirit of sacrifice. - And Jarama and Guadalajara, Brunete and Belchite, Levante and the Ebro, in immortal verses sing of the courage, the sacrifice, the daring, th discipline of the men of the International Brigades.
For the first time in the history of the peoples' struggles, there was the spectacle, breath­taking in its grandeur, of the formation of International Brigades to help save a threatened country's freedom and independence - the freedom and independence of our Spanish land.
Communists, Socialists, Anarchists, Republicans - men of different colors, differing ideology, antagonistic religions --- yet all profoundly loving liberty and justice, they came and offered themselves to us unconditionally.
They gave us everything --- their youth or their maturity; their science or their experience; their blood and their lives; their hopes and aspirations --- and they asked us for nothing. But yes, it must be said, they did want a post in battle, they aspired to the honor of dying for us.
Banners of Spain! Salute these many heroes! Be lowered to honor so many martyrs!"

Thursday, 26 July 2012

A tourist sadness Barcelona Mapping of the Civil War

Barcelona and the Spanish civil war
Walking through Barcelona it's easy to forget that great political passions were once played out in the streets. Take a tour of Spanish civil war sites with Stephen Burgen
Tale of two cities: La Rambla today, showing little sign of Barcelona's turbulent past. Photograph: Alamy


Stephen Burgen

Sunday 22 July 201200.04 BSTLast modified on Wednesday 21 May 201406.01
It is hard to imagine, standing at the top of La Rambla, in the multicoloured swirl of half-dressed tourists, Mexican hats and Gaudí paraphernalia, that it was here inBarcelona on 19 July 1936 that the opening shots were fired in what was to become the Spanish civil war. Harder still to picture the anarchists of the CNT (Confederación Nacional del Trabajo) union running a city that is now firmly under the thumb of dour Catalan nationalists, or to believe that what is soon to be a gigantic Apple store was once the Communist party HQ and was draped with vast portraits of Lenin and Stalin.

From that summer's day until it fell to Franco's forces on 26 January 1939, the city lived through the entire gamut of revolution, from the heady days of hope and people power through infighting, betrayal, aerial bombardment and eventual, crushing defeat. It was Barcelona's revolutionary fervour that, more than anything else, helped to inspire volunteers from across Europe and the Americas to join the International Brigades and fight for the Republican cause.

Curious, then, in a city that boasts 50 museums – among them museums dedicated variously to shoes, cannabis and erotica – that there is not one that commemorates either the triumphs or the sufferings of the civil war. This act of remembrance has been left to an Englishman, Nick Lloyd, who has been running a tour of the key sites and events of civil-war Barcelona for the past two and half years. The tours are in English and Spanish, and each lasts from two to three hours.

"The people who take the tour come from all over the world. If there's a common link, it's Orwell and anarchism. There are a lot more anarchists out there than you'd imagine," he says.

Nick, who hails from Stockport and makes a modest living from a combination of the tours and teaching, says the idea came from digging into the working-class history of the city he has called home for the past 22 years.

"I felt uncomfortable at first because it's a cliché – the Englishman talking about the civil war," he says. "I spent a long time debating whether to do the tours with Spanish people, but my Spanish friends told me not to be so stupid. Plus, I've lived here for 22 years, so when do you stop being foreign?"

I join the tour on a Friday evening along with 12 members of a local theatre company who are researching a play. Most of them are Spanish and they admit that they learned very little about the civil war at school. "Mostly just a list of dates," says one. "Your own history is the one you know least about," says another, who tells me later that the war was never discussed at home.

"It is a suffocating, hot day," Nick says as he begins to describe the events of 19 July. We are gathered on the south-east corner of Plaça Catalunya on what is also a suffocating, hot evening in July. Using the present tense is one of the ways in which Nick manages to conjure up a vision of a Barcelona wholly different from the city that fell in love with itself during the 1992 Olympics, before which it was a grey town divided between the poor in the old city and the rich up on the hill in Tibidabo.

He is describing the events of day one, at the hopeful start of the uprising. An English hen party in matching pink shrieks past as he describes the gun battles with the police and the column of CNT workers storming the barracks and seizing 30,000 weapons. He talks about the Olimpiada Popular organised in protest against the Olympic Games in Nazi Berlin. The alternative "Popular Olympics" attracted 6,000 athletes from 22 countries and were scheduled to open on the day that the uprising began.

"Imagine, the city was full of foreigners witnessing this revolution," Nick says. "About 300 stayed to fight and they were some of the first foreign volunteers, long before the International Brigades."

We move down La Rambla to the Hotel Continental, Orwell's elegant base in the city. Nearby a crowd gathers around a group of trileros (three-card conmen), one of La Rambla's modern hazards. Nick gets one of the actors to read a passage fromHomage to Catalonia in Spanish. "Waiters looked you in the face and treated you as an equal," Orwell wrote. "Servile and even ceremonial forms of speech had temporarily disappeared. Tipping had been forbidden; almost my first experience was receiving a lecture from a hotel manager for trying to tip a lift-boy."

Nick plays a revolutionary song on his iPad and the tour continues. I ask one of the Spaniards if she finds it strange, getting this history lesson from a Brit. "Not at all," she says. "Everyone knows that the English know more about the war than we do."


Plaça Sant Felip Neri, with shrapnel scars in the church wall. PR

This is partly thanks to writers such as Orwell and Laurie Lee, who fought in the civil war, along with some 2,000 Britons who served as volunteers in the International Brigades. Furthermore, until Franco's death in 1975, the only impartial accounts of the war were written by British historians.

Outside the church of Santa Maria del Pi Nick tells us that 7,000 clergy were killed by the rebels. He shows us photographs of desecrated tombs of saints and militiamen posing beside mummified relics. He doesn't romanticise the struggle or the violence. In the Plaça Sant Felip Neri he points to the pockmarked walls of the church and says that after the war the fascists spread the myth that these were the bullet holes that marked where the rebels shot priests. The truth is they are the shrapnel scars from two bombs dropped on the square by the Italian air force, killing 42 people, most of them children in a nursery school. We are now two hours into the tour, and shiny, commercial Barcelona is disappearing behind a vision of a dark and increasingly desperate place.

We return to La Rambla and the Hotel Rivoli, formerly the headquarters of the Marxist POUM party that Orwell joined. Nick explains as best he can the complex political divisions on the Republican side that led to the "May Events" in 1937, when pro-Stalinist and other forces killed hundreds of anarchists and their supporters in three days of internecine struggle, an event that profoundly shaped Orwell's views on totalitarianism and also marked the death of the Rosa de Foc, the fiery rose, as anarchist-run Barcelona was known.

The last stop of the tour is the Bar Llibertària, a co-op owned by CNT members in Raval whose walls are a celebration of Catalan anarchism, with original posters and photos as well as newspaper clippings from the Spanish civil war. Sergio, who runs the bar, insists that anarchism has never gone away. He says that Catalunya's particular brand of libertarian anarchism is alive and well in theindignado movement that has risen up in the past year, especially in Barcelona, in response to unemployment, corruption and growing social inequality.

"What happened in Barcelona in 1936 was completely different from what happened in the rest of Spain," Sergio says. "Catalans talk about the fet diferencial, the thing that makes them different from the Spanish. But it's not botifarra sausages or the Catalan language that sets them apart – it's anarchism. That's the real difference."
Essentials


Spanish Civil War Tours by appointment and every Saturday 10am-1pm. The tour lasts three hours and is for groups of between 3-8. Price €20 per person. For more information, go to iberianature.com

• This article was amended on 23 July. Due to an editing error, the original article wrongly said that the rich of Barcleona lived on the hill of Montjuïc. It should have said Tibidabo.

