Thursday, 11 October 2012

bloody spain that has not changed seguimos en el limbo (Siete días de Enero)



La Matanza de Atocha de 1977 fue un atentado terrorista cometido por extremistas de derecha en el centro de Madrid la noche del 24 de enero de 1977, en el marco del llamado terrorismo tardofranquista. Cinco sindicalistas fueron asesinados, marcando la transición española iniciada tras la muerte del dictador Francisco Franco. Un comando ultraderechista penetró en un despacho de abogados en derecho laboral de Comisiones Obreras (CC OO) y militantes del Partido Comunista de España (PCE), situado en el número 55 de la calle de Atocha, abriendo fuego contra los allí presentes, matando a cinco personas y dejando cuatro heridos. El Tribunal que dictó sentencia el 4 de marzo de 1980 consideró que los procesados Francisco Albadalejo (secretario del Sindicato Vertical del Transporte Privado de Madrid y vinculado a FE de las JONS), José Fernández Cerrá, Carlos García Juliá y Leocadio Jiménez Caravaca constituían un "grupo activista e ideológico, defensor de una ideología política radicalizada y totalitaria, disconforme con el cambio institucional que se estaba operando en España". El fallo condenó a José Fernández Cerrá y Carlos García Juliá a un total de 193 años a cada uno de ellos, y a Francisco Albadalejo, a un total de 73 años. El periódico italiano Il Messaggero indicó en marzo de 1984 que neofascistas italianos habían participado en la matanza,1 tesis que fue respaldada en 1990, cuando un informe oficial italiano relató que Carlo Cicuttini, un neofascista italiano próximo a la organización Gladio (una red clandestina anti-comunista dirigida por la CIA), había participado en la matanza. Cicuttini había escapado a España donde adquirió la nacionalidad española, después del atentado de Peteano de 1972, hecho con Vincenzo Vinciguerra.2 En la actualidad hasta en 23 pueblos de la Comunidad de Madrid, existen calles y plazas, recordando a las víctimas de Atocha del número 55.3 Índice [ocultar] 1 El atentado 2 Legalización del PCE 3 Polémicas capturas 4 Filmografía 5 Véase también 6 Referencias 7 Enlaces externos El atentado[editar · editar fuente] Los terroristas, al parecer, iban en busca del dirigente comunista Joaquín Navarro, Secretario General del Sindicato de Transportes de CCOO en Madrid, convocante de unas huelgas anteriores que, en buena medida, desarticularon a la que llamaban mafia franquista del transporte. Al no encontrarle, ya que había salido un poco antes, decidieron matar a los presentes, concretamente dos jóvenes con armas de fuego, después de llamar al timbre del piso entre las 22:30 y 22:45 horas. Con ellos iba una tercera persona, encargada de cortar los cables del teléfono y registrar los despachos. En la misma noche, personas desconocidas asaltaron también un despacho del sindicato UGT, que se hallaba vacío. Como consecuencia de los disparos resultaron muertos los abogados laboralistas Enrique Valdevira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz y Francisco Javier Sauquillo Pérez del Arco; el estudiante de derecho Serafín Holgado de Antonio; y el administrativo Ángel Rodríguez Leal. Resultaron gravemente heridos Miguel Sarabia Gil, Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, Luis Ramos Pardo y Dolores González Ruiz, casada con Sauquillo. Legalización del PCE[editar · editar fuente] Calle de Atocha en Madrid. El PCE seguía siendo ilegal. El secretario general del partido comunista, Santiago Carrillo, había regresado del exilio en febrero de 1976 clandestinamente. Sin embargo hizo acto de presencia para forzar el reconocimiento y legalización del PCE. En los dos días anteriores habían muerto otras dos personas relacionadas con movimientos de izquierdas, una a manos de la misma Triple A y otra por un bote de humo lanzado por la policía a corta distancia durante una manifestación en protesta por la muerte del primero. Debido a todo ello, se temía una reacción violenta que ayudase a desestabilizar aún más la transición política. Al entierro asistieron más de cien mil personas, la primera manifestación multitudinaria de la izquierda después de la muerte del dictador Franco, y transcurrió sin incidentes. Le siguieron importantes huelgas y muestras de solidaridad en todo el país, además de un paro nacional de trabajadores el día después del atentado. En estas muestras de fuerza se da la paradoja que las fuerzas de seguridad incluso protegen a los miembros de un partido ilegalizado, contribuyendo en buena medida, incluso algunos lo consideran como el momento decisivo, para la legalización del partido después. En abril, tres meses después, la legalización se oficializa durante el día conocido como Sábado Santo Rojo, por ser durante el sábado de la Semana Santa, festividad católica para así aprovechar y mitigar parte de la oposición política y militar en vacaciones. En febrero el gobierno de Adolfo Suárez ya habían comenzado a legalizar otros partidos como el PSOE o el PNV. La Matanza de Atocha es quizás el clímax o el momento más grave de