Wednesday, 5 February 2020

Policías de Jusapol persiguen a Laura Borràs por Madrid



Foto: EFE
Madrid. Martes, 3 de marzo de 2020
La diputada de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, ha denunciado este mediodía el acoso al que ha sido sometida por agentes policiales que participaban en la manifestación convocada por Jusapol ante el Congreso de los Diputados. Borràs y la jefa de prensa de la formación han sido perseguidas por manifestantes por la calle cuando intentaban coger un taxi.

"Increíble: nos han perseguido a nuestra jefe de prensa y a mí desde la calle Cedaceros hasta el 40 de la Carrera de San Jerónimo con máscaras y estanqueras", ha denunciado la diputada, que también ha criticado la actitud de los miembros del servicio de seguridad del Congreso. "Hemos pedido protección a la seguridad del Congreso para poder subir a un taxi y la respuesta es entrañable: 'para qué, si son policías'", ha relatado.

Laura Borràs
✔@LauraBorras

Increïble: ens han perseguit a la nostra cap de premsa i a mi des de Cedaceros fins al 40 de C. San Jerónimo amb màscares i ‘estanqueras’. Hem demanat protecció a la seguretat del @Congreso_Es per poder pujar al taxi i la resposta és entranyable: ‘para qué, si son policías’ .
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12:33 PM - Mar 3, 2020 · Madrid, Spain
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La situación ante el Congreso era bastante tensa, dado que los manifestantes han roto el perímetro de seguridad y se han tenido que cerrar las puertas de acceso al recinto parlamentario. Ante la negativa de los dos agentes del Cuerpo Nacional de la Policía a dar protección a la diputada y a la jefa de prensa, "con las puertas cerradas por el peligro de los manifestantes que campaban a sus anchas por todas partes", técnicos de JxCat y del BNG las han acompañado finalmente a coger un taxi fuera de la zona que estaba acordonada a través del túnel que une los dos edificios del Congreso.

Laura Borràs
✔@LauraBorras


Replying to @LauraBorras
Davant de la negativa del @Congreso_Es a oferir-nos protecció, amb les portes tancades pel perill dels manifestants que campaven lliurement per tot arreu, tècnics de @JuntsXCat i @bngcongreso m’han acompanyat a pujar al taxi que s’esperava fora de la zona acordonada via túnel!


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1:07 PM - Mar 3, 2020 · Madrid, Spain
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Laura Borràs
✔@LauraBorras


Replying to @LauraBorras

Els dos PN que eren a la porta s’han negat a acompanyar-nos, malgrat que el perill era ben evident. Els uixers del @Congreso_Es ,en canvi, han sortit fora de l’edifici amb nosaltres i veient la situació ens han demanat que creuéssim mitjançant el túnel que uneix els dos edificis.
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1:21 PM - Mar 3, 2020 · Madrid, Spain
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En el camino de la puerta del Congreso al taxi, la diputada ha sido sido increpada por los manifestantes. "Los insultos han sido brutales: hija de puta, putos catalanes", explica Borràs, que ha descrito la sorpresa de los técnicos que las acompañaban así como del taxista ante la pasividad del personal de seguridad del Congreso.


Laura Borràs
✔@LauraBorras


Replying to @LauraBorras


Un cop travessat el carrer, de la porta del @Congreso_Es a la del taxi eren 5 metres escassos però l’escridassada i els insults han estat brutals: ‘hija de puta’, ‘putos catalanes’....Els tècnics,garratibats, i el taxista també davant la passivitat dels PN que no es manifestaven.

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1:43 PM - Mar 3, 2020 · Madrid, Spain
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La diputada, ya desde el taxi, se ha puesto en contacto con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, para denunciar la inacción de los agentes policiales. Borràs reclama a Batet que "averigüe cómo se niega protección a diputados cuando manifestantes enmascarados y con bengalas nos amenazan como lo han hecho".

Laura Borràs
✔@LauraBorras


Replying to @LauraBorras

Finalment, ja des del taxi, camí de l’aeroport, he posat els fets en coneixement de la Presidenta del @Congreso_Es @meritxell_batet per fer la denúncia i que esbrini com es nega protecció a diputats quan manifestants policies emmascarats i amb bengales amenacen com ens han fet.
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1:49 PM - Mar 3, 2020 · Madrid, Spain
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Laura Borràs, al poco del incidente, ha denunciado que estos hechos demuestran que "la seguridad no es para todo el mundo" y ha añadido que si los manifestantes en vez de policías hubieran sido catalanes, "ya estarían ante la Audiencia Nacional".

Scary NeoNazi Fascist policemen menacing us all about pushing for war. This is the real S-pain



Tuesday, 4 February 2020

Proof of how UK meddle with southern European countries fate supporting the rightwing and fascism

Parallel situations on the southern countries as UK and other powers meddle with politics so that the Left gets literally erased from the face of earth. In this article which talks about fascism in Greece one can spot the critical issue which no one wants to get. UK is a power which support all the fascist regimes abroad, so that the left can never exist, so that the left can't fulfil its International project. 

It is sickening to connect the dots, and place the fate of Spain after those power pulled certain strings.

They are cynically guilty and play as if neutral. No, they are not neutral!

They should be accused for what they have done to the rest of Europe, specially the south mediterranean nations. E.Planas

"The activist Kostis Papaioannou, a former president of the National Commission for Human Rights, told me that these revelations have not come as a great shock, since there is a feeling among many Greeks that “it’s not the first time” they’ve seen this happen. Rather, it’s a reminder of the country’s traumatic experiences during the 20th century.
The German occupation of Greece in the second world war was marked by famine, massacres and a growing conflict between communist-led partisans and those rightwing Greeks who collaborated with the occupiers. As the war drew to a close, British forces, who had until then supported the partisans, attempted to prevent them from running the newly liberated country. Instead, the British empowered the right. This sowed the seeds for the civil war of 1946 to 1949, during which more than 150,000 people were killed. As the historian Mark Mazower writes in Inside Hitler’s Greece, the civil war ended in victory for the right, behind whom “lurked the mysterious ‘para-state’, a loose network of shadowy rightwing paramilitary organisations dedicated to protecting Greece … from the left”.
Almost three decades of repression followed; first under a system of “managed” democracy in which leftwingers and their families were blocked from taking up public sector jobs, and former partisans were exiled to remote islands in the Aegean – then, between 1967 and 1974, by a military junta backed by the US. Golden Dawn’s leadership hails from the far-right milieu that surrounded the junta. Michaloliakos once led the youth wing of a party founded by the former leader of the dictatorship."

Monday, 3 February 2020

Matar otra vez a Miguel Hernández ( Horror Fascista en el Ayuntamiento PP de Madrid)

El Ayuntamiento de Madrid borra los versos del poeta, considerando que más vale no remover (ni leer) o intuyendo efectos de desestabilización en un puñado de versosRaquel Ejerique
30 comentarios
19/02/2020 - 21:11h
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Identificación de Miguel Hernández


más INFO

Madrid borra los versos de Miguel Hernández del memorial de las víctimas de la Guerra Civil en La Almudena
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Miguel Hernández


Al poeta Miguel Hernández lo represaliaron por rojo, comunista, peligroso y republicano y el franquismo lo confinó de por vida en cárceles heladas que acabaron por secarle los pulmones a los 31 años. Llegó la democracia y brilló la letra y los poemas de un pastor que se había rebelado contra el golpe de Estado. Se le resarció como a un valiente patriota y un valioso poeta.

