Friday 7 August 2020

Escandalosa declaración del Periodista letón Otto Ozols: Vendimos vilmente a los catalanes...

 «Vendimos vilmente a los catalanes por nuestra tranquilidad… España nos amenazaba»

Brutal: "Vendimos vilmente a los catalanes... ¿y ahora estamos ansiosos por salvar a los bielorrusos?". "Algunas personas preguntan por qué la actitud de la UE hacia la disolución de las manifestaciones en Bielorrusia y Catalunya es tan diferente. La respuesta no es simple...", indica el periodista letón, Otto Ozols.

por Josep Herrera
12 septiembre, 2020



Otto Ozols

11.3kVISITAS
Compartir en FacebookCompartir en TwitterCompartir por Whatsapp




Brutal y escandaloso testimonio con esta primicia. En esta Diada 2020, el prestigio periodista, escritor y articulista, Otto Ozols, ha hecho más que un artículo para pietiek.com, –medio de comunicación de Latvia (Letonia)- ha concedido un acto de contrición y revelación de conciencia.

Activista convencido perteneciente a la Asociación Letona de Regiones, se explaya en la jornada reivindicativa catalana del 11S, sobre lo que pasó meses atrás con Catalunya durante el Procés en Europa, y sigue pasando, y la situación político-social actual en Bielorrusia…


Para ello, hemos buscado sumar otra voz distinta al objeto del escándalo, con una ampliaciòn traducida del ruso desde Press.lv. Este es el duro y sincero artículo de Otto Ozols:

Con respecto a Catalunya, la UE está mostrando un doble rasero y cinismo, de hecho, está dando la espalda a millones de ciudadanos de la UE. El momento en el que literalmente fueron golpeados, fue un verdadero shock, la gente no lo entendía: cómo era posible traicionarlos así…

La razón principal puede ser la enorme influencia de España en la UE, una diplomacia agresiva y abiertamente refinada fomentada durante siglos. Los catalanes no tienen experiencia en diplomacia internacional, de hecho fueron vendidos, y los países bálticos tuvieron un papel muy vergonzoso en este asunto: en realidad compramos una sensación de seguridad a través de la asistencia militar desde España, a cambio de la libertad de otro pueblo. España y Catalunya se habla abiertamente de ello y nuestra reputación es ahora la que es.


En Letonia, los medios de comunicación y los especialistas en relaciones públicas controlados por la ONG «Vienotība» elogian a Rinkēvičs como un buen diplomático. Pero, de hecho, ha pasado mucha vergüenza, socavando la imagen de nuestro país.

Una vez tuve una breve y dolorosa conversación con un respetado periodista de Barcelona, ​​editor jefe de una gran publicación conocida en los países bálticos. Me preguntó con una brutal frialdad: ¿cómo pudiste tú, que luchaste con tanta valentía por la libertad en los años 80 y 90, traicionar a otras personas con tanta rudeza e incluso negociar a costa de nuestra libertad? Fué una pregunta retórica. Dicho esto, se despidió con frialdad y se fue.

Nunca me he sentido tan avergonzado de mi país y de mi gente. Sé muy bien que editor no es el único en Catalunya y España que piensa eso. En Madrid, incluso se ridiculiza el tema, «cuando pusimos a los bálticos en su sitio, les hicimos cerrar la boca».

Rinkēvičs todavía se permitió mentir desde el atril de Saeima [nombre del parlamento unicameral de Letonia] como si nada de eso hubiera sucedido. Aunque no era un secreto para ninguno de los entendidos en España o Letonia.

Podemos explicar larga y tediosamente por qué hicimos esto, pero eso no cambiará lo sucedido. Solo podemos vivir con esta vergonzosa situación que creamos.

Los diplomáticos hablaron casi abiertamente sobre esta presión y el trato. Así lo reconoció también en una conversación privada con un buen diplomático español, experto relacionado profesionalmente con la OTAN, quien aseguró que en varios foros, España estaba amenazando abiertamente a los Estados bálticos si no mantenían la boca cerrada y negaban su apoyo a Catalunya.

Permítanme recordarles que la OTAN se fundó como una organización para la protección del mundo libre y la democracia, no como un mercado donde países cínicos llevan a cabo tratos diplomáticos sucios.

Un buen amigo de España, también relacionado con la OTAN, me confirmó que España amenazó a los países bálticos si daban su apoyo a Catalunya y dejar de ayudarles. [Hay que recordar que España proporcionaba y aún lo hace, vigilancia y protección aérea con aviones de guerra a los países del Báltico]

Esto también fue confirmado por otras fuentes no relacionadas e indirectamente, pero claramente también por el político de la ONG «Vienotība», (Unidad) el diplomático Ojārs Kalniņš en una discusión de la televisión letona LTV sobre este tema.

Hablando de la comparación con Bielorrusia, hay que entender que Lukashenko conoce bien la verdadera esencia de la UE, que tarde o temprano preferirá los intereses comerciales a las cuestiones de democracia.

En 1990, Alemania y Francia pidieron públicamente (!!!) a Lituania que no se opusiera a la URSS; en 1991, diplomáticos de los países nórdicos aconsejaron al ministro de Relaciones Exteriores de Islandia, Hannibalsson, que cerrara la boca cuando quiso apoyar enérgicamente la lucha por la independencia en el Báltico.

En enero de 1991, Europa observó con horror formal los sangrientos sucesos de Vilna y Riga. Durante el golpe de agosto de 1991, las grandes potencias de Europa observaron los acontecimientos desde el exterior, y si los viejos comunistas hubieran ganado, Letonia seguiría ocupada. Vale la pena recordar que durante la Guerra Fría, Letonia no se mencionó en los libros de texto de historia suecos.

