Saturday, 19 May 2018

Pintadas de "putos rojos" sobre los nombres de víctimas del franquismo en un monumento de un pueblo de Sevilla

Memoria histórica

Seis meses después de que los vecinos de San Juan de Aznalfarache se levantasen viendo  atacado su recién inaugurado monumento a las mujeres represaliadas en la Guerra Civil y posguerra, otro municipio sevillano se ha encontrado con un ataque a la defensa de su memoria histórica tras sufrir unas pintadas por parte de desconocidos: Coria del Río.
Este monumento, según denunció el PSOE de la localidad en sus redes sociales, fue atacado con pintadas con distintas frases en cada uno de sus cuatro lados. Aparentemente, todas las pintadas fueron realizadas por la misma persona, como puede desprenderse de la caligrafía de las mismas.
Entre otras frases que se podían leer en el monumento, la frase "putos rojos" tapaba algunos de los hombres a los que rinde homenaje el monolito. Una diana fascista en otro de sus lados también fue dejada por quien realizó las pintadas.
El PSOE coriano ha lamentado que "este es el trato que los intolerantes, anti demócratas o vándalos dispensan a un monumento que solo representa el recuerdo de buenas personas a las que arrebataron la vida", preguntándose el mismo partido "hasta cuándo" se van a producir situaciones como esta.
El monumento se encuentra en el paseo fluvial junto al río Guadalquivir, donde fue ubicado en 2015, tras ser inaugurado oficialmente el 28 de noviembre de 2009. Es obra de la escultora sevillana Ángeles de la Torre Bravo y salió adelante mediante la iniciativa del Ayuntamiento y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Coria del Río (Asremehco).
El conjunto cuenta con una base de planta rectangular de piedra blanca, de caras rectas y de mediana altura, en cuyo frente se inscribe una leyenda relativa al objeto para el que fue concebido que sirve como base a la obra escultórica realizada en bronce, que representa a un grupo de personas que aparecen distribuidas alrededor de una barca.
El Ayuntamiento de Coria fue avisado durante el fin de semana por los vecinos del ataque sufrido por la obra. El alcalde, Modesto González, confirmó a eldiario.es Andalucía a través de su oficina de prensa que avisó inmediatamente a los servicios municipales de limpieza, que en la mañana del lunes se tomaron como un trabajo prioritario que las pintadas desapareciesen por completo, con el fin de devolver a esta obra de arte solidaria el aspecto que tenía hasta la pasada semana.
Ahora, una vez devuelto el aspecto original al monumento, se busca a los presuntos autores del ataque a la obra.

Precedente en San Juan de Aznalfarache

El ataque al monumento coreano tuvo un precedente muy cerca geográficamente el pasado 25 de octubre. El Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache denunció a la Policía Nacional el ataque sufrido la madrugada anterior por el monolito dedicado a 15 mujeres de la localidad asesinadas en 1936, que no llevaba en pie ni 24 horas.
El monumento fue encontrado con todos sus azulejos arrancados, sin tener pistas de las personas que pudieron cometer este acto. Tampoco se dispuso de imágenes de cámaras de seguridad, al estar ubicado en una zona apartada de viviendas y locales comerciales.
En torno a este monolito se vivió cierta polémica en días anteriores, toda vez que el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, pidió al Ayuntamiento una ubicación distinta. Las protagonistas del monolito pasaron a sustituir al de la calle Cardenal Pedro Segura (Carazo -Burgos, 1880-Madrid, 1957), que desde aquel día se llama oficialmente "Paseo de las 9 aceituneras".
Segura manifestaba "su pesar y su disgusto por una medida adoptada a toda prisa, con poca reflexión e información, a todas luces injusta y que revela un profundo desconocimiento de la biografía del Cardenal y de la historia reciente de la Archidiócesis de Sevilla".
El Ayuntamiento, no obstante, mantuvo su intención e inauguró el paseo en homenaje a las mujeres asesinadas en octubre de 1936, cuyos cuerpos fueron arrojados a una fosa común del cementerio de Sevilla.
La iniciativa del cambio de nombre de la calle fue planteada meses atrás por la Plataforma de la Memoria Histórica de San Juan de Aznalfarache. Dos semanas después del ataque al monumento, el Ayuntamiento repuso los azulejos arrancados, y desde entonces no ha sufrido nuevos problemas.

Sunday, 13 May 2018

El Poeta Maldito, León Felipe


[...]La verdad es...

que cuando Franco, el sapo iscariote y ladrón, con su gran escuadrón de cardenales y banqueros se atrevió a decir que la guerra de Espanya era una 《cruzada religiosa》

y que Dios estaba con ellos...
al poeta le entraron una ganas irrefrenable de blasfemar.

Porque fue aquella la Gran Bufonada teològica donde los gangsters y los clowns del mundo se repartieron a Dios, como se había repartido la ambición, la trilita y las plumas estilogràficas para escribir las leyes y el Decàlogo del mundo venidero:

Chamberlain tenía un Dios, para que le abriese el paraguas...

Churchill otro para que le encendiese el cigarro...

Hitler el suyo, para que le recortase el bigotito. ..

El de Mussolini le pulía la cabezota pelada, aquell cràneo grotesco y brillante, como si fuese ya un màrmol clàsico glorificado para la història. 


A Franco uno muy especial le està limpiando las botas todavía, con la venia y la bula del Sumo Pontífice... 

Aquí arriba, en este continente, los yankis levantaron màs alto que de costumbre su viejo slogan inglés "Gold's country". 