Esta semana, en un anacrónico salto atrás con voltereta, el Ayuntamiento de Madrid -gobernado por el PP en coalición con Ciudadanos y el apoyo de Vox, miren si las compañías importan- ha borrado sus versos de un memorial del cementerio de la Almudena, considerando quizás que no es digno de homenaje, que más vale no remover (ni leer) y evitando efectos de desestabilización social en este puñado de versos:


Para la libertad me desprendo a balazos

de los que han revolcado su estatua por el lodo.

Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,

de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,

ella pondrá dos piedras de futura mirada

y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan

en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño

reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.

Porque soy como el árbol talado, que retoño:

porque aún tengo la vida.

Pura maldad bolchevique, puro reabrir heridas, pura propaganda. El monolito tiene ahora una placa vacía y lisa, la mejor garantía para que nadie se ofenda. Con censuras preventivas así, justificadas siempre en la equidistancia y desde una alcaldía como la de Madrid, resulta aún más hilarante y utópica la propuesta del gobierno de Pedro Sánchez de penar la apología del franquismo. Además de una mala idea que roza el derecho a la libertad de expresión, es evidente que los españoles aún estamos en los prolegómenos de un camino complejo de 'verdad, justicia y reparación' que apenas se ha iniciado para muchos de nuestros ciudadanos y gobernantes, que desean que jamás se inicie y nos quedemos donde lo dejó el franquismo.



Soporte y placa sin grabar en uno de los soportes. E.C. / MADRID

Ha costado cuarenta años empezar a reivindicar tímidamente los huesos de los abuelos, quitar calles de homenaje a franquistas (con numerosos obstáculos judiciales) y decir sin vergüenza o discreción "mi abuelo fue republicano". No hablemos ya de devolver lo expoliado, el patrimonio de los Franco, las sentencias ilegales o las oligarquías o cambiar el código penal. En 2020, solo un poema, el nombre de un poeta o de los represaliados en una placa son chispa amenazante suficiente para que todo se tape y se borre en este palimpsesto de desmemoria en el que Almeida ha decidido convertir la capital de España.

Miguel Hernández tuvo una vida demasiado cruel y corta. Citar su nombre y sus versos no debiera levantar suspicacias ochenta años después de la guerra, a menos que uno tenga una mente vengativa, poco empática o retorcida, porque la palabra solo puede ofender al inseguro o al ignorante. La intención de desaparecer al poeta de un sencillo monolito es condenarle de nuevo como "elemento subversivo y peligroso" y devolverle, injustificada e injustamente, a la celda del olvido.

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La ONU destroza a España: pobre, racista, burócrata, violenta y segregadora

EsDiario relativiza el dictamen del investigador de la ONU porque destroza a España y siguen diciendo que las "cifras lo desmienten" cuales cifras señores?? 
Esther Planas 



El relator de la ONU, junto a una ilustración de la esclavitud americana

Un enviado especial de Naciones Unidas prepara un informe que destroza a España y la retrata de una manera cruel y despectiva pese a que las cifras le desmienten.

¿Es España un país con casi un tercio de pobres en determinadas capas sociales? ¿ Y con un problema de violencia de género? ¿Racista con los gitanos y xenófobo con los extranjeros, a los que llega a tratar como "a animales"? ¿Tenemos una educación segregadora? ¿Y una Administración pública ineficaz y burocratizada?

Seguramente solo en lo último puede haber cierto consenso afirmativo. Pero lo demás producirá sorpresa y una cierta indignación. Pero es lo que piensa de España Naciones Unidas, y así lo ha consignado un informe su enviado especial, el Relator para la pobreza extrema y los derechos humanos, Philip Alston.

El mismo que ha hecho balance de la visita de dos semanas por nuestro país, tras las cuales ha emitido un anticipo de su informe final que es, sin necesidad de esperar a las conclusiones escritas, se puede afirmar que será tan demoledor como seguramente desproporcionado e injusto.
El enviado de la ONU echa la culpa de todo a Rajoy, sin citarlo, y hace una defensa encendida del PSOE y Podemos

Porque el funcionario de la ONU parece haber tomado las tristes excepciones y las injusticias, que sin duda existen, como la norma para definir a todo un país. Un ejemplo: afirma haberse quedado "pasmado" por la situación de los recolectores de fresa en Huelva, que viven "como animales" mientras grandes empresas "ganan millones de euros".

La realidad es que la fresa es una oportunidad para casi 20.000 recolectoras procedentes de Marruecos, dada la dificultad para que asuman la tarea trabajadores españoles. Y que, pese a haberse constatado abusos laborales en el pasado, la tarea está regulada ahora por un convenio colectivo firmado por CC.OO; supervisada por mediadores formados por ONG's y tutelada de manera directa por la Junta de Andalucía: hay margen de mejora, sin duda, pero no es los "campos de algodón" de los negreros americanos del XIX como afirma la ONU.


8M: Verdades y mentiras sobre la mujer en España

Pese a lo cual, el relator no desiste de su cruel retrato. Afirma de viva voz, en una comparecencia este viernes, que "hay dos Españas": una de "prosperidad" y otra que es "el hogar de un porcentaje muy alto de personas viviendo al borde de sus posibilidades", aunque considera que el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos es la "gran esperanza".

"Me ha quedado claro que hay dos Españas, yo he estado de visita muchas veces aquí y he sido testigo de la prosperidad, pero esta vez he visto el otro rostro, una España que es el hogar de un porcentaje muy alto de personas que están viviendo al borde de sus posibilidades", ha indicado Alston este viernes en una rueda de prensa en Madrid.
Según el delegado de la ONU, casi uno de cada tres españoles vive en riesgo de pobreza extrema

Y ojo a su conclusión: asegura que el 26,1% de la población española y el 29,5% de los niños estaban en riesgo de pobreza y exclusión social en 2018. A su juicio, estas estadísticas colocan a España "entre las peores" posiciones de la Unión Europea. Hay zonas de España "con peores condiciones que un campo de refugiados, sin agua corriente ni electricidad", afirma.

"España, en los últimos 10 años, decidió que la mayor parte de su pobreza continuase, que se estancara", ha señalado. "Gran parte de lo descrito se refiere al último decenio pero la gran esperanza es el acuerdo de coalición", ha añadido en no menos sorprendente respaldo a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y su ataque velado al PP.

También racistas
El Relator de la ONU ha explicado que durante su visita a seis comunidades autónomas le ha preocupado especialmente la situación de los trabajadores migrantes del sur, de los gitanos y de las familias que están luchando contra los desahucios.

Para el supuestamente experto, en España hay dos grupos de personas pobres. Entre las más vulnerables se encuentra la comunidad gitana tratada en algunos lugares como "escoria", como "descartados". También abunda en su informe en la situación de los migrantes y, en concreto, de los menores migrantes no acompañados, "un colectivo desesperado que sigue siendo sometido a una prueba genital para evaluar su edad", algo que ha tachado de "barbarie".

Asimismo, ha denunciado la "explotación" a la que se ven sometidas "muchas" trabajadoras domésticas, y ha advertido de la pobreza en el mundo rural, en "la llamada España vaciada" que "parece recibir no mucha atención" y donde ha recabado "relatos de gran miseria".


Verdades y mentiras sobre las pensiones en España

En el segundo grupo de pobreza, el Relator ha incluido a los españoles con bajos ingresos. Así, aunque ha precisado que el sistema de salud español es "una joya" y que hay "un buen nivel de pensiones", ha añadido que la población restante vive en una situación económica "precaria".


Tampoco la educación pública queda bien parada a ojos de la ONU, ya que Alson opina aunque es gratuita y universal, "en realidad muchas personas no pueden permitirse los gastos" y ha observado un "alto grado de segregación".