Debe recordarse que en la década de 1990, la ex Yugoslavia estuvo en guerra con masacres y violaciones durante 10 años; Europa prácticamente no hizo nada para detenerla de manera efectiva. La masacre de Srebrenica mató a 8.000 personas, la fuerza de mantenimiento de la paz holandesa huyó y el general francés saboteó la resistencia activa contra los bandidos paramilitares serbios.

Lo mismo ocurre con el régimen comunista de China: no hace mucho, Alemania aceptó una enorme estatua de Karl Marx como regalo del gobierno chino; La UE decidió no pensar en la plaza de Tiananmen, el Tíbet, Hong Kong y otros crímenes del régimen.

Lo mismo se aplica a Rusia: agresión contra Ucrania, un barco de pasajeros derribado, la ocupación de Crimea, y nada de esto impidió que Alemania y los países nórdicos permitieran la construcción de Nord Stream y continuaran alimentando al régimen de Putin. Las sanciones son solo de naturaleza formal, y Rusia espera razonablemente que Europa se trague otro sapo, porque la democracia para la UE es solo una ficción cuando se trata de dinero. Y Lukashenko no es tonto, lo entiende muy bien.

Y también ve que en la España europea en 2017 fue posible golpear a los votantes pacíficos, encarcelar a políticos elegidos democráticamente, difundir silenciosamente mentiras propagandísticas, chantajear y sobornar a otros países. Y la UE encuentra excusas legítimas para ello…

Otto Ozols cuando participó en la cadena humana que cruzó Catalunya, desde Le Perthus a Alcanar, el 11 de septiembre de 2013.

Thursday 6 August 2020

Los muertos por los que nadie ha pedido explicaciones a Martín Villa

Durante la etapa de Martín Villa como ministro de Gobernación e Interior fueron asesinados en las calles 35 ciudadanos españoles por disparos de la Policía Armada, Guardia Civil y grupúsculos de extrema derecha.



Felipe VI entrega a Rodolfo Martín Villa, exministro franquista, la medalla conmemorativa de las Cortes Constituyentes. 28 de Junio de 2017


MADRID30/06/2017 22:06

ALEJANDRO TORRÚS @ATorrus


Rodolfo Martín Villa, ministro del primer Gobierno de la dictadura tras la muerte de Franco, se encontró este miércoles frente a frente con dos familiares de los cinco trabajadores asesinados el 3 de marzo de 1976 en Vitoria a manos de la Policía Armada. "Martín Villa, ¿te acuerdas de Vitoria?", le preguntaron. El exministro había acudido al Congreso para ser condecorado por su participación en las elecciones constituyentes de 1977. No eludió la pregunta y replicó a los familiares que a él le gustaría declarar ante la Justicia de Argentina, pero que el Gobierno no lo permite.

No es la primera vez que Martín Villa muestra su deseo de declarar. "Que quede claro, voy a solicitar poder declarar ante la juez, procuraré hacerlo de la forma más cómoda y más segura para mí, pero lo voy a hacer, así lo he pensado desde el principio", señaló en 2014, cuando la Justicia de Argentina emitió una orden internacional de detención con el fin de poder averiguar sus responsabilidades en la matanza de Vitoria.

Aquel 3 de marzo de 1976 tres trabajadores fueron asesinados por disparos de la Policía Armada. Otros dos morirían días más tarde a causa de las heridas. De hecho, Público tiene constancia de que el exministro reiteró por carta en noviembre de 2016 a la jueza María Servini su deseo de comparecer ante la Justicia. "Después del tiempo y esfuerzo dedicados a poder responder sin haberlo conseguido -por una dilación ajena a su voluntad y a la mía- no le oculto que es aún mayor si cabe mi deseo de declarar", escribe Martín Villa, que pide comparecer en Buenos Aires.

La Transición: un cuento de hadas con 591 muertos

Apenas cuatro meses después de aquella matanza, el 5 de julio de 1976, Rodolfo Martín Villa pasó a ocupar la cartera de Gobernación (que recibió el nombre de Interior en 1977) hasta el 5 de abril de 1979. Es decir, Rodolfo Martín Villa fue el responsable de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado durante casi tres años. Tres años en los que muchos manifestantes, personas inocentes, fueron asesinados por disparos de la Policía, de la Guardia Civil y por grupúsculos de extrema derecha que contaban con la connivencia de sectores de dentro del Estado. Concretamente, fueron asesinados por este motivo 35 ciudadanos. Martín Villa fue responsable de Interior tres años en los que muchos manifestantes fueron asesinados por disparos de la Policía y de la Guardia Civil

Son muertos olvidados. A los que nadie homenajea en el Congreso. Como el caso Josu Zabala, al que un guardia civil disparó en el pecho para posteriormente ser amnistiado sin pasar por prisión; o el de Bartolomé García, que fue asesinado por seis agentes de la Policía Nacional que a pesar de ser condenados disfrutaron de ascensos y premios en su carrera policial. Como estos casos hay 35, de los que el ministro del Interior de la época, Rodolfo Martín Villa, debería ofrecer algún tipo de explicación. Se trata de muertos sobre los que prácticamente nadie ha tenido que dar explicaciones. Por los que nadie ha respondido. Muertos cuyos asesinos permanecen impunes. "Yo no admito la palabra asesinato y usted debe retirarlo por escrito", decía Martín Villa a un periodista. Tal y como recoge Alfredo Grimaldos en La sombra de Franco en la Transición.