los distintos sucesos violentos que van sucediéndose, poniendo en peligro un cambio político y social en el país, con atentados del grupo terrorista vasco ETA (responsable de 28 muertos en 1977), el maoísta GRAPO (en el mismo mes responsable de la muerte de dos guardias civiles y un policía nacional) o por ejemplo de otras organizaciones como el Movimiento Para la Autonomía e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC). En junio se convocan las primeras elecciones generales democráticas posteriores a la dictadura franquista, en un ambiente de gran efervescencia o inquietud social y político que a muchos les recordó la proclamación de la Segunda República en 1931.4 Polémicas capturas[editar · editar fuente] Los asesinos, creyéndose bien amparados por sus contactos políticos, no se tomaron la molestia en huir de Madrid. Desconocían que para el gobierno era una prioridad capturarlos, de tal modo que se confiase en el proceso de transición democrático. En pocos días, la Policía Armada detuvo a José Fernández Cerrá, Carlos García Juliá y Fernando Lerdo de Tejada en calidad de autores materiales de los hechos, y a Francisco Albadalejo Corredera -secretario provincial del Sindicato Vertical del transporte, estrechamente vinculado con la mafia del transporte- como autor intelectual. También fueron detenidos Leocadio Jiménez Caravaca y Simón Ramón Fernández Palacios, excombatientes de la División Azul, por suministrar las armas, y Gloria Herguedas, novia de Cerrá, como cómplice. Durante el juicio se llamó a declarar a conocidos dirigentes de la extrema derecha, como Blas Piñar y Mariano Sánchez Covisa. Sin embargo los propios agentes declinaron cobrar la recompensa por su captura. No obstante, hubo dudas y polémica de si no habría alguien con una mayor responsabilidad en los atentados. El juez de la Audiencia Nacional encargado del caso, Rafael Gómez Chaparro, se negó a investigar más allá de los encausados comentados. La fuga de Lerdo de Tejada, que continúa en paradero desconocido a pesar que su delito prescribió en 1997, antes del juicio durante un extraño permiso penitenciario por Semana Santa que Gómez Chaparro le concedió en abril de 1979, contribuyó a profundizar estas dudas que han perdurado hasta la actualidad. Además, Simón Ramón Fernández Palacios, falleció el 23 de enero de 1979. La mayoría de los criminales estaban próximos a Fuerza Nueva y otras organizaciones políticas de extrema derecha. La Audiencia Nacional condenó a los acusados a un total de 464 años de cárcel. José Fernández Cerdá y a Carlos García Juliá, autores materiales de los hechos a 193 años de prisión cada uno; 63 años a Francisco Albadalejo Corredero (fallecido en prisión en 1985); 4 años a Leocadio Jiménez Caravaca (fallecido en 1985 de cáncer de laringe), y a Gloria Herguedas Herrando, a un año. Uno de los heridos, Miguel Ángel Sarabia, comentaba al respecto en el 2005: Aunque ahora parezca poca cosa, el juicio de los asesinos de Atocha, en 1980 -pese a la arrogancia de los acusados, con camisa azul y muchos asistentes, también de uniforme-, fue la primera vez que la extrema derecha fue sentada en el banquillo, juzgada y condenada.3 García Juliá se fugó también 14 años después, al serle concedida la libertad condicional con todavía pendientes más de 3800 días o unos 10 años de prisión.5 Sería detenido a los dos años en Bolivia, esta vez por narcotráfico, y allí permanece en prisión, requerido por las autoridades judiciales españolas. Fernández Cerrá puesto en libertad tras 15 años en la cárcel, algunos lo sitúan trabajando en una empresa de seguridad.5 Jaime Sartorius, abogado de la acusación particular, declararía años después: Faltan las cabezas pensantes. No nos dejaron investigar. Para nosotros, las investigaciones apuntaban hacia los servicios secretos, pero sólo apuntaban. Con esto no quiero decir nada.5 Después de las revelaciones del primer ministro italiano Giulio Andreotti en octubre de 1990 acerca de la red Gladio, una organización secreta anticomunista durante la guerra fría, un reporte del CESIS italiano informaba que Carlo Cicuttini había participado a la matanza de Atocha.2 El 11 de enero de 2002, el Consejo de Ministros concedió la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort a los tres abogados y el estudiante fallecidos, mientras que a Ángel Rodríguez Leal, en tanto que administrativo, se le otorgó la Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort. Esta condecoración es la más alta distinción con la que se reconoce en la Justicia de España a quienes han destacado a lo largo de su vida por sus méritos profesionales y humanos al servicio del Derecho. En el mes de noviembre de 2005 fallece Luis Ramos, uno de los abogados heridos en el atentado. Sus amigos y la Fundación Abogados de Atocha le rinden un homenaje que se celebra en el Ateneo de Madrid el 14 de enero de 2006. Como lema del homenaje figuró la frase de Paul Eluard, Si el eco de su voz se debilita, pereceremos. Miguel Sarabia murió en Madrid el 20 de enero de 2007 tras una larga enfermedad.