Igualmente, ha recomendado más "coordinación" para garantizar en toda España niveles educativos adecuados y ha dicho que ya no vale la manera tradicional de "aprender de memoria, en la que han sido tan buenas las escuelas españolas" porque este método no se adapta a la era digital. Quizá sea una de las partes más razonables de su demoledor retrato español.
El relator sí acierta al criticar la burocracia y al arramblar contra la educación española que obliga a memorizar todo

Pero rápidamente vuelve a las andadas al asegurar no solo las mujeres sufren mayores niveles de pobreza, siendo muchas de ellas cabeza de familia monoparental, y que sufren además "altos niveles de violencia de género". Y ello pese a que las cifras oficiales de la Unión Europea y multitud de informes aseguran que España es uno de los mejores países del mundo para ser mujer.

Contra la burocracia

Por último, y aquí tal vez si logrará un apoyo generalizado, Alston tacha de "decimonónica" la burocracia en España donde se piden "listas infinitas de documentos y no hay preocupación por los plazos y las consecuencias".

En este sentido, ha recomendado crear un grupo de expertos independiente que examine esta cuestión, ante el "atraso" de España tanto en "infraestructura" como en "mentalidad" de quienes manejan estos esquemas.

Por Rafa Rodríguez
08 de febrero de 2020, 22:22
@ESdiario_com

Sunday, 2 February 2020

El Santo Oficio se ensaña contra el coronel Trapero


Donde dije dije dije Diego o dije que te Dije..

El Gobierno impide que la juez Servini tome declaración a Martín Villa por la matanza de Vitoria



CRÍMENES DEL FRANQUISMO


El Gobierno impide que la juez Servini tome declaración a Martín Villa por la matanza de Vitoria


El Ministerio de Justicia bloquea que la juez argentina que instruye la causa contra los crímenes del franquismo tome declaración al exministro de Interior desde la embajada argentina en Madrid.



1




Rodolfo Martín Villa comenzó su carrera política en el SEU y fue una de las figuras destacadas del Movimiento Nacional en el Tardofranquismo.

REDACCIÓN EL SALTO

El Gobierno de Pedro Sánchez se ha negado a que la juez María Servini tome declaración indagatoria a Rodolfo Martín Villa, ministro de Interior en el primer gobierno posterior a la muerte del dictador Francisco Franco, en el marco de la querella argentina contra los crímenes del franquismo.

La declaración, programada para el 20 de marzo en la embajada argentina en Madrid, ha sido de nuevo aplazada, según adelantó ayer Público, después de que el Ministerio de Justicia —desde el 13 de enero en manos de Juan Carlos Campo—, rechazara la solicitud formal para la toma de declaración, argumentando que esta se debía haber realizado a través de un exhorto internacional.

Martín Villa es una de las 22 personas imputadas en la querella argentina contra los crímenes del franquismo. En su caso, la querella investiga su papel, como ministro de Interior, en la masacre de Vitoria, en la la policía mató a cinco personas durante una jornada de huelga.

Desde que en 2010 comenzó la instrucción de la causa, el Gobierno, con PP o con PSOE, ha obstaculizado la investigación. A la primera comunicación de la magistrada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en octubre de 2010 preguntando si se estaban investigando en España los crímenes del franquismo, la Fiscalía General del Estado, con Cándido Conde-Pumpido —actualmente magistrado del Tribunal Constitucional— a la cabeza, respondió ocho meses después con un documento sin firma en el que aseguraba que se habían tramitado varios casos. Tres años antes, la Audiencia Nacional había acordado la incompetencia de Baltasar Garzón para instruir la causa que había abierto en 2006 por crímenes del franquismo.

En octubre de 2014, Servini emitía una orden de detención contra 20 personas imputadas en la causa, entre ellos José Utrera Molina —fallecido en 2017, ex suegro de Alberto Ruiz Gallardón— o el expolicía Benjamín Solsona. La solicitud de extradición fue rechazada por un acuerdo del Consejo de Ministros del 13 de marzo de 2015, con el PP.

Un año después, Servini volvía a intentar tomar declaración a Martín Villa, además de a Billy el Niño y al exministro Utrera Molina. Para retrasar la declaración de la juez, el Ministerio de Justicia le reclamó el listado de preguntas que iba a hacer a los imputados y pocos meses después la Fiscalía General del Estado, ahora con Consuelo Madrigal, ordenaba a las fiscalías provinciales que suspendieran las declaraciones de las acusaciones que se habían programado en varios juzgados en torno a la querella argentina contra los crímenes del franquismo, una circular que a día de hoy no ha sido anulada.

En octubre de 2018, el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata rechazaba una nueva petición para tomar declaración a Martín Villa, estaba vez en España, aduciendo que los delitos que habría cometido estarían prescritos. Fue el propio Martín Villa el que, ante esto, pidió declarar ante la juez en Madrid o en Buenos Aires. La juez programó la declaración en la capital argentina para el 9 de septiembre de 2019, aplazándola después a diciembre y nuevamente a marzo, por videoconferencia, desde la embajada argentina en Madrid.

“Es una injerencia inaceptable del Gobierno español”, afirman desde la Coordinadora estatal de apoyo a la Querella Argentina contra crímenes del franquismo (Ceaqua).

Saturday, 1 February 2020

The Wiesenthal Centre accuses the Spanish public prosecutors of protecting Nazis

The Simon Wiesenthal Center, a pioneering institution in the fight against Nazism and in protecting the memory of the victims of the Holocaust, has sent a letter to the president of the Spanish government, Pedro Sánchez, expressing their outrage after having knowledge of a circular from the Spanish public prosecutors that considers the Nazis as a group protected by the hate crime legislation. According to the La Marea journal and as the Wiesenthal Center publishes on their website, the letter was sent last Monday, the day that commemorates the 80th anniversary of the liberation of the Auschwitz extermination camp by Soviet troops.

The prosecutors' circular stated that "an assault on a person of Nazi ideology or hate speech against this group can be included in this type of crimes." Here is the translation of the excerpt:

"The origin of hate crime is related to the protection of disadvantaged groups, but rather than the vulnerability of the group being an element in the offence that is required to be shown, the legislator, making this value judgement in advance, when including it in the penal offence, has assumed this intrinsic vulnerability or situation of vulnerability in the social environment. The ethical value which the victim of the offence may have is not required to be shown either. Thus, an aggression against a person of Nazi ideology, or the incitement of hate against this group, could be included in this type of crime."

This interpretation, however, contradicts the reason for hate crime legislation, which is to protect vulnerable groups, as considered by international organizations.

In this regard, the director of the Wiesenthal Centre, Shimon Samuels, asks president Sanchez in the letter if he also considers "hate speech against ISIS, ETA or those ideologies that support extermination of what they consider inferior races" to be a crime. In the letter, this interpretation is branded as "a sick joke, a slap to all survivors of the Holocaust, as well as the claim that the Nazis could never forgive the Jews for forcing them to build Auschwitz".

Samuels has urged the Spanish government "to take the appropriate measures [...] against those who disrespect the memory and banalize and trivialise Nazi atrocities".

The disastrous corruption of power: Primo de Rivera (1923-1930), An unpublished text by Paul Preston

EXCLUSIVE: A preview of Paul Preston‘s new book, ‘A People Betrayed. Corruption; Political Incompetence and the Breakdown of Social Cohesion. Spain 1874 to the Present Day.’
 