Los datos son escalofriantes. Entre 1975 y 1983, España vivió 591 muertes por violencia política (terrorismo de extrema izquierda y extrema derecha, guerra sucia y represión), según la obra La Transición Sangrienta (Península) de Mariano Sánchez. De ellos, nada menos que 188 de los asesinados, los menos investigados, entran dentro de lo que el autor denomina violencia política de origen institucional. Es decir, los asesinatos “desplegados para mantener el orden establecido, los organizados, alentados o instrumentalizados por las instituciones del Estado”, explica Mariano Sánchez.

Y un dato más. Sólo en 1977, con Martín Villa al frente del orden público, la Policía cargó de manera violenta contra 788 manifestaciones en España, el 76% del total. "El orden público fue un factor determinante de la Transición. Sirvió para frenar a la izquierda, que entró en el juego y renunció a las calles, donde se producían las reivindicaciones más fuertes. El cambio del franquismo a la democracia debía hacerse con el menor coste político y económico", explica Sánchez.
Memorias que perseguirán a sus verdugos

El exministro de la dictadura, entre otros altos cargos, sostiene su inocencia en el caso de la matanza de Vitoria, del 3 de marzo de 1976. A partir de aquí, Público reproduce una lista de los ciudadanos que fueron asesinados por agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y/o por grupúsculos de extrema derecha en el período en el que Martín Villa ocupó la cartera de Gobernación, primero, e Interior, después. María Norma Menchacala Gonzalo. 9 de julio de 1976.

A María Norma Menchaca Gonzalo la asesinan en Santurtzi (Vizcaya) el 9 de julio de 1976. Tenía 44 años y había bajado con sus vecinos a celebrar el día de la sardina. En otro lugar del pueblo se celebraba una manifestación a favor de la amnistía de los presos antifranquistas. Según relató su hijo, que presenció los hechos y que en 2015 presentó una querella ante la Justicia de Argentina, miembros de los guerrilleros de Cristo Rey comenzaron a disparar después de que la Guardia Civil interviniera para disolver la concentración. El hijo identificó al asesino. Incluso lo vio salir del despacho del Gobernador Civil, dice. El Juzgado de Instrucción nº 5 de Bilbao archivó el caso "al no aparecer elementos suficientes para acusar a determinada persona como autor, cómplice o encubridor del delito perseguido’.”
Francisco Javier Verdejo Lucas. 13 de agosto de 1976.



Francisco Javier Verdejo Lucas

Francisco Javier Verdejo era un estudiante de Biología, de 19 años, que fue sorprendido por la Guardia Civil mientras realizaba una pintada en una pared que decía: 'Pan, trabajo y libertad'. Tras ser descubierto, Verdejo huyó corriendo siendo abatido por un disparo de un miembro de la Guardia Civil. Solo llegó a escribir: 'Pan, T...'.
Jesús María Zabala. 8 de septiembre de 1976.

Durante las fiestas patronales del municipio de Fuenterrabía es asesinado Jesús María (Josu) Zabala Erasun por la Guardia Civil. Tras una manifestación a favor proamnistía, se produjeron enfrentamientos entre Guardia Civil y manifestantes que se saldaron con un agente disparando a bocajarro en el pecho de Zabala Erasun, que falleció en el acto. Jesús María Zabala había nacido en Irún y trabajaba como delineante en la empresa Laminaciones de Lesaca, SA. El guardia civil que lo mató fue sentenciado y amnistiado en el 77. Jamás pisó la cárcel. Martín Villa era el ministro de Gobernación.
Bartolomé García Lorenzo. 22 de septiembre de 1976



Bartolomé García

Seis agentes de la Policía asesinaron a Bartolomé a balazo limpio en casa de su prima. Tenía 21 años y era el líder del Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario en la isla de Chinet. Los agentes le confundieron con Ángel Cabrera, el rubio, a quien creían responsable de un secuestro de un empresario. Se cuentan hasta 30 disparos de bala.

Los seis agentes que asesinaron a Bartolomé fueron condenados por la Audiencia de Tenerife por un delito de homicidio. La sentencia fue firme a finales de 1982, mediante resolución del Tribunal Supremo. En 1987 un artículo de El País denunciaba que los seis seguían en activo dentro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Uno de ellos, incluso, fue ascendido en este período de tiempo y otro fue escolta de un ex ministro del primer Gobierno socialista, destaca el artículo.
Carlos González Martínez. 27 de septiembre de 1976.

Fue asesinado el 27 de septiembre de 1976 en Madrid, al grito de "Viva Cristo Rey", cuando participaba en una manifestación convocada por la Coordinadora pro Amnistía, para conmemorar el primer aniversario de los fusilamientos de miembros de ETA y FRAP ocurridos en 1975. Fue alcanzado por dos impactos de bala disparados por un individuo, que nunca fue identificado. Tenía 21 años.

El Tribunal Supremo lo reconoció en 2006 como víctima del terrorismo. El Consejo de Ministros, en 2005, lo había rechazado.
José Javier Nuin y Santiago Navas. 28 de noviembre de 1976.

Son asesinados de dos balazos por un guardia civil de paisano en una discoteca. Santiago Navas muere de inmediato, mientras que José Javier Nuin fallece días después.
Ángel Almazán Luna. 20 de diciembre de 1976.



Ángel Almazán Luna

Tenía 18 años. Fue detenido y recibió una paliza por parte de la policía en una manifestación convocada por el PTE el 15 de diciembre de 1976 contra el Referéndum de la Reforma Política en la que se pedía la ruptura con el franquismo. Falleció en la UCI en La Paz de Madrid el 20 de diciembre por las graves heridas que sufrió. Martín Villa tiene la oportunidad de explicar por qué se dieron golpes hasta la muerte a un joven que se manifestaba pacíficamente.
José Vicente Casabany. 7 de enero de 1977.