Wednesday, 27 June 2012

Friedrich Engels: Barcelona fou la ciutat amb més lluites de barricades durant el segle XIX


Barcelona al segle XIX. La ciutat insurecta

Segons Friedrich Engels, Barcelona fou la ciutat amb més lluites de barricades durant el segle XIX. Moltes de les seves revoltes a més, presenten anècdotes ben curioses com ara cavalls abatuts per armaris, avalots iniciats per borratxos o conspiracions gestades a les xocolateries.
Demà dimecres 8 de juny realitzaré la xerrada "Barcelona al segle XIX. La ciutat insurecta" Amb l'Associació Cultural Tot Història.
L'acte es farà a les 19:00 al Centre Cultural Nau Ivanow (Carrer Hondures nº28 de Barcelona).
Tenint en compte que molts de vosaltres m'heu manifestat la impossibilitat d'assistir a aquestes xerrades per viure fora de Barcelona i veient l'èxit en la retransmissió via internet de la ponència d'aquest dissabte a la Seu d'Urgell, he decidit retransmetre en directe sempre que pugui. És per això que he habilitat una pestanya a la part superior del bloc anomendada "En directe!". Allà hi haurà la pantalla on es retransmet i també els enllaços a les xerrades anteriors. Per cert! Per a qui no estigués al cas el dissabte, la xerrada anterior, per suposat, també es pot veure enllaçada en aquesta recent estrenada secció del bloc.
Segueixo insistint en la importància de difondre la història per totes les vies possibles i intentar arribar a tothom.

Pd: Com sempre, us avisaré dels possibles contratemps via twitter.

7 de juny 2011

Thursday, 14 June 2012

Matilde Landa: the women who chose death instead of Baptism

Matilde Landa, la mujer que prefirió la muerte al bautizo La dirigente del PCE se suicidó en el penal de Mallorca en septiembre de 1942 el día en el que el régimen franquista había organizado su conversión al catolicismo ALEJANDRO TORRÚS Madrid 18/08/2013 08:36 Actualizado: 18/08/2013 08:44 236 Comentarios 12345Media: 4.77Votos: 99 Aumentar fuente Disminuir fuente Vista de impresión Email Meneame Tuenti Facebook Matilde Landa. Matilde Landa. NOTICIAS RELACIONADAS Fallece Gervasio Puerta, el alma de la lucha antifranquista PSOE e Izquierda Plural piden al Gobierno desclasificar documentos "secretos" La columna minera que plantó cara a Queipo de Llano Matilde Landa prefirió la muerte. La dictadura franquista ofreció a la dirigente comunista mejoras en la alimentación de los hijos de las presas del penal de Mallorca a cambio de su bautismo y conversión al catolicismo. Matilde eligió sus principios. El 26 de septiembre de 1942, día que estaba prevista la ceremonia de bautismo, Landa se precipitó por la terraza hacia el patio interior de la prisión. Se suicidó. En los 45 minutos que duró la agonía de Landa, completamente inconsciente, las autoridades eclesiásticas de Illes Balears aprovecharon para bautizarla en articulo mortis. Minutos antes de su suicidio, Landa escribió una carta a su hija donde, de manera encubierta, se despedió de ella rogándole perdón. La ceremonia de su bautizo ya estaba preparada. "Hoy es el gran día, dicen. Doña Bárbara, otras señoras de Acción Católica y las monjitas andarán relamiéndose con el triunfo. El dolor del pecho no me deja pensar, Carmencilla; pero no creo que el aceite alcanforado alivie mi sufrimiento, porque otro dolor, más hondo, es el que me acucia (...)". "No puedo ver sin llorar los rostros de esos niños a los que amenazan con dejar sin leche si yo no me convierto -prosigue la misiva- Tú sabes, Camencilla, lo mucho que me preocupan los niños, los más desgraciados, con sus corazoncitos, tan sensibles y tan a merced de los caprichos de los mayores. No puedo, no puedo aceptarlo. Sería como prostituirme. Ay, esos niños... ¿Será lo mío un capricho? (...) Quien sobra soy yo. (...) Espero que me sigas queriendo y que te acuerdes de mí a pesar de lo que te cuenten, a pesar de lo que voy a hacer. Que tú, mi niña, mi chiquitina, y esos pobres niños me perdonéis", escribió Landa antes de su suicidio en una carta que recoge Antoni Tugores en la obra Víctimes invisibles. En esa misma misiva, Matilde Landa recordaba lo mucho que echaba de menos leer los versos que el poeta Miguel Hernández le había dedicado. Hernández y Landa se conocieron cuando, en 1938, la mujer formaba parte de la sección de información popular del subsecretariado de Propaganda del Gobierno Republicano y recorría la España republicana organizando conferencias para levantar la moral a los combatientes republicanos. ‘A Matilde' de Miguel "En la tierra castellana 
el castellano caía 
con la voz llena de España
 y la muerte de alegría.

 Para conseguir la libertad de sus hermanos
 caen en los barbechos los más nobles castellanos.

 No veré perdida España
 porque mi sangre no quiere.
 El fascismo de Alemania 
junto a las encinas muere.

 Para hacer cenizas la ambición de los tiranos 
caen en las trincheras los más nobles castellanos.

 Españoles de Castilla
 y castellanos de España
 un fusil a cada mano
 y a cada día una hazaña.

 Voy a combatir al alemán que nos da guerra
 hasta conquistar los horizontes de mi tierra". Eran los años en los que la popularidad de Matilde Landa crecía sin parar. Un año antes, en 1937, Matilde había sido voluntaria en el Socorro Rojo Internacional, donde colaboró en la evacuación de Málaga. Cuando estalló la Guerra, Landa se incorporó a las tareas sanitarias en un hospital de guerra de Madrid. El activista italiano Vittorio Vidali "Comandante Carlos" había señalado que si tuviera que escribir la historia de la Guerra Civil española bastaría con dos biografías: la de Antonio Machado y la Matilde. Condenada a muerte Con la victoria del ejército de Francisco Franco sobre la República, Matilde Landa se quedó en Madrid para reconstruir desde dentro el PCE. El 4 de abril de 1939 fue detenida mientras preparaba la huida de dos compañeros del partido. Tras ser sometida a un Consejo de Guerra, fue condenada a muerte. Antes, le habían ofrecido salir libre si renegaba públicamente del PCE. También se había negado. Condenada a muerte, Matilde ingresó en la cárcel de Ventas de Madrid, donde permanecían alrededor de 10.000 presas. Desde dentro, con el permiso de la directora de la prisión, compañera de la residencia de estudiantes, montó la llamada Oficina de Penadas, que se encontraba en su misma celda. Se trataba de una máquina de escribir en la que Matilde escribía recursos para que sus compañeras no fueran fusiladas una vez escuchados sus casos. En poco tiempo se convirtió en la reclusa más carismática. La joven comunista se había convertido en un símbolo de dignidad y resistencia para sus compañeras reclusas. Un amigo de la familia, cercano al régimen franquista, intercedió para que no fuera ejecutada. A cambio, el régimen la condenó a 30 años de prisión que debían cumplirse fuera de la península. Fue entonces cuando trasladaron a Landa a Mallorca. Era el mes de agosto de 1940. Landa se convirtió entonces en el objetivo propagandístico de la Iglesia balear. Su conversión al catolicismo sería una gran arma propagandística y minaría la moral de los vencidos. No bastaba con vencer. Había que humillar y convertir a los derrotados. Matilde fue apartada del resto de presos y sólo podía hablar con Bárbara Pons, de Acción Católica, quien se encargaba de que finalmente aceptara la conversión al catolicismo. Matilde Landa prefirió la muerte.