A Unión Patriótica pin
A Unión Patriótica pin

Behind the regime’s anti-corruption rhetoric, there was considerable profit to be made and not just at a local level.  In 1924, Primo created the Consejo de Economía Nacional, an organism that did more to protect the existing interests of both industry and the big landowners than to promote development.  Its ruling council consisted of a series of pressure groups representing staunchly protectionist Catalan and Basque industrialists and the agrarian elite.  Similarly, the Consejo Regulador de Producción Industrial created in 1926 imposed state control over any new industrial enterprise effectively protecting existing corporations against new competition.  Both tended to the creation of monopolies and with them, corruption. The easy-handed concession of monopolies saw fortunes made by Primo’s allies.  José Juan Dómine, Juan March’s partner in the Compañía Trasmediterránea shipping company, paid for special trains to bring crowds to Madrid to take part in pro-regime demonstrations.  Unsurprisingly, the Trasmediterránea received substantial government subsidies. Companies involved in the Dictatorship’s ambitious railway building programme were also the recipients of excessive subsidies.[1]
Ministers, senior military figures and elements of the Dictator’s single party, the Unión Patriótica did not hesitate to use their position, and the lack of a vocal opposition, to get sinecures or win lucrative government contracts.[2]  According to Calvo Sotelo, in the Unión Patriótica, ‘there were crafty, hypocritical, professional frauds who had taken part for their personal benefit, despite their mental reservations’ (Había profesionales del dolo o de la cuquería que, llenos de reservas mentales, solo habían rendido su cerviz en sumisión hipócrita e interesada).[3]

Members of the Civil Directorate of the government of dictator Primo de Rivera (1925)
Members of the Civil Directorate of the government of dictator Primo de Rivera (1925)

Needless to say, the corruption facilitated by the Unión Patriótica was small beer by comparison with that made possible by the links between big business and the government.  Rafael Benjumea y Burín, the Conde de Guadalhorce, for instance, combined being Minister of Development (Fomento) with his position on the board of directors of the hydro-electric company Canalización y Fuerzas del Guadalquivir which, in 1925, received government funds to pay for half of its expenses.  Guadalhorce’s brother Carlos profited from his investment in the company that built the highways from Oviedo to Gijón, from Madrid to Valencia and from Madrid to Irún.[4]  A similarly favourable tax regime was accorded to another hydro-electric company, the Sociedad Saltos del Alberche, which Guadalhorce set up to build a dam on the Río Alberche west of Madrid.  On its board of directors was to be found the Minister of War, Juan O’Donnell, Duque de Tetuán, who entered government debt-ridden and died a rich man in 1928.[5]  Three other civilian ministers had profitable links with Banks, industrialists and landowners: José Calvo Sotelo (Finance – Hacienda) with the Banco de Cataluña and the Banco Central of whose board of directors he became president as soon as he left the government; José Yanguas Messia (Foreign Affairs – Estado) with the mine-owners and the Conde de los Andes (Economía) with landowners.  The Dictator’s close friend, José Sanjurjo, was president of the company given the monopoly of civilian air transport in Spain, Concesionaria de Líneas Aéreas Subvencionadas, S.A. (CLASSA), whose profits benefited from government subsidies.  It was alleged that Roberto Martínez Baldrich, the son of Martínez Anido, was given the monopoly of rat extermination and works of disinfection for the entire country, an inadvertently ironic commentary on Martínez Anido’s commitment to the extermination of reds.[6]

This advertising, of 1929, announces the opening of the lines to Barcelona and Seville.
This 1929 announcement advertises the opening of the lines to Barcelona and Seville.

Martínez Anido was alleged to have accumulated a fortune during his time as civil governor of Barcelona.  Someone who had incriminating information about him, Pedro Martir Homs, one of his henchmen in the organisation of assassinations during that time, was established in a flat in the Ministerio de Gobernación and paid a fat salary for a sinecure in the Telefónica.[7]  Damning accusations were made in 1928 that huge amounts were made by friends of the King and of Primo in deals relating to major irrigation projects.  It was alleged that the published price paid by the state for the Canal de Henares in Guadalajara and the Canal del Esla in León was wildly inflated relative to the real price, with the difference going into their pockets.[8]
Some of the most curious ramifications of the Dictator’s obsession with creating monopolies were to be found in the creation of the state telephone and petroleum monopolies.  The American Telephone and Telegraph Corporation was given the monopoly of Spain’s telephone services in August 1924.  Granted generous subsidies and freedom from paying tax, ITT and its Spanish partners, all of whom had links to Primo, the Banco Urquijo, the Banco Hispano-American and the Catalan financiers the Marqués de Comillas and the Conde de Guell made huge profits out of the arrangement.[9]  Once Calvo Sotelo was convinced by the idea for a petroleum monopoly, he put its implementation into the hands of his faithful collaborator, the lawyer Andrés Amado who worked with José Juan Dómine and Primo’s private secretary, Lieutenant Colonel José Ibáñez García.  It meant going into battle with Royal Dutch Shell and Standard Oil.  Needless to say, his initiative enjoyed the enthusiastic support of Juan March’s Porto Pi.  Despite threats from the chairman of Shell, the Dutch-born Sir Henri Deterding, the assets and installations of the foreign giants were nationalised to create the Compañía Arrendataria del Monopolio del Petróleo, S.A.  There was generous compensation for the commercial entities that it replaced, some of which, it was alleged, went into the pockets of Primo’s principal collaborators. Accordingly, CAMPSA was known popularly as the Consorcio de Amigos de Martínez-Anido y Primo, S.A.  Even so, the operation was a success with the subsequent state revenue of CAMPSA more than doubling of that previously raised by customs duties.[10]

Truck of CAMPSA
Truck of CAMPSA

The father-in-law of Martínez Anido’s son was made an inspector of the monopoly in one province and one of his friends in another.  Sanjurjo’s son was made inspector for Zaragoza.  Primo secured León for himself.  Lieutenant Colonel Ibáñez and another of his adjutants, Lieutenant Colonel Alfonso Elola Espín, were made national inspectors with fat salaries in addition to their military pay.[11]  Martínez Anido’s adjutant, Roberto Bahamonde, was given the newly created post of Director General de Abastos (Supply) which allegedly opened up massive possibilities of corruption with Government suppliers having to pay a bribe to ensure contracts.  Many similar profitable posts were invented for military comrades of the Dictator. Significantly, none went to artillery officers.  When civilian courts looked into some cases of corruption, efforts were made to transfer them to military tribunals.[12]
In one of the most ill-advised, not to say comical, of his notas oficiosas, on 5 July 1929, the Dictator praised March’s patriotism for putting his fortune at the service of the regime.  Hojas Libres was carrying out a campaign against March’s various dealings.  A furious March complained to the Dictator and asked him issue orders to the frontier police to stop copies getting into Spain.  To his dismay, Primo replied: ‘Don’t worry!  I’ll sort this out with a nota oficiosa’ (¡Nada, hombre! Eso lo arreglo yo con una nota oficiosa.)  To March’s horror, the next day there appeared a note saying ‘whatever the origins of this gentleman’s enormous fortune, the fact is that he has put it at the disposal of the Directory for any and all of its patriotic objectives’ (Podrá ser cualquiera el origen inicial de la cuantiosa fortuna de este señor; pero lo cierto es que desde que advino el Directorio la puso a su disposición para cuantos fines patrióticos o benéficos se le solicitara).  The consequence was that massive publicity was given to both Hojas Libres and Primo’s flexible financial morality.[13]