El 7 de enero en Chirivella, Valencia, falleció José Vicente Casabany, de un ataque cardiaco, cuando trataba de huir de una carga policial en una manifestación a favor de la Amnistía. En 1977, con Martín Villa como ministro de Gobernación/Interior la policía cargó en el 76% de las 588 manifestaciones.
Juan Manuel Iglesias. 9 de enero de 1977

Tenía 15 años. Falleció de un infarto de miocardio mientras la policía cargaba en otra manifestación proamnistía. Alrededor de 70.000 trabajadores pararon al día siguiente en el trabajo solo en la provincia de Vizcaya respondiendo a una convocatoria de huelga general, lanzada por las principales fuerzas sindicales y partidos políticos vascos, como protesta por la muerte del joven.
Arturo Ruiz García. 23 enero de 1977



Arturo Ruiz García

Fue asesinado por la 'Triple A' cuando participaba en una manifestación pro-amnistía. En relación con este asesinato fue identificado José Ignacio Fernández Guaza como autor directo de los disparos que provocaron la muerte del joven estudiante. Fernández Guaza, según se informó en una nota hecha pública por la Jefatura Superior de Policía de Madrid, huyó a Francia tras el crimen. También fue implicado el argentino Jorge Cesarsky Goldenstein. Martín Villa, si accede a declarar, tiene la oportunidad de señalar la relación entre este grupo paramilitar y el Estado español.
La matanza de Atocha. 24 de enero de 1977.

Los trabajadores de un despacho de abogados laboralista Luis Javier Benavides, Enrique Valdelvira, Javier Sauquillo, Serafín Holgado y Ángel Rodríguez fueron asesinados a sangre fría. El proceso judicial que se abrió a continuación estuvo plagada de irregularidades. Antes incluso del comienzo de la vista, el juez instructor del caso, Gómez Chaparro -que provenía del Tribunal de Orden Público- concedió un permiso de fin de semana a Fernando Lerdo de Tejada, sobrino de una secretaria de Blas Piñar (fundador de Fuerza Nueva) e imputado en la causa por asesinato. Lerdo de Tejada jamás regresaría a la cárcel de Ciudad Real y, hasta hoy, permanece desaparecido. Su delito prescribió en febrero de 1997. Los otros dos imputados por el asesinato de los abogados, Fernández Cerrá y García Juliá, sí fueron juzgados y condenados, cada uno, a 193 años de cárcel.




Multitudinaria manifestación tras la matanza de Atocha RADICALES LIBRES
María Luz Najera Julián. 24 de enero de 1977

El mismo 24 de enero, horas antes de la matanza de Atocha, un bote de humo lanzado por la Policía impactó en la frente de la estudiante universitaria Mariluz Nájera, que murió. En ese momento, Mariluz se encontraba en la manifestación en protesta por el asesinato de otro joven estudiante un día antes: Arturo Ruiz.
Pancho Egea. 24 de febrero de 1977

Pancho Egea era un trabajador de la construcción que acudió a una protesta conjunta de obreros de la construcción y del metal que se celebró en Cartagena el 24 de febrero de 1976. Como era habitual, la policía carga violentamente contra los manifestantes y dispara pelotas de goma. Tres de ellas van a parar a la cabeza y al cuello de Pancho Egea. Muere de un derrame cerebral. Martín Villa, como ministro de la Gobernación puede explicar por qué los agentes disparaban por encima de la rodilla balas de goma.
Jose Luis Aristizábal Lasa. 13 de marzo de 1977



José Luis Aristizábal

José Luis Aristizábal Lasa, 20 años, estudiante en la Escuela Superior de Técnica Empresarial de Gipuzkoa, circula en su automóvil en Donostia. Detiene su vehículo para esperar al paso de una manifestación. Lleva la ventanilla del vehículo abierta. Un agente de policía le dispara a bocajarro una pelota de goma. No hubo investigación. Martín Villa era el ministro responsable.
Ángel Valentín Pérez

Un grupo de ultraderecha lo asesinó a puñaladas durante una manifestación en la plaza de Sant Jaume. Era obrero de la construcción y tenía 24 años. Era de idología anarquista.
Isidro Susperregui Aldako. 30 de marzo de 1977

De 68 años. Fallece a consecuencia de una bola de goma recibida 15 días antes durante una manifestación. Es miembro activo de Acción Nacionalista Vasca
Semana proamnistía. 7 de mayo de 1977. Cinco muertos.

El 7 de mayo comenzó en Euskadi la semana por la amnistía. Se saldó con cinco muertos. En Rentería, la Guardia Civil carga con sus jeeps sobre los manifestantes. Rafael Gómez es asesinado tras recibir una ráfaga de un subfusil en el pecho. En Pamplona, José Luis Cano Pérez, de 27 años, es rematado en la nunca por un cabo de la Policía Armada tras haber sido brutalmente apaleado. El cabo es reconocido por testigos, pero nunca es procesado. También en Pamplona fallecería Luis Santamaría Miquelena, de 72 años, a consecuencia del shock sufrido tras impactar varias de la Policía en su balcón. Miguel de Caño sería asesinado por un guardia civil que lo embistió con su coche patrulla. En Ortuella la Guardia Civil asesina de un disparo a Manuel Fuentes.
Carlos Gustavo Frechen Solana. 11 de septiembre de 1977.

Recibió un golpe con una pelota de goma en la cabeza mientras se manifestaba en Barcelona en el día de la Diada de Catalunya.
Juan Peñalver Sandoval. 20 de septiembre de 1977

Este hombre, conserje del edificio donde se encontraba la revista El papus, fue asesinado tras explotar una bomba dirigida hacia la publicación satírica. El atentado es reivindicado por Triple A.
Miquel Grau. 6 de octubre de 1977.