Friday, 6 April 2012

El regidor del PP de un pueblo de Ávila saca de su panteón los restos de 10 represaliados de la Guerra Civil para llevarlos a una fosa común.


REPORTAJE: MEMÓRIA HISTÓRICA


El alcalde reabre la herida

El regidor del PP de un pueblo de Ávila saca de su panteón los restos de 10 represaliados de la Guerra Civil para llevarlos a una fosa común.- La manifestación convocada hoy por miembros de la memoria histórica se salda con incidentes

AITOR RIVEIRO


7 AGO 2011

Ha costado décadas comenzar a cerrar las heridas que abrió la Guerra Civil y la posterior represión. El avance es demasiado lento para permitir frenazos, mucho menos retrocesos. Pero se producen. Una de esas heridas pareció cauterizarse en 2002; en la provincia de Ávila, en la curva del Esparragal, un paraje localizado en la Sierra de Gredos entre los pueblos de Candeleda y Poyales del Hoyo. En la noche del 29 de diciembre de 1936, tres mujeres fueron paseadas, ultrajadas y asesinadas allí. Sus cuerpos, abandonados primero y posteriormente sepultados en una fosa común en ese mismo lugar. Gracias al trabajo de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y de otros foros, Virtudes de la Puente Pérez (ejecutada con 53 años), Pilar Espinosa Carrasco (43 años) y Valeriana Granada (26 años y embarazada de varios meses) fueron exhumadas y enterradas en una tumba del cementerio municipal de Poyales. No fue fácil. La entonces alcaldesa, Damiana González, del PP, se opuso a ceder un espacio en el cementerio. La historia que se relata en el pueblo cuenta que un antepasado suyo fue el ejecutor. O al menos se jactó de ello durante muchos años.


El monolito que recordaba a las tres represaliadas fue profanado la misma noche del 22-M

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De la cuneta al cementerio tras 66 años
Más de 2.000 fosas comunes, solo 250 abiertas
El traslado de los restos de nueve represaliados del franquismo enfrenta a un pueblo de Ávila

Finalmente, las presiones surtieron efecto y el Consistorio cedió un espacio en el camposanto. No hay documentos oficiales que lo acrediten, pero el acto tuvo una gran repercusión mediática. Incluso The New York Timesrecogió el momento. Era la primera vez que un testigo directo de las ejecuciones asistía a una exhumación.

Obdulia murió hace dos años con la satisfacción de haber dado sepultura a su madre Virtudes tras décadas de convivir con sus asesinos y pasar al lado de donde intuía que estaba enterrada. Obdulia salvó la vida en aquella Navidad del 36 porque, en el último momento, los falangistas se apiadaron de ella y solo de ella: tenía 12 años, pero fue subida al mismo camión que las otras tres mujeres. Su nieto, Yash Paul Gosain (nacido en Reino Unido y residente temporal en España), rememora con los ojos húmedos las veces que llevó a su abuela desde Poyales a Candeleda y cómo la mujer se echaba a llorar cada vez que transitaban por la curva del Esparragal mientras musitaba: "¿Dónde estás, dónde estás?".

Si Obdulia viviera hoy, tendría que repetir aquella pregunta. El recién elegido alcalde del pueblo, Antonio Cerro (PP), decidió reabrir una herida ya cerrada. Con la potestad que le da su cargo, el pasado 30 de julio ordenó abrir el panteón, retirar los cuerpos que allí descansaban e inhumarlos de nuevo en la fosa común del propio cementerio. A escasos cinco metros. Sin el permiso de los descendientes que tanto habían luchado para que sus seres queridos descansaran en una tumba digna. Sin su presencia. Y sin ninguna referencia a sus nombres o las fechas en las que fueron asesinadas.

Los problemas alrededor del sepulcro de Virtudes, Pilar y Valeriana comenzaron a principio de este año. Otra herida en forma de fosa era cerrada en las proximidades del pueblo. Los restos mortales de otros siete represaliados fueron depositados a principios de año en la misma sepultura y sus nombres añadidos a la lápida. Una vez más, sin registro alguno. Nadie tomó la decisión y nadie la autorizó.

Esto no gustó a la nieta de Virtudes. Virtu decidió entonces desenterrar a su abuela y darle sepultura junto a su padre. Defiende que ella había pagado la lápida que cubría los restos de las tres mujeres, pero la sufragaron las tres familias, como confirman varios testimonios directos. Virtu ha sufrido mucho: su hijo, de 40 años, estuvo dos y medio en coma tras un accidente y nunca se recuperó del todo.

Su momento llegó el pasado 22 de mayo. Un amigo de su familia, Antonio Cerro, del PP, arrasó en las elecciones. Cerro recuerda por teléfono que Virtudes amenazó con reventar con sus propias manos la lápida y "rescatar" a su abuela. "Vino a mi despacho todos los días durante un mes". Y accedió. Pero fue más allá. Solicitó un informe a la Diputación que, asegura, le daba vía libre para hacer y deshacer a su antojo en el cementerio. Así que ordenó a los operarios sacar los 10 cadáveres, devolver a Virtudes los restos de su abuela y enterrar los otros nueve en la fosa común.

"Aprovecharon el momento. En agosto muchos no están en el pueblo. Al acto asistió la juez de paz suplente del pueblo porque la titular estaba de vacaciones", recuerda Gosain. La Guardia Civil no acudió, pese a estar avisada, según el alcalde. Sí lo hicieron Virtu y su marido y una descendiente de uno de los siete hombres inhumados allí a principios de año.

Hasta aquí, las versiones coinciden. Solo hasta aquí. Gosain asegura que el pasado 29 de julio la juez de paz suplente, Teresa Arroyo, le informó de que al día siguiente iban a abrir la tumba para sacar a Virtudes. "Y me preguntó si yo quería también mover a mi bisabuela. Yo le dije que no y me dijo que así sería". Esta afirmación la confirma un edicto que firmó el alcalde el pasado 22 de junio, apenas un mes después de las elecciones. Y a 11 días vista de la constitución del Consistorio. Sin embargo, desde el Ayuntamiento aseguran que sí se dio el consentimiento.

Gosain recuerda que fue el pasado domingo cuando la misma juez de paz suplente le contó lo sucedido. "Tu bisabuela está ahora en mejor sitio", le dijo.

El alcalde defiende su decisión. Acepta que la tomó con anterioridad a la exhumación pero que se reafirmó al ver las condiciones en las que estaban los restos: "Eso estaba lleno de agua". La tumba de su madre es la contigua. Cerro reconoce también que le crispó la presencia de un invitado inesperado en el camposanto: Mariano López, militante por la memoria histórica que acudió para ser testigo de lo que ya suponía iba a suceder. "Me dijo que no podía hacerlo", rememora el primer edil. "Parecía que mandaba él. Y en el cementerio manda el Ayuntamiento. Así que dije: 'Esas se van todas. Se acabó'. ¿Es una democracia, no? Si sale una, salen todos. Han pasado siete años y puedo hacer lo que quiera".