Crédito de la Unión Minera
Crédito de la Unión Minera

There were also cases of fraud going unpunished thanks to the intervention of the government.  One of several notorious examples was that of the Bilbao bank, the Crédito de la Unión Minera.  As a result of administrative incompetence, irresponsible speculation, risky investments, the bank collapsed in 1925 with a debt of 92 million pesetas.  Several senior bank officials had used deposits for their own ends.  As a result large numbers of people were ruined.  A judge, Pedro Navarro, was named to examine the role of the bank’s director, Juan Núñez and several directors who had made fortunes out of the affair.  Among those arrested were the Conde de Abásolo, the Marqués de Aldama and the Conde de los Gaitanes, all friends of Alfonso XIII.  The Conde de Floridablanca, the son-in-law of Aldama appealed to the King who immediately summoned the prosecutor of the Tribunal Supremo, the endlessly obsequious Galo Ponte y Escartín, and ordered him to arrange the release of Abásolo, Aldama and Gaitanes.  Ponte went to Bilbao, ordered Navarro to free them, destroyed the dossiers of evidence against them and punished Navarro by having him transferred. Huge fines that had been levied on the accused were annulled by the Tribunal Supremo.  It was alleged that the King received 1,500,000 pesetas for his part in the affair.[14]
As time went by, corrupt abuse of government positions became more commonplace not to say more frenzied as it became clear that the regime’s days were numbered.  Notorious examples ranged from the fortune spent on living arrangements for the Ministro de Marina to a national subscription organised by the regime to reward the dictator for his ‘sacrifices’ for Spain.  Companies and banks were informed officially that their, ostensibly voluntary, contribution would be fixed according to their turn-over (volume de negocios).[15]  On 9 March 1929, Primo issued one of his most naive and hypocritical notas oficiosas explaining that the purpose of the national subscription was to present him with ‘a house that would be a decorous location for my necessary repose after the hard struggle of recent years and also a solution to the needs of my family’ (una casa que fuera albuergue decoroso de mi obligado descanso tras la ruda lucha de estos años y solución adecuada del vivir de mi familia).  Over four million pesetas had been ‘donated’.

A ticket to a tribute to Primo de Rivera
A ticket to a tribute to Primo de Rivera

His declared reason for drawing attention to this now was his proclaimed embarrassment that the enthusiasm of some of those behind the scheme had led to accusations that contributions were obligatory. Accordingly, he invited anyone who felt that they had been pressured into contributing to reclaim their money. Lest they be afraid to do so, he assured them that part of the money would go towards providing offices for the Unión Patriótica and the regional Somatén near his new house and also to the poor.  Nevertheless, in justification of his acceptance of the gift, he declared that he had reluctantly allowed the subscription to go ahead because ‘more than anything else, although I was gratified by the idea of dying as poorly off as I have lived and live to this day, I went ahead with the scheme because, firstly, I believe in all conscience that my services to the country more than justify this beautiful homage; secondly, because I believe that it will be an example and a stimulus to those who come after me; thirdly, because I think that it is legitimate to ensure that my children do not have to move from apartment to apartment laden down with family heirlooms, as I have had to do, moving home in Madrid a dozen times; and fourthly, because I don’t want the Unión Patriótica and the Somatén to have to make do with rented premises.’  (más que nada, me halagaba la idea de morir tan modesto de fortuna como he vivido y vivo hasta el día, pero procedo así, en primer término, porque creo en conciencia haber prestado al país servicios que justifican este hermoso homenaje; en segundo, porque ello entiendo servirá de ejemplaridad y estimulo en el porvenir; en tercero, porque creo legítimo evitar a mis hijos que anden con la carga de gloriosas preseas y pergaminos, propios y familiares, de piso en piso, como he andado yo cambiando en Madrid una docena de veces de domicilio, y en cuarto, porque tampoco quiero que vivan de precario y alquiladas las oficinas contra los de la Unión Patriótica y el Somatén.)  The idea that the Marqués de Estela, Andalusian landowner, had to permit this subscription lest he and his family be left in penury provoked not inconsiderable amusement.[16]  At the end of September, it was announced that some of the money raised by the popular subscription had led to his being given a house in Jérez.[17]  Four months later, he again exposed his naivety regarding the benefits of his position. He responded to criticism in Hojas Libres of the fact that his and Martínez Anido’s sons had enjoyed a junket to the United States as ‘representatives’ of the recently created Patronato de Turismo.  He praised these young men for their sacrifice in making the trip.[18]


[1] España con Honra,No. 9, 14 February 1925, ‘Van saliendo los chanchullos’, Hojas Libres, No.6, 1 September 1927, pp. 84-7; Maura, Bosquejo, I, pp. 340-6; Calvo Sotelo, Mis servicios, pp. 256-60; José Luis Garcíá Delgado & Juan Carlos Jiménez, Un siglo de España: La Economía(Madrid: Marcial Pons, 1999) pp. 62-72; Ben-Ami, Fascism from Above, pp. 243-5.
[2]‘Algunas sinecuras de los renovadores’, Hojas Libres, No.7, 1 October 1927, pp. 75-8.
[3] Calvo Sotelo, Mis servicios, p. 332.
[4]‘Relación de chanchullos de la Dictadura (continuación)’,Hojas Libres, No.8, 1 November 1927, pp. 7-10.
[5]‘La Inmoralidad de la Dictadura’, Hojas Libres, No.15, June 1927, pp. 65-70; Maura, Bosquejo, I, p. 345; López Ochoa, De la Dictadura a la República, p. 161; Ben-Ami, Fascism from Above, pp. 245-6.
[6] José Luis Gómez Navarro, El régimen de Primo de Rivera (Madrid: Ediciones Cátedra, 1991) p. 170; Jaume Muñoz Jofre, La España corrupta. Breve historia de la corrupción (de la Restauración a nuestros días, 1976-2016) (Granada: Comares, 2016) p. 47.
[7]‘La torva historia de Anido’, Hojas Libres, No.2, 1 May 1927, pp. 81-6.
[8]‘Los últimos chanchullos’, Hojas Libres, No.12, March 1928, pp. 59-61.
[9] Saldaña, Al servicio de la justicia, pp. 169-76;
[10] Calvo Sotelo, Mis servicios, pp. 194-203; ‘Grandes negocios. El monopolio petrolífero’, Hojas Libres, No.4, 1 July 1927, pp. 74-6; ‘Primo y sus amigos. Estafa de más de dos millones de pesetas’, Hojas Libres, No.9, December 1927, pp. 24-5; Ben-Ami, Fascism from Above, pp. 248-50; Ramón Tamames, Ni Mussolini ni Franco: la dictadura de Primo de Rivera y su tiempo (Barcelona: Planeta, 2008) pp. 329-331.
[11]‘La Dictadura de Monipodio’, Hojas Libres, No.9, December 1927, pp. 45-8; Artur Perucho i Badia, Catalunya sota la dictadura (Barcelona: Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 2018) pp. 308-10.
[12]‘Primo y sus amigos’, Hojas Libres, No.9, December 1927, pp. 24-9.
[13] Miguel de Unamuno, ‘Democracia y cleptocracia’, Hojas Libres, No.19, 1 January 1929;Gabriel Maura, Al servicio de la historia. Bosquejo histórico de la Dictaduratomo 2 (Madrid: Javier Morata Editor, 1930) pp. 71-2; Perucho, Catalunya sota la dictadura, note by Josep Palomero, pp. 308-9; Pérez, Notas oficiosas, pp. 272-3.
[14]‘Van saliendo los chanchullos’, Hojas Libres, No.6, 1 September 1927, pp. 82-4;Salazar Alonso, La justicia, pp. 177-84; López Ochoa, De la Dictadura a la República, pp. 69-70; Pedro María Velarde & Fermín Allende Portillo, ‘Un año selectivo para la banca en Bilbao’, in Pablo Martín Aceña & Montserrat Gárate Ojanguren, editors, Economía y empresa en el norte de España (Una aproximación histórica) (Bilbao: Universidad del País Vasco, 1994) pp. 171-4.
[15]‘La Inmoralidad de la Dictadura’, Hojas Libres, No.15, June 1927, pp. 70-1; ‘El homenaje bochornoso al Dictador’, Hojas Libres, No.11, February 1928, pp. 74-81; ‘La casa del homenaje y el Código Penal’, Hojas Libres, No.12, March 1928, pp. 65-6..
[16] Francisco Hernández Mir, La Dictadura ante la Historia: un crimen de lesa patria (Madrid: Compañía Ibero-Americana de Publicaciones, 1930) pp. 245-58; ABC, 9 March 1929.
[17] ABC, 29 September 1929.
[18] Pérez, Notas oficiosas, pp. 270-2; ‘Los últimos chanchullos’, Hojas Libres, No.12, March 1928, p. 62.