Miquel Grau

Tenía 22 años. Le lanzaron desde un balcón un ladrillo mientras pegaba carteles que covocaba a la Dia del País Valencià en Alicant junto a un grupo de miembros del Movimiento Comunista. El asesino, que fue condenado a 12 años de prisión de los que cumplió cinco, era militante de Fuerza Nueva. El Gobernador Civil y la Policía defienden en el juicio el carácter apolítico del atentado. El día del funeral, la policía también carga para disolver las muestras de apoyo.
Manuel José García Caparrós. 4 de diciembre de 1977

Asesinado por disparos de la Policía durante una manifestación multitudinaria y autorizada a favor de la autonomía andaluza. El día siguiente, la Guardia Civ il irrumpe en las instalaciones de Radio Juventud y apalea al periodista Rafael Rodríguez, que ha calificado por las ondas de "asesinato" la muerte de García Caparrós.
Jesús Fernández Trujillo. 13 de diciembre de 1977.

Es asesinado por disparos de la policía. Tenía 22 años años y estudiaba en la Universidad de la Laguna, que se encontraba en huelga.
Agustín Rueda. 14 de marzo de 1978. 




Agustín Rueda

Fallece en la prisión de Carabanchel tras haber sido torturado por los funcionarios. Le preguntan por un túnel que ha sido descubierto en las dependencias de la cárcel.
Francisco Rodríguez Ledesma. 8 de julio de 1977

Resultó herido por disparos de un policía durante la disolución por las fuerzas antidisturbios, de una concentración pacífica de trabajadores y vecinos de El Cerro del Águila, que protestaban por el expediente de regulación de empleo la empresa textil Hytasa. Murió seis meses después.
Elvira Parcero Rodríguez. 13 de abril de 1978

Elvira Parcero Rodríguez, de 21 años, murió tras sufrir gravísimas después de la primera carga efectuada por la Policía Armada en Vigo al disolver una manifestación de trabajadores de Ascon, que momentos antes habían celebrado una asamblea.
Gustavo Adolfo Muñoz Bustillo. 11 de septiembre de 1978

Muere asesinado por disparos de la policía durante la celebración de la Diada en Barcelona.
Ursino Gallego Nicasio. 4 de marzo de 1979

Murió por impacto de una bala de goma disparada por los antidisturbios durante una manifestación convocada por asociaciones de vecinos para protestar por la escasez de agua en Parla.

Wednesday 5 August 2020

El Gobierno contabiliza 43 símbolos franquistas en cuarteles de la Guardia

Se consideró que 38 debían ser retirados y los cinco restantes podían ser conservados.


Bandera franquista en una manifestación en Madrid.EFE


El Gobierno tiene constancia de la existencia de al menos 43 vestigios franquistas en cuarteles de la Guardia Civil.

Así se lo ha asegurado el Ejecutivo en una respuesta parlamentaria a una pregunta escrita del portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet.

El Gobierno explica que la Comisión Técnica de Expertos de la Ley de Memoria Histórica contabilizó en 2011 un total de 43 vestigios franquistas en dependencias del instituto armado, de los cuales se consideró que 38 debían ser retirados y los cinco restantes podían ser conservados.


La contestación parlamentaria señala que la retirada de esos vestigios "se viene efectuando de forma paulatina, conforme lo permite la disponibilidad presupuestaria, debido a que no existe un crédito específico habilitado a tal fin".

Para Mulet, "si después de nueve años de elaborarse ese informe, no se han retirado, por ejemplo, los tres escudos que lucen en tres cuarteles de la Guardia Civil en Valencia, ni hay plazo para ello, es que se están burlando de la ciudadanía, demuestra que la ley 52/2007 es una tomadura de pelo, y que tanto para los gobiernos del PP como del PSOE y ahora para el de PSOE-UP, dignificar la memoria democrática solamente está en los titulares y no en los hechos".

Compromís denuncia además que "el Gobierno más progresista de la historia" "vuelva a burlarse del control parlamentario y no aporte la documentación pedida del catálogo donde se pueda ver estos 43 vestigios catalogados, y que tampoco se explique por qué de los 43, 5 pueden ser conservados, ni tampoco explicación de cuantos de los 38 restantes se han retirado". "Son un fraude de Gobierno, como los anteriores", se queja Mulet en un comunicado.

Tuesday 4 August 2020

Spanish State implicated in the terrorist attack to Catalan city Barcelona

Spain: Has the head of an Islamist terrorist cell really blown up?

Reading time:3 min.
Save to Pocket 
To pressRead comments49Contributions

Stranger and stranger circumstances came to light, statements were hidden, the imam was a secret service agent, the surviving terrorists were not charged with murder

From
  • Ralf Streck

It has long been no secret that the head of the terrorist attacks in Barcelona and Cambrils in the summer of three years ago was an informant for the Spanish secret service .

A year ago, the Público newspaper revealed that the secret service and other Spanish security forces were in contact with Imam Abdelbaki Es Satty until the attacks in August 2017, which Telepolis had reported extensively on ( Spanish secret service controlled terrorist cell .

Now Público has added and published that a key statement about Es Satty's work for the Spanish secret service was hidden in the mountain of investigation files with a volume of 100,000 pages and passed over by the public prosecutor's office and the Guardia Civil. The newspaper does not consider this to be a coincidence, after all, it was the main witness whose questioning had been expressly requested by Spain from the Belgian authorities.

Público rather assumes that the statement should remain hidden. It is therefore not mentioned in a summary of the investigations in the context of a request for legal assistance and it does not appear in the table of contents of a CD on which it is stored. Neither the judge nor the lawyers, therefore, knew of the existence of the statement. And no translation of the statement was sent to the judge responsible.