Pese a todo, a mediados de la semana pasada, la situación estuvo a punto de reconducirse por el sendero de la concordia. Con la mediación de un vecino, un exdiputado regional de IU en Madrid, Luis Suárez, el alcalde accedió a firmar un documento en el que pedía disculpas por lo sucedido y se comprometía a restituir los restos en su nicho original. El acuerdo se pactó de viva voz en la noche del 3 de agosto. El jueves 4, el alcalde abandonó Poyales del Hoyo sin acudir a su cita. "Me han querido engañar. Y yo no soy tonto", justifica Cerro.

En los últimos días, la tensión en el pueblo no ha parado de crecer. Las heridas, cicatrizadas con lágrimas, perdón y olvido, se han reabierto. El mismo 22 de mayo, el día de las últimas elecciones municipales, el monolito que recordaba en la curva del Esparragal a las tres mujeres asesinadas fue profanado y pintarrajeado. Gosain aseguró el pasado viernes haber recibido dos amenazas en las horas previas a la llegada, anunciada, de EL PAÍS. Algunos testigos prefieren no aparecer citados. El único edil de IU, Cruz Sancho, ha pedido una rectificación al Consistorio. Militantes por la memoria histórica han convocado para hoy una concentración ante el Ayuntamiento de Poyales para que no se remueva a los muertos. A los que ya descansan.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de agosto de 2011

Thursday, 5 April 2012

Elegy to the Spanish Republic, 70, 1961 Robert Motherwell






Elegy to the Spanish Republic, 70, 1961
Robert Motherwell (American, 1915–1991)
Oil on canvas


69 x 114 in. (175.3 x 289.6 cm)

Anonymous Gift, 1965 (65.247)

© Dedalus Foundation, Inc./Licensed by VAGA, New York, NY


NOT ON VIEW Last Updated March 21, 2012

Motherwell's path to becoming an abstract artist was through philosophy, art history, and poetry. He studied at Stanford, Harvard, and then Columbia, where he was introduced to émigré Surrealists (including Matta) by art historian Meyer Schapiro. His particular genesis as an abstractionist has its basis in Mallarmé, whose dictum "To paint, not the thing, but the effect it provides" was pivotal.


Another pivotal moment came in 1937 in San Francisco, where he heard André Malraux speak at a rally on the Spanish Civil War. There, Motherwell found a great moral issue that would drive his work for years. In his words, it was the realization "that the world could, after all, regress." His Elegies to the Spanish Republic have been a vehicle to express what Motherwell has called "a funeral song for something one cared about" in abstract, visual terms. The series, which was sparked by a small drawing Motherwell made in 1948 to accompany a poem by Harold Rosenberg, evolved into an ongoing, years-long exploration of the theme in more than 150 monumental canvases.


These abstract meditations on life and death share a common structure in compositional form. The horizontal white canvas is divided by two or three vertical black bars or bands. Those are punctuated at various intervals by ovoid shapes—stark blots of black. The whole is a dialogue of formal opposites—straight, curved, black, white—executed in a painterly, brushy manner in which the act of creation is evident. For Motherwell, as for so many other Abstract Expressionists, this is a search for universal content that stems from form itself: in his words, "…the Elegies use an essential component of pictorial language that is as basic as the polyphonic rhythms of Medieval or African or Oriental music."

First Spanish Republic


Primera República Española Proclamación de la Primera República








Bandera, de carácter provisional,1 de la Primera República Española.

El rey Amadeo I renunció al trono de España el día 11 de febrero de 1873. Esta renuncia estuvo motivada por las dificultades a las que tuvo que enfrentarse durante su corto reinado, como la guerra en Cuba, el estallido de la Tercera Guerra Carlista, la oposición de los monárquicos alfonsinos, que aspiraban a la restauración borbónica en la figura deAlfonso de Borbón, hijo de Isabel II, las diversas insurrecciones republicanas y la división entre sus propios partidarios.


El Congreso, con inclusión del Senado, estaba reunido en sesión conjunta y permanente, y, mientras esperaba alguna comunicación final del rey, se erigió en Asamblea Nacional. Imperaba en ésta una amplísima mayoría de parlamentarios monárquicos, pertenecientes a los dos partidos monárquicos y dinásticos que hasta entonces se habían turnado en el gobierno: el partido radical de Manuel Ruiz Zorrilla y el partido constitucional de Práxedes Mateo Sagasta. Junto a la abrumadora mayoría monárquica se sentaba en la Asamblea Nacional una minoría republicana, muy dividida entre federales y unitarios. Uno de ellos, el federalista Francisco Pi y Margall, presentó a la Asamblea la siguiente proposición:


La Asamblea Nacional asume los poderes y declara como forma de gobierno la República, dejando a las Cortes Constituyentes la organización de esta forma de gobierno.


Pi y Margall, en su defensa de la propuesta —de la que era firmante junto con Figueras, Salmerón y otros diputados—, aunque se reafirmaba como federalista, renunciaba en ese momento a imponer como forma de gobierno la República federal con la esperanza de que fueran las Cortes Constituyentes que debían convocarse quienes la declararan, y anunciaba su acatamiento a otra decisión distinta si así se adoptaba democráticamente. Emilio Castelar subió al estrado y pronunció este discurso:


Señores, con Fernando VII murió la monarquía tradicional; con la fuga de Isabel II, la monarquía parlamentaria; con la renuncia de don Amadeo de Saboya, la monarquía democrática; nadie ha acabado con ella, ha muerto por sí misma; nadie trae la República, la traen todas las circunstancias, la trae una conjuración de la sociedad, de la naturaleza y de la Historia. Señores, saludémosla como el sol que se levanta por su propia fuerza en el cielo de nuestra patria.


Tras el elocuente discurso de Castelar, entre encendidos aplausos, fue proclamada la República Española, con la resignación de los monárquicos, por 258 votos a favor y sólo 32 en contra:


La Asamblea Nacional resume todos los poderes y declara la República como forma de gobierno de España, dejando a las Cortes Constituyentes la organización de esta forma de gobierno. Se elegirá por nombramiento directo de las Cortes un poder ejecutivo, que será amovible y responsable ante las mismas Cortes.


En esta misma sesión, se eligió el primer gobierno de la República. El republicano federal Estanislao Figueras resultó elegido "Presidente del Poder Ejecutivo" (jefe de Estado y Gobierno) y no "Presidente de la República" pues nunca se llegó a aprobar la nueva Constitución que creaba ese cargo; en su discurso, dijo que la llegada de la República era «como el iris de paz y de concordia de todos los españoles de buena voluntad».


La aprobación de esas resoluciones sorprendió y desconcertó a toda España, ya que en las Cortes, elegidas pocos meses antes, los republicanos eran una minoría. Ruiz Zorrilla afirmaba en plena Asamblea:


Protesto y protestaré, aunque me quede solo, contra aquellos diputados que habiendo venido al Congreso como monárquicos constitucionales se creen autorizados a tomar una determinación que de la noche a la mañana pueda hacer pasar a la nación de monárquica a republicana.


Para muchos, dada la imposibilidad de restaurar a Isabel II y la juventud del futuro Alfonso XII, la República es la única salida posible, aunque sólo sea como medida provisional, en razón del fracaso inevitable que la aguarda.
[editar]Gobierno de Estanislao Figueras


Este primer gobierno lo formaban federales y progresistas, que ya habían sido ministros durante la monarquía. En él cuatro ministros del rey Amadeo; Echegaray, Becerra, Fernández de Córdoba y Berenguer, ocupaban los ministerios de Hacienda, Guerra, Marina y Fomento.