 Siete días de enero, película del género dramático dirigida en 1979 por Juan Antonio Bardem, producida en España y Francia. Basada en la Matanza de Atocha del 24 de enero de 1977, durante la transición española. Durante su estreno, se encontró con problemas y amenazas de grupos de extrema derecha autodenominados como Cristo Rey. La película funciona a modo de documental, relatando los días de enero anteriores y posteriores al atentado en Atocha y cuando, posteriormente, se realiza el juicio del grupo autoidentificado como Alianza Apostólica Anticomunista (Triple A). Sinopsis[editar · editar fuente] Día 22 de enero, una familia burguesa vinculada al franquismo, celebra la boda de uno de sus miembros. Durante la fiesta, se escuchan las discusiones preocupadas de militares y miembros de la iglesia católica, con discursos de tinte fascista. Mientras dos abogados, el matrimonio formado por Lola y Francisco Javier, entra en el portal de su despacho donde se encuentran con miembros de la policía, relacionados con la extrema derecha, atentos a la reunión de un grupo del sindicato de trabajadores para continuar o no con una huelga. Poco después Lola recibe una llamada amenazante dirigida a Joaquín Navarro, la cabeza visible de los trabajadores en la huelga. Día 23 de enero, en las calles de Madrid, utilizando algunas imágenes de archivo, hay una manifestación pro-amnistía de presos políticos mientras se celebra un entierro de Luis Pardo, acompañado de falangistas. Durante una carga policial, un estudiante cae abatido, Arturo Ruiz. En un bar se reúnen los tres policías anteriores, con jóvenes militantes de extrema derecha, para luchar contra la izquierda y sus continuas manifestaciones. Día 24 de enero, a grito de libertad, libertad se disuelve una huelga en una asamblea de trabajadores por un acuerdo con las patronales, con provocaciones de grupos de extrema derecha, cada vez más indignada, entre los que se encontraba Luis María. En una manifestación por la muerte de Arturo Ruiz muerto el día antes muere una estudiante universitaria, Maria Luz Najera de 21 años, alcanzada por un bote de humo de la policía antidisturbios. En el mismo día el grupo maoísta GRAPO, secuestra al Teniente General Villaescusa. En una conversación entre Luis María y su madre y luego en una reunión en su casa, se alienta y planifica el asesinato de los abogados de derecho laboral y de la figura de Joaquín Navarro. Finalmente Luis María y dos más armados, se dirigen al despacho situado en calle Atocha y esperan a que el último sindicalista salga, precisamente el último será Joaquín Navarro, e irrumpen en el piso acorralando a los abogados y a un administrativo contra la pared. Luis María se encarga de quedarse en las escaleras y vigilar que nadie interrumpa, mientras los otros dos disparan a los rehenes. Día 25 de enero, después de lo ocurrido, en un hospital uno de los abogados supervivientes relata a la policía todo lo ocurrido e identifica a uno de ellos, ya que iban a cara descubierta. Día 26 de enero, manifestación multitudinaria de más de 100.000 personas por el atentado, Luis María confiesa a su novia que ha cometido un servicio a España. Se vuelve al 24 de enero, cuando Joaquín Navarro y otros compañeros habían bajado ya de la reunión en el despacho de abogados y se encontraban en un bar, al escuchar el ruido de sirenas de la policía se encuentran con la matanza sucedida. Día 7 de febrero, comienzan las declaraciones, compareciendo Joaquín Navarro, los abogados supervivientes. Día 11 de febrero, se rescata al Teniente General Villaescusa, mientras la madre de Luis María y un amigo familiar ven la situación que se complica, el GRAPO y los patriotas de Atocha se están poniendo a la misma altura, como asesinos que están perdiendo apoyo público. Día 14 de febrero, uno de los policías habla a Luis María y otros relacionados con la matanza para que dejen el país hasta que la situación se pueda normalizar. En marzo, después de estar escondido Luis María en un chalet en la sierra, se va a un restaurante en Murcia invitado por militares para homenajearlo, pero se percata de que está siendo vigilado por la policía. Día 12 de marzo finalmente es detenido junto al resto de miembros que habían colaborado, e intentan organizarse para mostrar una coartada común en el juicio. Día 23 de marzo, comienza el juicio con la declaración de los imputados. Día 23 de octubre, los abogados supervivientes asisten a una rueda de reconocimiento donde se les identifica como los responsables. La película termina con imágenes reales del entierro multitudinario de los abogados. Premios[editar · editar fuente] Golden Prize en el Festival Internacional Cinematográfico de Moscú en 1979.

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