It is the five-page testimony of Soliman Akaychouh, the head of a mosque in Diegem near Brussels, where Es Satty wanted to preach. Akaychouh was questioned just three days after the attacks and stated in a statement published by Público that Es Satty said he was in telephone contact with the Spanish secret service. "He told me that he was speaking to the Spanish secret service, which among other things wanted to know where he was," said the head of the mosque.

The head of the mosque was suspicious of the imam because of his radicalism and extremism. That's why he got in touch with the Belgian police. The then started a request to the Catalan police. However, this yielded nothing, as the Mossos d'Esquadra, as is well known, had not been informed by their Spanish colleagues about the activities of the well-known radical Islamist and former drug dealer. As Telepolis reported, the Mossos were also left with access to important data and resources from the Center for Combating Terrorism and Organized Crime (CITCO).

Behind this was an unbelievable process in which the Spanish national police warned radical Islamists in 2015 about the investigation by the Catalan policeThe troops were evacuated with the "Operación Caronte" and wanted to carry out attacks on Jewish institutions in Barcelona and the parliament. The Islamists were also in contact with a neo-Nazi, friend of the head of the troop, to get weapons and explosives. And surprisingly, he was not accused of "supporting terrorism".

The big parties are preventing any clarification of the Imam's involvement with the security forces

These events are part of a whole series of peculiarities surrounding Islamist activities in Catalonia and Es Satty. He was known to the Spanish security forces as a radical Islamist since 2003. He was in contact with radical Islamists and was friends with one of those who caused the 2004 massacre in Madrid, which left 191 deadStrangely, Es Satty was also released early from jail where he was on drug trafficking. And his deportation to Morocco, which had been expressly stipulated in the judgment after the sentence had been served, was not implemented either, as he did not pose a "danger".

One could list many more curiosities. There is the fact that all the major parties in the Spanish parliament are refusing to investigate the imam's involvement with the security forces. Then there is the fact that the surviving members of the terrorist cell will not be charged with murder, despite the fact that they killed 17 people - including a German woman - and planned huge attacks. They were prevented because part of the troops was blown up while building the bomb the night before.

"We doubt that the Imám of Ripoll is dead"

The newest and most interesting curiosity, however, is that serious questions now arise as to whether the secret service spy Es Satty actually blew up while building the bomb in Alcanar, which has always been assumed so far. The lawyer Jaume Cuevillas said on Catalan television: "We doubt that the Imám of Ripoll is dead." Cuevillas represents the family of the young Xavier Martínez, who was also murdered during the terrorist drive with the van on the Ramblas.

He didn't find any evidence in the investigation files, such as DNA traces, that could prove that Es Satty was actually in the house at the time of the explosion. According to the investigators, four to five terrorists are said to have been there. However, only the remains of two people were found in the rubble, of whom only one could be identified. Witnesses also testified that the Imam's car drove away shortly after the explosion, which was later found in a neighboring village.

Es Satty's cell phone was also not found in the rubble. The lawyer reports from the investigation files that the phone was still used four days after the explosion. The e-mail address through which the terrorist was in contact with the secret service, as Público had discovered, was also used after the explosion. For Cuevillas it is also noticeable that no one claimed the Imam's body, but that the Imam's niece bought two plane tickets the night after the explosion and hours before the attack in Barcelona. Because of all of this, the attorney expressed "reasonable doubts" that Es Satty is dead.

https://www.heise.de/amp/tp/features/Spanien-Ist-der-Kopf-islamistischer-Terrorzelle-wirklich-in-die-Luft-geflogen-4789034.html?__twitter_impression=true

Monday 3 August 2020

The NewYork Times: The Immoral Double Life of the Former King of Spain

An outdated culture allowed King Juan Carlos I to become a lobbyist for Arab dictatorships and to hide his fortune for decades.
By David Jiménez

Mr. Jiménez is a Spanish journalist and nonfiction writer.
Aug. 13, 2020

King Juan Carlos of Spain, right, and King Abdullah of Saudi Arabia in 2008.Credit...Pierre-Philippe Marcou/Agence France-Presse — Getty Images
Leer en español

MADRID — One of my first assignments as a reporter, in 1996, was to interview an alleged lover of the king of Spain, Juan Carlos de Borbón y Borbón. My editors at El Mundo asked me to look into whether Bárbara Rey, a Spanish film and television actress, demanded money from the state in exchange for keeping her relationship with the married king secret. In the end, I didn’t get the interview. Under pressure, Ms. Rey chose to remain silent. Thus our king’s two great weaknesses — women and money — remained the country’s worst-kept secret for another two decades.

It’s time we Spaniards acknowledge that we always knew the king had no clothes, but we chose to look the other way.

An outdated culture of allegiance, the opacity surrounding the Spanish monarchy and a Constitution that exempts our kings from any criminal responsibility sent the monarch the message that he was above the law. His immunity from prosecution, designed to give stability to the institution of the crown, was used to amass a fortune primarily through millions of dollars in presumed kickbacks from Arab dictators. He acquired such wealth that in 2012, in the middle of the Great Recession that left 25 percent of Spaniards unemployed, he transferred 65 million euros to his lover Corinna Larsen, a German businesswoman.

The revelation of this royal “gift,” which Ms. Larsen attributed to “gratitude and love” — and investigators consider an attempt to hide illicit deals and large sums of money — is just the tip of the iceberg of a scandal that has forced the monarch into exile.


Juan Carlos I left the country on Aug. 4 and his whereabouts is unknown to us Spaniards. This strategy of keeping him out of the spotlight, after a secret negotiation between the Royal Household and the government, shows that we have learned nothing.