Al comenzar, afrontaban una desesperante situación financiera: déficit presupuestario de 546 millones de pesetas, 153 millones en deudas de pago inmediato y solo 32 millones para cubrirlas. El Cuerpo de Artillería había sido disuelto en el momento de más virulencia en las guerras cubana y carlista, para las que no había suficientes soldados, armamento ni dinero con el que alimentar o adquirirlo. Por otro lado, España atravesaba una aguda crisis económica, coincidente con la gran crisis mundial de 1873 y agudizada por la inestabilidad política; en los años precedentes había aumentado el paro entre jornaleros y obreros. Las organizaciones proletarias respondieron con huelgas, marchas, concentraciones de protesta y la ocupación de tierras abandonadas.


El 23 de febrero, el recién elegido presidente de la Asamblea Nacional, el radical Cristino Martos, organizó un intento de golpe de Estado, llegando la Guardia Civil a ocupar el Ministerio de Gobernación y la Milicia Nacional el Congreso, para instaurar una república unitaria. Esto provocó la primera remodelación del gobierno sustituyendo a los ministros progresistas por ministros republicanos federales.


Doce días después de proclamarse la República, se firmó solemnemente el cese del servicio militar obligatorio, y se creó el servicio voluntario. Cada soldado cobraría una peseta diaria y un chusco.2 Se creaba asimismo una milicia de voluntarios de la República, con un sueldo de cincuenta pesetas al alistarse y dos pesetas y un chusco diarios.


El segundo gobierno de Figueras tuvo que enfrentarse al intento de proclamación del Estat Català el 9 de marzo dentro de la República Federal Española, que fue superado tras una serie de gestiones telegráficas con los dirigentes catalanes. Poco después, el 23 de abril, se produjo un nuevo intento de golpe de Estado preparado por alfonsinos, miembros de la Unión Liberal, progresistas de Sagasta y sectores monárquicos del Ejército, pero fracasaron cuando varias unidades se abstuvieron a última hora.


Se suele considerar a Pi y Margall como el alma de este gobierno que hubo de enfrentarse a un sinfín de problemas ya endémicos para la Primera República (Tercera Guerra Carlista; sublevaciones separatistas, en este caso de Cataluña; indisciplina militar, conspiración monárquica, etc.); su gobierno disolvió la Asamblea y convocó Cortes Constituyentes para el 1 de mayo. El 23 de abril, Cristino Martos, esta vez amparado en el gobernador civil de Madrid, Estébanez, intentó un nuevo golpe de Estado: un batallón de milicianos tomó posiciones en el Paseo del Prado y cuatro mil voluntarios más, perfectamente armados, se concentraron en la plaza de la Independencia con el pretexto de pasar revista. Enterado de la intentona golpista, Pi y Margall (a la sazón ministro de Gobernación) movilizó a la Guardia Civil. El ministro de la Guerra, por su parte, tras nombrar capitán general de Madrid a Baltasar Hidalgo, ordenó que el brigadier Carmona, con un batallón de infantería y algunas unidades de artillería y caballería, marchara sobre los milicianos: el golpe de Estado fracasó apenas iniciado, y el gobierno disolvió la Comisión Permanente del Congreso y los batallones que participan en la conjura.


El gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes para el 10 de mayo, que resultaron en 343 escaños para republicanos federales y 31 para el resto de fuerzas políticas. Las elecciones se desarrollaron en condiciones muy poco ortodoxas, y su representatividad resultó ridícula, pues no participaron ni los carlistas (en guerra desde 1872), ni los monárquicos alfonsinos de Cánovas del Castillo, ni los republicanos unitarios, ni tan siquiera las incipientes organizaciones obreras adscritas a la Internacional, que se pronunciaron por laabstención[cita requerida]. Fueron posiblemente los comicios con la participación más baja de la Historia de España[cita requerida]. En Cataluña, sólo votó el 25% del electorado; en Madrid, el 28%.
[editar]La República federal


El 1 de junio de 1873 se abrió la primera sesión de las Cortes Constituyentes y comenzó la presentación de propuestas. El 7 de junio se debatió la primera de ellas, suscrita por siete diputados, que decía:


Artículo único. La forma de gobierno de la Nación española es la República democrática federal.


El Presidente, haciendo cumplir lo que ordenaba el Reglamento de las Cortes para la aprobación definitiva de las propuestas de ley, dispuso celebrar una votación nominal al día siguiente. El 8 de junio se aprobó la propuesta con el voto favorable de 219 diputados y solamente 2 en contra, proclamándose ese día la República federal. Al tiempo, los federalistas apostaban por un modelo confederal de tipo helvético, constituyéndose directamente en cantones independientes.


Así narraba Benito Pérez Galdós el clima parlamentario de la Primera República:


Las sesiones de las Constituyentes me atraían, y las más de las tardes las pasaba en la tribuna de la prensa, entretenido con el espectáculo de indescriptible confusión que daban los padres de la Patria. El individualismo sin freno, el flujo y reflujo de opiniones, desde las más sesudas a las más extravagantes, y la funesta espontaneidad de tantos oradores, enloquecían al espectador e imposibilitaban las funciones históricas. Días y noches transcurrieron sin que las Cortes dilucidaran en qué forma se había de nombrar Ministerio: si los ministros debían ser elegidos separadamente por el voto de cada diputado, o si era más conveniente autorizar a Figueras o a Pi para presentar la lista del nuevo Gobierno. Acordados y desechados fueron todos los sistemas. Era un juego pueril, que causaría risa si no nos moviese a grandísima pena.


Presidiendo un Consejo de Ministros, harto de debates estériles, llegó Estanislao Figueras a gritar en catalán: «Señores, ya no aguanto más. Voy a serles franco: ¡estoy hasta los cojones de todos nosotros!»3 Tan harto que el 10 de junio dejó disimuladamente su dimisión en su despacho en la Presidencia4 se fue a dar un paseo por el parque del Retiro y, sin decir una palabra a nadie, tomó el primer tren que salió de la estación de Atocha. No se bajó hasta llegar a París.
[editar]Gobierno de Francisco Pi y Margall



La república federal para Pi y Margall:


El procedimiento —no hay para qué ocultarlo—, era abiertamente contrario al anterior: el resultado podía ser el mismo. Representadas habían de estar en las nuevas Cortes las provincias, y, si éstas tenían formada idea sobre los límites en que habían de girar los poderes de los futuros Estados, a las Cortes podían llevarla y en las Cortes sostenerla. Como determinando la esfera de acción de las provincias habría venido a quedar determinada por el otro procedimiento la del Estado, determinando ahora la del Poder central, se determinaba, se quisiera o no, la de las provincias. Uno y otro procedimiento podían, a no dudarlo, haber producido una misma constitución y no habría sido, a mi manera de ver, ni patriotismo ni político dificultar, por no transigir por este punto, la proclamación de la República.

Si el procedimiento de abajo arriba no era más lógico y más adecuado a la idea de la Federación, era, en cambio, el de arriba abajo más propio de una nacionalidad ya formada como la nuestra, y en su aplicación mucho menos peligroso. No había por él solución de continuidad en el Poder; no se suspendía ni por un solo momento la vida de la nación; no era de temer que surgiesen graves conflictos entre las provincias; era la obra más fácil, más rápida, menos expuesta a contratiempos y vaivenes...