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Paul Preston: Un pueblo traicionado. España de 1876 a nuestros días: Corrupción, incompetencia política y división social

Paul Preston

Prefacio

El filósofo José Ortega y Gasset escribió en 1921: «Empezando por la Monarquía y siguiendo por la Iglesia, ningún poder nacional ha pensado más que en sí mismo. ¿Cuándo ha latido el corazón, al fin y al cabo extranjero, de un monarca español o de la Iglesia española por los destinos hondamente nacionales? Que se sepa, jamás. Han hecho todo lo contrario. Monarquía e Iglesia se han obstinado en hacer adoptar sus destinos propios como los verdaderamente nacionales».1 En la misma línea, el poeta Antonio Machado, durante la Guerra Civil, le escribió a un amigo ruso, el novelista David Vigodski: «En España lo mejor es el pueblo. Por eso la heroica y abnegada defensa de Madrid, que ha asombrado al mundo, a mí me conmueve, pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos —nuestros barinas— invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva. En España, no hay modo de ser persona bien nacida sin amar al pueblo. La demofilia es entre nosotros un deber elementalísimo de gratitud».2
En el siglo XIX, los viajeros románticos ingleses expresaron opiniones similares. El más célebre, Richard Ford, autor de A Handbook for Travellers in Spain (1845) y de Gatherings from Spain (1846), retrató a los españoles ordinarios como generosos y nobles, refiriéndose constantemente al mal gobierno y al desgobierno: «La causa real y permanente de la decadencia de España, de la falta de cultivo y de la tristeza y miseria, es el MAL GOBIERNO [sic, en mayúsculas], civil y religioso». Afirmó que, en todos los escalones de la Administración, había déspotas siempre dispuestos a aceptar sobornos.3 Gerald Brenan se mostró de acuerdo hasta cierto punto: «Hay quien ve en España un país de paradojas, en el que un pueblo dotado de gran independencia de carácter se deja guiar por gobernantes corruptos y arbitrarios». Sin embargo, Brenan puntualiza que dichas críticas de Ford son producto de la imagen idealizada que tenía de Gran Bretaña en la época en que escribió sus obras: «Ford habla mucho del mal gobierno y la pobreza en España, pero en aquellos tiempos, ¿quién no habría preferido ser un bracero español en vez de un minero, un obrero industrial o un jornalero ingleses?».4

La Araña, 22 de agosto de 1885

Esta es otra obra escrita por un historiador británico que ama a España y que se ha pasado los últimos cincuenta años estudiando su historia. Como se deduce del título, el libro se hace eco del espíritu de Richard Ford y de muchos comentaristas españoles como Lucas Mallada, Ricardo Macías Picavea, Joaquín Costa, Manuel Azaña y José Ortega y Gasset. Pero, aunque se apoya en algunas de las observaciones de Ford, no comparte la interpretación simplista que se desprende de sus comparaciones entre una España oscurantista y una Gran Bretaña ideal. Del mismo modo, aunque aprovecha algunas de las ideas fruto del análisis crítico de los regeneracionistas, no comparte la opinión de Costa de que el problema de España exigiera una solución autoritaria: el «cirujano de hierro». Este libro no pretende insinuar que España sea un caso único por lo que se refiere a la corrupción o a la incompetencia gubernamental: existen otras naciones europeas a las que podrían aplicarse interpretaciones parecidas en diversos momentos históricos. Por ejemplo, mientras escribía el libro, he vivido a diario durante tres años a la sombra del proceso del Brexit en Gran Bretaña. Me ha dolido presenciar cómo una amalgama de mentiras, inepcia gubernamental y corrupción dividía profundamente al país y amenazaba con provocar la desintegración de Reino Unido.
La rica y trágica historia de España puede abordarse desde múltiples perspectivas. En el presente caso, el libro narra las deficiencias de la clase política española. Abarca desde la restauración de los Borbones con Alfonso XII en 1874 hasta el inicio del reinado de su tataranieto Felipe VI en 2014. Su objetivo es ofrecer una historia completa y fiable de España haciendo hincapié en la forma en que el progreso del país se ha visto obstaculizado por la corrupción y la incompetencia política y demostrando que estas dos características han provocado una ruptura de la cohesión social que a menudo se ha tratado y exacerbado mediante el uso de la violencia por parte de las autoridades. Los tres temas aparecen de forma recurrente en las tensiones existentes entre Madrid y Cataluña. Durante la Restauración, y de forma espectacular, con la dictadura de Primo de Rivera, la corrupción institucional y una asombrosa incompetencia política fueron la norma, lo que allanó el camino para la instauración de la primera democracia en España: la Segunda República.
Desde la instauración de la República en 1931 hasta su fin en 1939, la corrupción fue menos tóxica, sobre todo porque la nueva élite política se inspiró en muchas de las propuestas de los regeneracionistas. Esto no quiere decir que la corrupción no existiera. Un personaje recurrente en este libro, el multimillonario Juan March, que estuvo detrás de la corrupción más espectacular de la dictadura de Primo, permaneció activo durante la República, así como en las primeras décadas de la dictadura franquista. Lo mismo ocurrió con Alejandro Lerroux, un político destacado que estaba a sueldo de March. La trayectoria de corrupción descarada de Lerroux alcanzó su punto culminante en 1935, cuando, como presidente del Gobierno republicano, avaló sin recato alguno la instalación de un sistema de ruletas trucadas, una operación escandalosa que dio lugar al término «estraperlo», que se ha convertido en sinónimo de «malversación de caudales».

Información sobre el escándalo del Straperlo en La Libertad, 27 de octubre de 1935

La victoria del general Franco supuso el establecimiento de un régimen de terror y pillaje que les permitió, a él y a una élite de secuaces, saquear con impunidad, enriqueciéndose, al mismo tiempo que daba rienda suelta a la ineptitud política que prolongó el atraso económico de España hasta bien entrados los años cincuenta. Irónicamente, a lo largo de su vida, Franco expresó un feroz desprecio por la clase política, a la que consideraba responsable de la pérdida del imperio colonial en 1898. En 1941, en un discurso pronunciado ante el Consejo Nacional de la Falange con motivo del quinto aniversario del estallido de la Guerra Civil, Franco proclamó: «Cuando nos asomamos a la vida, […] vimos nuestra infancia presidida por la torpeza de aquellos hombres que abandonaron al extranjero la mitad del territorio patrio».5 De hecho, algunos de sus propios errores, fruto de su vanidad personal, superarían con creces a los de esos predecesores a los que escarnecía. El hecho de que Franco no tuviera escrúpulo alguno a la hora de situar su determinación de mantenerse en el poder por encima de los intereses nacionales resulta evidente en sus relaciones con el Tercer Reich y, más tarde, con Estados Unidos. Sus planes absurdos para hacerse rico por arte de magia, mediante la alquimia o la gasolina sintética a base de agua, así como el desastre de la autarquía, contribuyeron al atraso de España hasta que en 1959 le convencieron de que dejara en manos de otros la economía.
Al denunciar a los políticos en 1941, Franco no estaba ni mucho menos solo. Con breves intervalos de optimismo, entre 1931 y 1936 y durante la primera década del rey Juan Carlos en el trono, la actitud de los españoles hacia la clase política de su país ha sido a menudo de un desdén que roza el desánimo. El convencimiento de que los políticos son incompetentes y corruptos ha sido una constante habitual en la vida española desde la invasión napoleónica, si no antes. Franco utilizó la retórica sobre los políticos corruptos para justificar una dictadura bajo la cual la corrupción se extendió sin control y fue explotada sin escrúpulos por el propio Caudillo, tanto para su enriquecimiento personal como para manipular a sus partidarios.