The former king, who abdicated in favor of his son, Felipe, in 2014, should be in the country he ruled for almost four decades while he is under investigation in Switzerland and Spain, including for receiving 100 million euros from Saudi Arabia in 2008. The royal bounty under suspicion, accumulated over decades, includes Ferrari cars, a yacht, luxury trips, land in Morocco and a London flat valued at more than 62 million euros, a gift from the sultan of Oman. It would be naïve to think that such generosity didn’t come at a price.


The Spanish Supreme Court is investigating whether the donation of 100 million dollars from the Saudis was a commission paid to Juan Carlos I for getting Spanish companies to build the high-speed train between Medina and Mecca at a value of 6.7 billion euros. We now know that for years the head of state led a double life as a lobbyist and that in return, his beneficiaries obtained decisive influence in Spain. How much influence? The authorities have only minimal interest in looking under that rock.

Parliament has blocked the creation of a commission that could have revealed the geopolitical implications of the former king’s behavior. The citizens thus miss the opportunity to ask the past four prime ministers of Spain what they knew about the king’s business dealings and their influence on Spanish foreign policy while his immunity from prosecution, which ended when he abdicated, protected him. Back in 1995, a well-known businessman, Javier de la Rosa, told the executive director of El Mundo at the time, Pedro J. Ramírez, that Kuwait paid $100 million as a reward for persuading the Spanish government to join to the coalition against Saddam Hussein during the first gulf war.

For decades, Spain has been a main supporter of Arab dictatorships that, thanks to our monarchy, have found a way to achieve international legitimacy. In November 2018, amid outrage over the murder of the journalist Jamal Khashoggi, Saudi Arabia showcased that Prince Mohammed bin Salman, who some accused of ordering the killing, still had friends: A photograph of a friendly greeting between Juan Carlos I and the crown prince appeared in Saudi news media.

Nor did the repression of protesters calling for democracy in Bahrain prevent the king from frequently traveling to that country, another of the “sister monarchies” that padded his bank accounts. One of Juan Carlos’s wealth managers told the Swiss attorney general’s office that the former king returned from a trip to Manama, Bahrain’s capital, with a briefcase containing nearly $1.9 million.



  

A demonstration last month in Madrid against the monarchy for alleged corruption.Credit...Oscar Gonzalez/NurPhoto, via Getty Images


Even as we await the decisions made by the judges in Switzerland and Spain, there is no doubt about the immorality of the behavior of the king, who for decades was the most admired man in Spain for his role in helping to lead the country from dictatorship to democracy. But the accumulation of evidence and the progression of the investigations hardly matter: The same political class, business community and courtly press that draped a mantle of impunity over the king has come to his rescue. What should be a question of decency and accountability is instead a polarized debate for and against the monarchy.

The emeritus king’s defenders proclaim that despite his faults, his legacy as the father of Spanish democracy is indelible. They consider it paramount to protect the institution at a time of great political fracture and territorial tensions, including Catalonia’s government bid for independence. The argument is legitimate, but loses its meaning when cloaked in conspiracy theories about a coordinated attack by the country’s enemies to overthrow the monarchy. No one has done more to sabotage the monarchy than the former king himself.

European monarchies are relics of the past whose role has been reduced to tasks of diplomatic representation, patriotic symbolism and, let’s face it, entertainment for the masses. The dissolute lives of the monarchs themselves (and their families) have traditionally been accepted, within certain limits. But when scandals involve a network of child abuse, such as the recently revealed connection of Prince Andrew of England to Jeffrey Epstein, or suspicions of corruption, as with Juan Carlos I, that tacit pact is broken and the question resurfaces: Do we need the monarchy?

An institution like the Spanish one cannot be saved by seeking a placid retirement for the former king. Shielding him from the consequences of his actions and maintaining the usual opacity sends the message to the current monarch, Felipe VI, that he would receive the same treatment regardless of his actions.

What we need is an open debate on the model of our state and deep reforms that adapt the monarchy to the times, starting with putting an end to judicial impunity and establishing a culture of transparency. The idea that in the 21st century, kings can appear unclothed, as in Hans Christian Andersen’s classic tale, and expect their subjects to simply look the other way can result only in an unhappy ending.

David Jiménez (@DavidJimenezTW) is a writer and journalist. His most recent book is “El director.” This article was translated by Erin Goodman from the Spanish.

The Times is committed to publishing a diversity of letters to the editor. We’d like to hear what you think about this or any of our articles. Here are some tips. And here’s our email: letters@nytimes.com.

Follow The New York Times Opinion section on Facebook, Twitter (@NYTopinion) and Instagram.

Saturday 1 August 2020

Una investigación destapa las vejaciones postmortem contra las mujeres durante el franquismo

La violencia específica ejercida sobre el cuerpo de las mujeres estuvo basada en el fin purificador del franquismo y la política de deshumanizar a las mujeres antifascistas.

Personal técnico trabajando en la exhumación de la fosa común de Pico Reja, una de las mayores fosas del franquismo, ubicada en el cementerio de San Fernando, en Sevilla. María José López / Europa Press


MADRID12/08/2020 14:28 ACTUALIZADO: 12/08/2020 14:30

MARIAM EL MOURJANY


La arqueóloga, antropóloga forense e investigadora de la Universidad de Ámsterdam y de la Universidad de Extremadura Laura Muñoz-Encinar ha expuesto en su tesis Descubriendo la represión de género: un análisis de la violencia sufrida por las mujeres durante la Guerra Civil y la dictadura de Franco en el suroeste de España, como durante la Guerra Civil y la dictadura, miles de mujeres fueron vejadas, violadas, torturadas y asesinadas, y a diferencia de los hombres, sufrieron además otro tipo de represión de carácter sexista incluso después de la muerte por ser mujeres.