Francisco Pi y Margall


Tras la huida a Francia de Figueras, al advertir el vacío de poder ya iba a pronunciarse el general Manuel Sodas cuando uncoronel de la Guardia Civil, José de la Iglesia, se presentó con un piquete en el edificio del Congreso y anunció a los diputados que de allí no salía nadie hasta que eligieran a un nuevo Presidente. Eligieron el día 11 de junio al también federalista Francisco Pi y Margall, que al presentar a su gobierno ante la Asamblea declaró que no tenía programa y que no sabía qué hacer. El esfuerzo principal del nuevo gobierno sería la elaboración de una nueva Constitución, así como la aprobación de una serie de leyes de carácter social: el reparto de tierras desamortizadas entre arrendatarios, colonos y aparceros, el restablecimiento del ejército regular, con levas obligatorias, la separación de la Iglesia y el Estado, la abolición de la esclavitud, la enseñanza obligatoria y gratuita, la limitación del trabajo infantil, la creación de jurados mixtos de empresarios y trabajadores, el derecho a la sindicación obrera y la jornada de trabajo de 8 horas.

El 16 de junio se eligió una comisión de 25 miembros que debía elaborar la nueva Constitución, presentándose el proyecto de Constitución Federal de la República Española, cuya redacción se atribuye principalmente a Castelar, al día siguiente para su debate.

El 28 de junio, Pi y Margall renovó la composición de su gobierno, pero debido a la lentitud y las constantes demoras durante los debates sobre la nueva Constitución, los acontecimientos se precipitaron con una celeridad asombrosa. El 30 de junio el ayuntamiento de Sevilla acordó transformarse en República Social, y al día siguiente los diputados federales intransigentes abandonaron las Cortes. Una semana más tarde, el 9 de julio, Alcoy se declara independiente: desde el día 7 de julioestaban teniendo lugar una ola de asesinatos y ajustes de cuentas al amparo de una huelga revolucionaria (la llamadaRevolución del petróleo dirigida por elementos locales de la sección española de la AIT). Era sólo el comienzo. Poco después, comienza la sublevación cantonalista con huelgas generales en toda España, soldados asesinando a oficiales, alcaldes linchados, y un centenar de muertos.

Los focos federales del país no estallaron en forma de Estados autónomos, sino en una constelación de cantones independientes. Los levantamientos se suceden por diversas localidades de Valencia, Murcia y Andalucíafundamentalmente. Los hubo de ámbito provincial como Valencia y Málaga, otros más localizados, como Alcoy, Cartagena,Sevilla, Cádiz, Almansa, Torrevieja, Castellón, Granada, Salamanca, Bailén, Andújar, Tarifa y Algeciras, y los hubo incluso tan pequeños como el pueblo manchego de Camuñas y el murciano de Jumilla. No obstante, no existe constancia en el archivo municipal de ésta última localidad de proclamación de cantón alguno, discurriendo al parecer las sesiones del periodo dentro de los cauces normales. Tal circunstancia ha llevado a algunos historiadores a negar la existencia del Cantón de Jumilla, cuya invención atribuyen a mera propaganda anticantonal de la que es exponente el manifiesto del Cantón de Jumilla, texto que se popularizó en la época pero que no tiene fundamento histórico alguno.5




Sello del cantón federal deValencia.

"La nación jumillana desea vivir en paz con todas las naciones vecinas y, sobre todo, con la nación murciana, su vecina; pero si la nación murciana, su vecina, se atreve a desconocer su autonomía y a traspasar sus fronteras, Jumilla se defenderá, como los héroes del Dos de Mayo, y triunfará en la demanda, resuelta completamente a llegar, en sus justísimos desquites, hasta Murcia, y a no dejar en Murcia piedra sobre piedra."

El más conocido y activo de todos los cantones fue el de Cartagena, que estalló el 12 de julio en aquella base militar y naval, bajo la inspiración del diputado federal murciano Antonio Gálvez Arce, conocido como Antonete.6





Bandera cantonal de Cartagena en 1873.


Los cantonalistas cartageneros toman el castillo de Galeras. Izan una bandera roja y dan un cañonazo como señal previamente acordada, para indicar al Almansa que se han tomado las defensas y puede sublevarse junto al resto de la escuadra.7 En realidad, a falta de una bandera roja por completo, se iza una bandera turca. Enseguida se retira la bandera, y a falta de pintura roja, y para evitar confusiones que lleven a pensar que han perdido el control del castillo, un sublevado se corta en el brazo voluntariamente y con su sangre tiñe la media luna y la estrella.7 Cuando las noticias llegan al Capitán General. Este transmite a Madrid su famoso telegrama: «El Castillo de Galeras ha enarbolado bandera turca». Antonio Gálvez Arceapasionó a la marinería con su inflamada oratoria y se apoderó de la escuadra fondeada en el puerto, que en ese momento se componía de lo mejor de la Armada. Con la flota en su poder sembró el terror en la costa mediterránea próxima, y fue declarado pirata y buena presa por decreto del gobierno de Madrid.8 Ya en tierra, dirigió una marcha sobre Madrid que fue desbaratada en Chinchilla. El cantón de Cartagena acuñó moneda propia, el duro cantonal, y resistió seis meses de guerra e independencia.


Dos fragatas cantonales, la fragata de hélice Almansa y la fragata blindada Vitoria, salieron de Cartagena «hacia una potencia extranjera» (es decir, a Almería), para recaudar fondos. Al negarse la ciudad a pagar, fue bombardeada y tomada por los cantonalistas, quienes se cobraron ellos mismos el tributo. El general Contreras, al mando de la flota, se hizo rendir honores al desembarcar, curiosamente al son de la Marcha Real. A continuación, repitieron hazaña en Alicante y, de vuelta a Cartagena, fueron apresados como piratas por las fragatas acorazadas HMS Swiftsure y SMS Friedrich Carl, británica y alemana respectivamente.







Principales escenarios del levantamiento cantonalista y de la Tercera Guerra Carlista.


Según Emilio Castelar:


Hubo días de aquel verano en que creíamos completamente disuelta nuestra España. La idea de la legalidad se había perdido en tales términos que un empleado cualquiera de Guerra9 asumía todos los poderes y lo notificaba a las Cortes, y los encargados de dar y cumplir las leyes desacatábanlas sublevándose o tañendo arrebato contra la legalidad. No se trataba allí, como en otras ocasiones, de sustituir un Ministerio existente ni una forma de Gobierno a la forma admitida; tratábase de dividir en mil porciones nuestra patria, semejantes a las que siguieron a la caída del califato de Córdoba. De provincias llegaban las ideas más extrañas y los principios más descabellados. Unos decían que iban a resucitar la antigua corona de Aragón, como si las fórmulas del Derecho moderno fueran conjuros de la Edad Media. Otros decían que iban a constituir una Galicia independiente bajo el protectorado de Inglaterra. Jaén se apercibía a una guerra con Granada. Salamanca temblaba por la clausura de su gloriosa universidad y el eclipse de su predominio científico [...] La sublevación vino contra el más federal de todos los Ministerios posibles, y en el momento mismo en que la Asamblea trazaba un proyecto de Constitución, cuyos mayores defectos provenían de la falta de tiempo en la Comisión y de la sobra de impaciencia en el Gobierno.


Más grave incluso era el problema de la Tercera Guerra Carlista, que campaba por sus respetos con total libertad en las Vascongadas, Navarra y Cataluña, y extendía su acción a toda la península a través de partidas, mientras que el pretendiente Carlos VII había formado en Estella un gobierno con sus propios ministerios, que comenzaba incluso a acuñar moneda, mientras que la connivencia de los franceses les permitía recibir ayuda externa.