Una imagen asociada al tráfico de influencias durante el franquismo: el dictador y su entorno en una cacería en la Encomienda de Mudela (Ciudad Real) en 1959 (foto: Eduardo Matos)

El desastre de 1898 no fue más que la confirmación definitiva de un hecho que venía arrastrándose desde hacía casi un siglo: los problemas económicos internos de España no podían aliviarse mediante el saqueo imperial. El atraso de la economía agraria, la desigualdad y debilidad de la industria, la pesada influencia de la Iglesia católica, unas fuerzas armadas parasitarias y las crecientes divisiones regionales eran males endémicos, que se veían perpetuados —como observó el perspicaz polímata Joaquín Costa—, por un sistema político corrupto e incompetente que entorpecía el progreso social y económico y mantenía a los españoles en la servidumbre, la ignorancia y la miseria que se escondían tras la calumnia contemporánea de que «África comienza en los Pirineos». Sin embargo, la solución propuesta por Costa, el cirujano de hierro, demostraba poca confianza en el pueblo y en la democracia.
Otras características igualmente dañinas, e inextricablemente ligadas, de la política y la sociedad españolas han perdurado desde finales del siglo XIX. La suposición tácita de que los problemas políticos y sociales podían resolverse de forma más natural mediante la violencia que mediante el debate está firmemente arraigada en un país en el que, durante cientos de años, las luchas civiles no han sido ninguna rareza. En tiempos más recientes, ciertas formas de violencia social han sido consecuencia de la corrupción y la incompetencia del Gobierno. La corrupción electoral excluyó a las masas de la política organizada y las obligó a elegir entre la aceptación apática del sistema o la revolución violenta contra este. La guerra de 1936-1939 fue el cuarto conflicto de este tipo desde la década de 1830.

Viñeta de la revista Cu-cut (1905)

Entre 1814 y 1981, España fue testigo de más de veinticinco pronunciamientos.Esa cruda estadística proporciona una indicación gráfica del divorcio entre militares y civiles. En el primer tercio del siglo XIX, esos pronunciamientos fueron políticamente liberales, pero se desarrolló con posterioridad una tradición de incomprensión y desconfianza mutuas entre el Ejército y la sociedad civil que hizo que los militares se consideraran más españoles que los civiles. A principios del siglo XX, los oficiales estaban maduros para que los políticos reaccionarios los convencieran de que tenían el derecho y el deber de entrometerse en la política para «salvar a España». Lamentablemente, ese objetivo de apariencia noble implicaba la defensa de los intereses y privilegios de sectores relativamente reducidos de la población. Por ello, un factor generador de odio en la sociedad española fue el hecho de que los conflictos sociales más arraigados, tras el declive imperial y la derrota militar, fueran reprimidos por el Ejército. El rencor de los militares hacia los políticos en general y hacia la izquierda y el movimiento obrero en particular era otra cara de la misma moneda.
El papel de la violencia en España se consolidó debido al modo en que las fuerzas armadas trataron el trauma posimperial. El resentimiento de la oficialidad, que culpaba de la humillación de 1898 a los políticos que no les habían prestado suficiente apoyo, hizo que los militares se considerasen los árbitros supremos de la política. Decididos a no perder más batallas, se obsesionaron, no con la defensa de España de los enemigos externos, sino con la defensa de la unidad nacional y el orden social existente contra los enemigos internos regionalistas y de izquierdas. Hasta cierto punto, no es de extrañar: después del desastre de Cuba, el Ejército era ineficaz, estaba agobiado por la burocracia y mal equipado. Una proporción absurdamente alta del gasto militar total se destinaba a salarios, administración y gastos de funcionamiento, lo que dejaba muy poco para formación o equipamiento.

Manifestación por la depuración de responsabilidades del desastre de Annual (San Sebastián, 1923)(foto: S.B.H.A.C., dominio público)

Los gobernantes españoles intentaron lavar la afrenta de la posguerra con una nueva y desastrosa empresa imperial en Marruecos. Esta aventura africana, con una falta de preparación lamentable, fomentó la oposición popular general al reclutamiento forzoso, lo que intensificó el odio mutuo entre los militares y la izquierda. Mientras que los reclutas de clase obrera se convertían en pacifistas militantes en respuesta a las terribles condiciones imperantes en el norte de África, en el seno de las fuerzas armadas surgió un cuerpo de élite de oficiales profesionales encallecidos, los africanistas, cuyo paradigma era Francisco Franco. Estaban convencidos de que su grupo de guerreros heroicos y acosados por todas partes era el único preocupado por el destino de la patria, lo que inevitablemente exacerbó su desconexión de una sociedad que creían que los había traicionado. Los africanistas llegaron a dominar la oficialidad, sobre todo a finales de los años veinte, cuando Franco era director de la Academia Militar de Zaragoza. Fueron el motor del golpe de 1936 y luego aplicarían contra los civiles españoles las mismas tácticas de terror que habían perfeccionado en Marruecos.
Los africanistas serían un elemento privilegiado de la élite cleptócrata de Franco. La supervivencia de sus «valores» durante la dictadura y más allá de esta hizo que algunos sectores de las fuerzas armadas estuvieran decididos a hacer descarrilar la democracia recién instaurada también a finales de los años setenta. Por suerte, la desconfianza del pueblo hacia las fuerzas armadas llegó a su fin con la democratización del Ejército tras las reformas militares llevadas a cabo durante el primer gobierno socialista. El relevo generacional en el cuerpo de oficiales y la entrada de España en la OTAN supusieron un cambio radical en la percepción popular de las fuerzas armadas y de la Guardia Civil, que se encuentran hoy entre las instituciones mejor valoradas de España; en cambio, la percepción popular de los problemas de España sitúa a la clase política en segundo lugar, detrás del desempleo.7

Viñeta de la revista La Flaca

Igualmente perjudicial para los intentos del país de alcanzar la modernidad fue la rémora de la Iglesia católica. En las guerras civiles de los siglos XIX y XX, esta tomó partido contra las amenazas del liberalismo y la modernización. Asediada por un violento anticlericalismo popular y empobrecida por la desamortización de sus tierras en las décadas de 1830 y 1850, la Iglesia se alió con los poderosos. Ya en la década de 1880, en su oferta educativa para las clases medias y altas, se había convertido en el agente legitimador del sistema socioeconómico y político. La historia de la Iglesia en España en el siglo XX es paralela a la del propio país. Casi todas las grandes convulsiones políticas de un periodo turbulento —con la posible excepción de la crisis revolucionaria de 1917-1923— tuvieron su trasfondo religioso y la jerarquía eclesiástica desempeñó en ellas un papel crucial y a menudo reaccionario.
El texto que sigue entrelaza los temas de la influencia militar y eclesiástica, el desprecio popular por la clase política, los enconados conflictos sociales, el atraso económico y el enfrentamiento entre el nacionalismo centralista y los movimientos independentistas regionales. También sitúa estos procesos en un contexto internacional. El colapso de la Segunda República y el estallido de la Guerra Civil son incomprensibles sin tener en cuenta la influencia de los acontecimientos internacionales, en particular el fascismo y el comunismo, en los acontecimientos internos. El curso de la Guerra Civil española se analizará prestando una especial atención a la interacción entre los factores nacionales e internacionales que determinaron su desenlace. En muchos aspectos, el conflicto español puede verse como un ensayo de la Segunda Guerra Mundial o como el lugar de sus primeras batallas. La neutralidad española en el conflicto bélico internacional desempeñó un papel clave en el resultado de la contienda en Europa. El proceso por el que la dictadura franquista se sacudió el ostracismo internacional para convertirse en el valioso aliado de las potencias occidentales se examinará de forma exhaustiva.