La antropóloga forense ha realizado un análisis basado en historias de mujeres víctimas, que sufrieron humillaciones físicas y psicológicas, y en fosas comunes con cuerpos de mujeres. Argumentando que las diferentes represiones fueron motivadas por la percepción de las mujeres como ciudadanas de segunda clase y por tanto inferiores a los hombres.

Testimonios orales y archivos históricos han documentado multitud de acciones represivas asociadas al género: se ejercía una posición dominante contra ellas en base a descalificaciones y amenazas para establecer una superioridad masculina. En su cuenta de Twitter Laura Muñoz-Encinar recoge parte de su tesis.

La investigadora explica que ideólogos franquistas, como Vallejo-Nájera, "consideraban a las mujeres seres inferiores y volubles, que hacían uso de las revoluciones sociales para dar rienda suelta a sus latentes apetitos sexuales, convencidos de su crueldad, perversidad innata y criminalidad natural".

Para los franquistas el feminismo y las políticas de igualdad introducidas durante la Segunda República caracterizaban "la creciente corrupción de la mujer, castigadas por actuar de forma impropia a su género hasta el punto de que roja adquirió el significado de no-mujer", añade.

Esta superioridad y valoración subordinada del género femenino fomentó los castigos como consecuencia de su actividad política durante la República o porque eran esposas, madres y hermanas de republicanos.

Las investigaciones se han llevado a cabo a través de exhumaciones de fosas comunes que han aportado datos sobre los centenares de mujeres de las que no existe registro documental.

Tortura para "expulsar al comunismo de sus cuerpos"

Los distintos tipos de castigo podían ser físico, a través de la ejecución, tortura y violación primero durante la guerra y luego en las cárceles de Franco, y psicológico, exponiéndolas públicamente con el cabello rapado y desnudas o semidesnudas, tras haber ingerido aceite de ricino, con el objetivo simbólico de "expulsar al comunismo de sus cuerpos".

"Durante la ocupación militar numerosas mujeres fueron violadas y ejecutadas", en muchas ocasiones embarazadas, como en Llerena o en Fregenal de la Sierra.

La vejación continuaba después de la muerte


En ocasiones, la vejación de las víctimas continuaba tras la muerte. Varias mujeres fueron enterradas desnudas entre dos varones, con un alto componente simbólico. Paralelamente, en áreas de retaguardia numerosas mujeres eran "paseadas y enterradas en fosas en cunetas o sacadas de las cárceles en la que habían permanecido sin ninguna garantía procesal".

"En las fosas hemos encontrado un patrón distinto sobre cómo acaban los hombres y las mujeres dentro de un mismo depósito. Generalmente, las mujeres fueron las últimas en ser introducidas dentro de las fosas y se solían depositar en la misma área".
Disposición de una fosa. / Laura Muñoz-Encinar

Tras la guerra muchas mujeres confiaron en las palabras de Franco y volvieron a sus pueblos, pero fueron detenidas de forma inmediata, como la maestra Matilde Morillo, al descender del tren con sus hijas. Torturada, violada y ejecutada. "Su cuerpo permanece aún desaparecido. Al amanecer los perpetradores regresaron con el abrigo de Matilde en la punta del fusil a modo de bandera, como si de un trofeo se tratase"


Fotos de Matilde Morillo / Laura Muñoz-Encinar

En el caso de Matilde y de otros tantos cuerpos hallados, Muñoz-Encinar tuvo un gran problema: la identificación de las víctimas. Puesto que en múltiples ocasiones no hay registro alguno de las personas ejecutadas, así como tampoco del lugar donde fueron enterradas, la posibilidad de reconocer a las víctimas se vuelve remota. "Con Matilde, hay una clara intención de ocultar su violento destino en la documentación oficial. Esto es también el caso de muchas otras víctimas de la 'justicia de Franco'".

"El porcentaje de mujeres asesinadas es inferior al número de varones. La violencia específica ejercida sobre el cuerpo de las mujeres estuvo basada en el fin purificador del franquismo y la política de deshumanizar a las mujeres antifascistas", explica la antropóloga. A algunas mujeres les faltaban pertenencias personales, que probablemente se perdieron durante la tortura o fueron retirados para usarse como trofeo

En relación a la arqueología, las pertenencias personales registradas en fosas comunes incluyen artículos relacionados con actividades e identidades profesionales relacionadas con la mujer. Algunas mujeres de las fosas comunes les faltaban algunos elementos de la ropa y las joyas. Estas pertenencias personales probablemente se perdieron durante el maltrato al que fueron sometidas las mujeres antes de ser asesinadas, en el que el abuso sexual fue recurrente, o como significado simbólico, por ejemplo el caso del abrigo de Matilde Morillo en Castuera, podrían haber sido retirados de las víctimas y utilizados como trofeo por los perpetradores.

La investigadora Laura Muñoz-Encinar, concluye su tesis con una cita del libro Individuas de dudosa moral: la represión de las mujeres en Andalucía, de Pura Sánchez: "Las mujeres eran consideradas como un cuerpo, un territorio donde los hombres proyectaban sus deseos de victoria o dominación. La materialización de esta violenta represión hizo visible simultáneamente, en un mismo gesto, la victoria de los vencedores y la sumisión de los derrotados".


Te necesitamos en la República

En la República de Público ondeamos la bandera del periodismo valiente y de calidad. Nuestra independencia no depende de los poderosos, sino de personas como tú.

FORMA PARTE DE NUESTRA REPÚBLICA
ETIQUETAS
SOCIEDAD
VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO
MUJERES ANTIFASCISTAS