Sin tiempo para que la Constitución de la República Federal pudiera ser aprobada en las Cortes, Pi y Margall se vio en una situación crítica. Se negaba a reprimir la rebelión de los cantones porque declaraba, con toda lógica, que los sublevados no hacían más que seguir la doctrina que él había proclamado, en vista de lo cual, se vio forzado a dimitir el 18 de julio, tras 37 días de mandato. De esta forma describió las decepciones que le había dado la política:


Han sido tantas mis amarguras en el poder, que no puedo codiciarlo. He perdido en el gobierno mi tranquilidad, mi reposo, mis ilusiones, mi confianza en los hombres, que constituía el fondo de mi carácter. Por cada hombre agradecido, cien ingratos; por cada hombre desinteresado y patriótico, cientos que no buscaban en la política sino la satisfacción de sus apetitos. He recibido mal por bien...
[editar]Proyecto de Constitución Federal


Artículo principal: Proyecto de Constitución Federal de 1873.





Alegoría de La Niña Bonita sobre la I República Española,10 publicada en La Flaca, revista humorística y liberal del siglo XIX.


El proyecto de Constitución Federal de la Primera República Española se desarrollaba a lo largo de 117 artículos organizados en 17 títulos.


En su primer artículo fijaba lo siguiente:


Componen la Nación Española los Estados de Andalucía Alta, Andalucía Baja, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Cataluña, Cuba, Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, Puerto Rico, Valencia, Regiones Vascongadas. Los Estados podrán conservar las actuales provincias o modificarlas, según sus necesidades territoriales.


Estos estados tendrían una «completa autonomía económico-administrativa y toda la autonomía política compatible con la existencia de la Nación», así como «la facultad de darse una Constitución política» (artículos 92º y 93º).


El proyecto de Constitución preveía en su Título IV, además de los clásicos Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder Judicial, un cuarto Poder de Relación que sería ejercido por el Presidente de la República.


El Poder Legislativo estaría en manos de las Cortes Federales, que se compondrían de: Congreso y Senado, siendo el Congreso una cámara de representación proporcional con un diputado «por cada 50.000 almas» que se renovaría cada dos años, y el Senado, una cámara de representación territorial siendo elegidos cuatro senadores por las Cortes de cada uno de los Estados.


El Poder Ejecutivo sería ejercido por el Consejo de Ministros, cuyo Presidente sería elegido por el Presidente de la República.


El artículo 40 del proyecto disponía: «En la organización política de la Nación española todo lo individual es de la pura competencia del individuo; todo lo municipal es del Municipio; todo lo regional es del Estado, y todo lo nacional, de la Federación». El artículo siguiente declaraba que «Todos los poderes son electivos, amovibles y responsables», y el artículo 42 que «La soberanía reside en todos los ciudadanos, y se ejerce en representación suya por los organismos políticos de la República, constituida por medio del sufragio universal».


El Poder Judicial residiría en el Tribunal Supremo Federal, que se compondría «de tres magistrados por cada Estado de la Federación» (artículo 73º) que nunca serían elegidos por el Poder Ejecutivo ni el Poder Legislativo. Además establecía que todos los tribunales serían colegiados y la institución del Jurado para toda clase de delitos.


El Poder de relación sería ejercido por el Presidente de la República Federal cuyo mandato duraría «cuatro años, no siendo inmediatamente reelegible», como dice el artículo 81º del proyecto.
[editar]Gobierno de Nicolás Salmerón





Retrato de Nicolás Salmerón Alonso.


Tras aceptar la dimisión de Pi y Margall, fue elegido Presidente del Poder Ejecutivo Nicolás Salmerón, con 119 votos a favor y 93 votos en contra.


El nuevo presidente, que era un republicano federal moderado, defendía la necesidad de llegar a un entendimiento con los grupos más moderados o conservadores y una lenta transición hacia la república federal. Su oratoria era demoledora. Francisco Silvela decía que Salmerón, en sus discursos, sólo usaba un arma: la artillería. Antonio Maura caracterizaba el tono profesoral de don Nicolás diciendo que «siempre parece que esté dirigiéndose a los metafísicos de Albacete».


Ya durante su etapa como Ministro de Gracia y Justicia en el gobierno de Estanisalo Figueras, promovió la abolición de la pena de muerte, así como la independencia del poder judicial frente al político.


Su nombramiento produjo una intensificación del movimiento cantonalista, para cuyo control tuvo que recurrir a generales abiertamente contrarios a la República Federal, mandando sendas expediciones militares a Andalucía y Valencia, al mando de los generales Pavía y Martínez Camposrespectivamente, que uno tras otro fueron sometiendo a los distintos cantones, excepto el de Cartagena que resistiría hasta el 12 de enero de1874.


Sus generales le solicitaron el “enterado” del gobierno y su firma para ejecutar varias sentencias de muerte a varios soldados desertores en el frente carlista, imprescindible, según ellos, para la recuperación de la disciplina del ejército. Salmerón, hombre de principios liberales muy avanzados, se negó a conceder el “enterado”, y, tal como figura inscrito en la piedra de su mausoleo, «abandonó el poder por no firmar una sentencia de muerte». De tal modo, dimitió el 6 de septiembre.
[editar]Gobierno de Emilio Castelar


Al día siguiente, el 7 de septiembre, fue elegido para ocupar la Presidencia del Poder Ejecutivo el unitario Emilio Castelar, catedrático de Historia y destacado orador, por 133 votos a favor frente a los 67 obtenidos por Pi y Margall. Durante su anterior etapa, como Ministro de Estado en el gobierno de Estanislao Figueras, promovió y consiguió que se aprobase la abolición de la esclavitud en el territorio ultramarino de Puerto Rico, aunque no en Cuba por la situación de guerra que vivía.


Con motivo de la difícil situación por la que pasaba la República, con el agravamiento de la Guerra Carlista, Emilio Castelar comenzó la reorganización del ejército, anunciando ante las Cortes que «para sostener esta forma de gobierno necesito mucha infantería, mucha caballería, mucha artillería, mucha Guardia civil y muchos carabineros». A pesar de la oposición federalista, las Cortes le concedieron poderes extraordinarios para gobernar, tras lo cual se cerraron las Cortes el 20 de septiembre. Confirmó las sentencias de muerte que provocaron la dimisión de su predecesor, restableció el orden y dejó a punto de rendición a los cantonales de Cartagena.





Entrada de las tropas del general Pavía en el Congreso de los Diputados el 3 de enero de 1874.


Sin embargo, el caos provocado por la sublevación cantonal y el recrudecimiento de la Guerra Carlista le llevaron a reabrir las Cortes el 2 de enero de 1874, para someter a votación la gestión de su gobierno y recabar plenos poderes con los que salvar a la República del descrédito total.11


Se abrió, en efecto, la sesión de Cortes el 2 de enero de 1874 pero los federales se lanzaron en tromba contra don Emilio Castelar, a quien respaldaba el capitán general de Madrid, don Manuel Pavía, antiguo partidario de Prim, con quien se había alzado en Villarejo de Salvanés. Dos fuerzas bien diferentes amenazaban con interrumpir las deliberaciones de las Cortes: los federales, deseosos de acabar con Castelar a mano airada, y las tropas del general Pavía, partidario de Castelar, que tenía decidido acudir en su socorro para evitar su derrota ante el federalismo.


Salían ya los regimientos comprometidos por la orden del capitán general, cuando las Cortes conocieron la derrota de Castelar por 119 votos contra 101. Dimitió el último presidente de la República, y el de las Cortes, que era Nicolás Salmerón, ordenó proceder a nueva votación para elegir a un nuevo jefe del Poder Ejecutivo.