El golpe de estado del general Pavía (1874), dibujo de M. Vierge para Le Monde Illustré (imagen: Wikimedia Commons)

El libro muestra cómo España pasó de la desesperación absoluta de 1898 a una montaña rusa de acontecimientos que culminó en un actual estado de pesimismo muy similar al vivido a finales del siglo XIX. La Guerra Civil fue la más dramática de una serie de luchas desiguales entre las fuerzas de la reforma y la reacción que han marcado la historia de España desde 1808 hasta nuestros días. Existe una curiosa pauta en la historia moderna y contemporánea de España, que surge de un frecuente desfase o falta de sincronización entre la realidad social y la estructura de poder político que la gobierna. Tras largos periodos en los que los elementos reaccionarios han utilizado el poder político y militar para frenar el progreso social, se producen estallidos de fervor revolucionario. En la década de 1850, en la de 1870, entre 1910 y 1912, entre 1917 y 1923 y, sobre todo, durante la Segunda República, se realizaron esfuerzos para adecuar la política española a la realidad social del país. Esto implicó inevitablemente intentos de redistribuir la riqueza, especialmente la tierra, lo que a su vez despertó un afán reaccionario para detener el reloj y reimponer el orden tradicional del poder social y económico. Así, los movimientos progresistas fueron aplastados por el general O’Donnell en 1856, por el general Pavía en 1874, por el general Primo de Rivera en 1923 y por el general Franco entre 1936 y 1939. Fueron necesarios los horrores de la Guerra Civil y las casi cuatro décadas de dictadura que siguieron para romper esta pauta. La moderación compartida por la derecha progresista y la izquierda reprimida puso los cimientos de una transición incruenta a la democracia.
La pauta de conflicto entre la clase política y el desarrollo social —fuerzas progresistas que presionan a favor del cambio hasta que la violencia y la imposición de la dictadura las obligan a retroceder— cambió en 1977. Sin embargo, la restauración de la democracia estuvo contaminada por las viejas prácticas. Como afirma Baltasar Garzón, uno de los jueces que se han esforzado en eliminar la corrupción: «En España nunca ha dado miedo ser corrupto; en realidad, como se la daba por existente, la corrupción no ha sido algo que haya preocupado excesivamente a la ciudadanía. Esa indiferencia ha conseguido que las raíces de la misma se hayan vuelto profundas y sólidas, sosteniendo todo un entramado de intereses muy difícil de destruir». En opinión de Garzón, la justicia ha contribuido a dicha situación con «sentencias que llegan con lustros de retraso, con imposición de penas irrisorias, sobreseimientos o archivos incomprensibles, connivencias y maridajes inaceptables».8
A lo largo de todo el periodo que abarca este libro, la corrupción y la incompetencia política han tenido un efecto corrosivo sobre la coexistencia política y la cohesión social. La transición de España a la democracia ha suscitado la admiración general. Sin embargo, la magnitud de la corrupción constante y la ineptitud intermitente demostrada por la clase política en distintos ámbitos de la sociedad desde 1982 hasta hoy ha sido notable. Los políticos de derecha e izquierda no han podido o no han querido hacer frente a la corrupción y al choque pernicioso entre el nacionalismo centralista español y los deseos regionales de independencia. Solo durante breves periodos de tiempo, a principios de los años treinta del siglo XX y en los albores de la Transición, hubo cierto grado de respeto público por los políticos. Sin embargo, el desprecio y el resentimiento generalizados se han intensificado de nuevo durante la crisis económica de los últimos años. El desarrollo de los años noventa fomentó la corrupción y fue testigo de una incompetencia política sin precedentes. Desde finales de los ochenta hasta la actualidad, la corrupción endémica y la renovada ebullición del nacionalismo han llevado otra vez a la misma desilusión de siempre con la clase política. Aunque el desencanto no se encuentre en los mínimos irrepetibles de 1898, la población española valora a sus políticos muy por debajo de lo que habría podido suponerse cuando se ensalzaba la Transición como un modelo para otros países.

Notas

  1. José Ortega y Gasset, España invertebrada, Madrid, Revista de Occidente, 196715, pp. 68-69.
  2. Antonio Machado, «Carta a David Vigodski, Valencia, 20 de febrero de 1937», Hora de España, n.º IV, abril de 1937, pp. 5-10.
  3. Richard Ford, A Handbook for Travellers in Spain, 2 vols., Londres, John Murray, 18553, vol. I, pp. 28, 74, 155, 162, 253, vol. II, pp. 598, 660, 838; Richard Ford, Gatherings from Spain, Londres, John Murray, 1861, pp. 8-9, 46, 55, 332 [la versión española citada en este caso y en los siguientes, salvo que se indique lo contrario, es la de Enrique de Mena (seudónimo de Enrique de Mesa), Cosas de España (el país de lo imprevisto), 2 vols., Madrid, Jiménez Fraud, 1922, que puede leerse en el Proyecto Gutenberg, <http://www.gutenberg.org/files/57828/57828-h/57828-h.htm>]; Raymond Carr, «Spain through true blue eyes», The Spectator, 4 de marzo de 2004; Tom Burns Marañón, Hispanomanía, Barcelona, Plaza y Janés, 2000, pp. 130-133; María Jesús González, Raymond Carr. The Curiosity of the Fox, Brighton, Sussex Academic Press, 2013, pp. 133-138.
  4. Gerald Brenan, «Hispanophilia», New York Review of Books, 26 de enero de 1967.
  5. La Vanguardia Española, 18 de julio de 1941.
  6. El País, 24 de febrero de 1981.
  7. Véanse <http://www.cis.es/cis/export/sites/default/-Archivos/Indicadores/documentos_html/TresProblemas.html>; <http://sociometrica.es/category/valoracion-de-instituciones/>.
  8. Baltasar Garzón, El fango. Cuarenta años de corrupción en España, Barcelona, Debate, 2015, pp. 19, 25.

Índice de la obra

  1. El tópico español 
  2. Revolución y guerra: de la pérdida del imperio en 1898 a la crisis de 1917-1918 
  3. Desde el fin de la Primera Guerra Mundial hasta la dictadura (1918-1923) 
  4. La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) 
  5. La Segunda República (1931-1939)
  6. España en guerra (1936-1945) 
  7. El franquismo: corrupción y terror (1945-1969)
  8. La larga marcha hacia la democracia (1969-1982) 
  9. La España contemporánea: consolidación y crisis de la democracia española (1982-2014) 
PAUL PRESTON. Un pueblo traicionado. España de 1876 a nuestros días: Corrupción, incompetencia política y división social, Barcelona, Debate.
Ilustraciones: Conversación sobre la Historia