Pavía se situó en la plaza frente al edificio con su estado mayor y ordenó a dos ayudantes que impusieran a Salmerón la disolución de la sesión de Cortes y el desalojo del edificio en cinco minutos. La Guardia Civil, que custodiaba el Congreso, se puso a las órdenes del general y ocupó los pasillos del Congreso (sin llegar a entrar en el hemiciclo). Eran las siete menos cinco de la mañana, cuando se estaba procediendo a la votación para elegir al candidato federal Eduardo Palanca, y Salmerón, al recibir la orden del capitán general, suspendió la votación y comunicó el gravísimo suceso a los diputados. Entonces, éstos abandonaron el edificio a toda prisa, entre escenas de exacerbado histerismo; algunos incluso se descolgaron por las ventanas. Pavía, sorprendido, preguntó: «Pero señores, ¿por qué saltar por las ventanas cuando pueden salir por la puerta?».


Pavía, que era republicano unitario, le ofreció a Emilio Castelar continuar en la presidencia, pero este rehusó al no querer mantenerse en el poder por medios antidemocráticos. Estos hechos supusieron el final oficioso de la Primera República, aunque oficialmente continuaría casi otro año más.
[editar]La República unitaria


En medio de la convulsión política, entró en Cartagena el 12 de enero el general López Domínguez, sustituto de Martínez Campos, mientras Antonete Gálvez, con más de mil hombres, lograba eludir el cerco a bordo de la “Numancia”, y poner rumbo a Orán. El final de la experiencia cantonal fue pagado por Gálvez con el exilio, pero la Restauración le permitió, mediante amnistía, regresar a su Torreagüera natal. En esta época entablaría una extraña y entrañable amistad con don Antonio Cánovas del Castillo, máximo responsable de la Restauración, quien consideraba a Gálvez un hombre sincero, honrado y valiente, aunque de ideas políticas exageradas.


Entretanto, tras la negativa de Emilio Castelar, se encargó al general Serrano, recién regresado de su exilio en Biarritz por su implicación en la intentona golpista del 23 de abril, la formación de un gobierno de concentración que agrupó a monárquicos, conservadores y republicanos unitarios, y del que se excluyó a los republicanos federales.


Francisco Serrano, duque de la Torre, de 63 años, antiguo colaborador de Isabel II, ya había desempeñado por dos veces la jefatura del Estado. Proclamó la República unitaria, haciéndose cargo de la Presidencia del Poder Ejecutivo, y gobernó prescindiendo de las Cortes en una dictadura republicana conservadora. Durante su mandato se sometió al último de los cantones insurrectos, el de Cartagena, y se concentraron los esfuerzos en la guerra carlista en el norte de España. El general intentó sin éxito consolidarse en el poder de forma dictatorial, según el ejemplo del régimen de duques y generales que se imponía en Francia a la caída de Napoleón III y tras la derrota de la Comuna de París.


A los pocos meses, el 13 de mayo cedió la presidencia del gobierno a Juan de Zavala y de la Puente para encargarse personalmente de las operaciones contra los carlistas en el norte. Y más tarde le encargó el gobierno a Práxedes Mateo Sagasta el 3 de septiembre. El 10 de diciembre comenzó el sitio de Pamplona, pero el pronunciamiento de Sagunto lo interrumpió.
[editar]Final de la Primera República


El 29 de diciembre de 1874, el general Martínez Campos se pronunció en Sagunto a favor de la restauración en el trono de la monarquía borbónica en la persona de don Alfonso de Borbón, hijo de Isabel II. El gobierno de Sagasta no se opuso a este pronunciamiento, permitiendo la restauración de la monarquía. El triunfo de la restauración borbónica se logró gracias al trabajo previo de Antonio Cánovas del Castillo, que sin embargo era contrario al pronunciamiento militar.


Hasta 1931, los republicanos españoles celebraban el 11 de febrero, aniversario de la Primera República. Posteriormente, la conmemoración se trasladó al 14 de abril, aniversario de la proclamación de la Segunda República, que además, entre 1932 y 1938 fue fiesta nacional.
[editar]Referencias
[editar]Notas

www.ejercito.mde.es
Chusco es el nombre, según el DRAE, del pan de munición, esto es, el de calidad inferior que se hace o se hacía para los cuarteles, cárceles, etc. Véase también el Diccionario de uso del español de María Moliner
«Senyors, ja no aguanto més. Vaig a ser-los franc: estic fins als collons de tots nosaltres!».
En aquel tiempo en la actualmente desaparecida Casa de los Heros, en la calle Alcalá número 34.
Pérez Crespo, Antonio (1994). «Incidencia en la Región Murciana del fenómeno cantonalista.» (pdf). Anales de Historia Contemporánea (Universidad de Murcia) (10): p. 285. Consultado el 14 de febrero de 2010.
Región de Murcia digital. «Antonio Gálvez Arce». Historia: personajes. Consultado el 2 de marzo de 2012.
a b Soler Cantó, Juan (2000). Leyendas de Cartagena. Vol. II Episodios legendarios. Murcia: J. Soler. pp. 150-156. ISBN 8493032220. OCLC 433889052.
Pérez Crespo, Antonio (1990). El cantón murciano. Murcia: Academia Alfonso X el Sabio. pp. 162-164. ISBN 84-87408-20-6. OCLC 27075835.
Se refiere al Ministerio de Guerra.
Alegoría de la Niña Bonita durante la I y II Republica Española.
Sólo había sido reconocida por dos naciones igualmente federales, Suiza y los EE. UU., y dos países hispanoamericanos.
[editar]Bibliografía
Barón Fernández, José. El movimiento cantonal de 1873 (1ª República). Ediciós do Castro, La Coruña, 1998. ISBN 84-7492-896-6
Catalinas, José Luis y Echenagusía, Javier. La Primera República. Reformismo u revolución social. Alberto Corazón, Madrid, 1973.
Guardiola, Tomás. "Historia de Jumilla". Imprenta Nogués, Murcia, 1976.
Jover Zamora, José María. Realidad y mito de la Primera República.. Espasa-Calpe, Pozuelo de Alarcón, 1991. ISBN 84-239-1994-3
Lacomba, Juan Antonio. La I República. El trasfondo de una revolución fallida. Guadiana, Madrid, 1976.
López Cordón, María Victoria. La Revolución de 1868 y la República. Siglo XXI, Madrid, 1976.
VV.AA. España, 1868-1874. Nuevos enfoques sobre el Sexenio Democrático. Junta de CyL, Valladolid, 2002. ISBN 84-9718-089-5
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La Primera República Española fue el régimen político que hubo en España desde su proclamación por las Cortes, el 11 de febrero de 1873, hasta el 29 de diciembre de 1874, cuando el pronunciamiento del general Martínez-Campos dio comienzo a laRestauración borbónica en España.


El primer intento republicano en la Historia de España fue una experiencia corta, caracterizada por la profunda inestabilidad política y social y la violencia. La República fue gobernada por cuatro presidentes distintos hasta que, tan sólo once meses después de su proclamación, se produjo el golpe de Estado del general Pavía y la instauración de una república unitaria dominada por el Duque de la Torre.


El período estuvo marcado por tres guerras civiles simultáneas: la Tercera Guerra Carlista, la sublevación cantonal en lapenínsula Ibérica y la Guerra de los Diez Años en Cuba. Los problemas más graves para la consolidación del régimen fueron la falta de verdaderos republicanos, la división de éstos entre federalistas y unitarios y la falta de apoyo popular.