Però ya sabemos quién es este Dios: una divinidad antiséptica y esterilizada que no se propaga...una especie de malària muerta...

Todos los espías, todos los traficantes de pòlvora y todos los canallas del mundo llevaban a Dios en el bolsillo. 

Todos tenían su Dios.."

¡Todos!

"El escarnio y la ignomínia. ..el crimen. ..la cobardía y la injusticia. ¡Las babas y la Sombra! 


《¡Sólo los republicanos españoles no teníamos Dios! 》

Texto meditación del profesor José Antonio Palau Errando


José Antonio Palao Errando


Por cierto, me leí los tuits de Torra e, independientemente de la opinión que me pueda ir forjando de un personaje para mí desconocido hasta hace cuatro días, no me sentí insultado en absoluto. Y soy español, ¿no? Hasta que algún juez del PP decida confiscarme el DNI, por lo menos. No creo que por ser español te hayas de sentir ofendido por esos tuits viniendo de Catalunya. Yo me sentiría ofendido si vienen de Francia, Inglaterra o Alemania, por ejemplo. Lo que atacan no es la españolidad como concepto abstracto o rasgo étnico o nacional, sino el supremacismo mesetario, ése de los palurdos sin danzas ni canciones de los que hablaba Machado, al que esos mismos supremacistas hicieron morir en el exilio (tras intentar refugiarse un tiempo en Valencia, en Rocafort, para ser más exactos), esa España negra que retrató Lorca, antes de que esos mismos supremacistas rojigualdas lo fusilaran por rojo y maricón, o Buñuel antes de que lo mandaran al exilio. Las Hurdes o Viridiana ponen a España mucho peor que un tuit de Torra. Y no digamos ya, muchos escritos de Unamuno o Valle. Si te molesta un tuit de Torra, lo normal es que quemes un teatro en el que se esté representando Los Cuernos de D. Friolera, Luces de Bohemia o La Casa de Bernarda Alba. Y que pongas una bomba en una librería donde tengan a la venta La Colmena o Tiempo de Silencio. Sí, sí, ya sé que igual lo hacéis: conocemos vuestros procedimientos.
En general, las Generaciones del 27 y del 98, Goya o Solana, o los escritores que retrataron la España de los años del franquismo, hubieran dicho “qué bestia el catalán éste, pero no le falta razón”. Y desde fuera del síndrome de Estocolmo pepero del supremacismo mesetario centralista, muchos vemos esta España del paro, los recortes, la corrupción y el neo-nacionalcatolicismo muy parecida a aquella. Algunos dirán, “¡pero cómo te atreves a comparar esta España constitucional con aquélla! ¡De ésta, ¿quién querría irse a un país republicano, como aquellos rojos, con lo bien que se vive aquí y lo querido que es nuestro jefe de Estado?” Pues nada, si vives en Palencia, Zamora o Sevilla y no te parece así, pues no te preocupes. A los falangistas de los años 40 también les parecía que vivían en el paraíso. Igual es que el sol de secano te deslumbra de tanto darte en la cara. Arriba escuadras a vencer, que en España empieza a amanecer.

(Dedicado a los mesetarios que ayer se molestaron cuando dije que la bandera rojigualda hace mucho que no era un símbolo de amor a España, sino una muestra de odio hacia los disconformes, los díscolos y a los rebeldes al Reino. Ayer ya me empleé a fondo con los convergentes que entienden que la lealtad al pueblo catalán y a su caminar hacia la república exige cero críticas a los tejemanejes de Puigdemont y el PdCat para recuperar el procés de las manos del pueblo que se lo ha apropiado. No es tan raro que algunos veamos raro que, si el pujolismo fue la forma de asimilar el catalanismo a la España monárquica del 78, se pretenda que sea un pujolista el que lo extraiga de ella hacia una forma republicana. No son muy distintos unos de otros: a los dos les gustan las filas prietas, recias y marciales. Los himnos falangistas son una mina de metáforas en la España actual. El pueblo catalán y el resto de pueblos sometidos a la Corona Española, son otra cosa. Si quieres ser un fiel súbdito de unos u otros, o una voz popular crítica, it's up to you [si no entiendes esta última expresión, no me bloquees: no es catalán, es inglés])

Friday, 11 May 2018

La verdad del CIS ( textos para la reflexión)

Viernes, 11 de mayo de 2018


La mitad de la verdad: Podemos en la pantalla.

Ayer la gente de izquierdas estaba absolutamente azorada y desorientada con el Barómetro del CIS. Curioso. Hace como cuatro años, la sociedad, la opinión pública y los medios de masas del régimen estaban completamente despistados con eso de Podemos y qué era y no hay dios que los entienda. Yo lo definí como una voz compleja, con un fértil semblante de incoherencia, que me parecía inevitable en todo movimiento verdaderamente disruptivo. La multitud y el embrión de un pueblo (sujetos completamente distintos de esos que he llamado sociedad u opinión pública, como apunté entonces), sin embargo, estaban confiados, ilusionados, apasionados en medio de la aparente confusión que se veía desde afuera. La gente montando y amontonando círculos en las ciudades, en los parques, en los pueblos, que se contraponían, se superponían, se contradecían. Pero llegó el núcleo promotor y mandó a parar. Con el líder forjado en las tertulias y que había conseguido escaño en el Parlamento europeo había bastante. Nada de desorden, qué dirá la gente. La gente ya decía lo que tenía que decir. Los que daba miedo qué dijeran eran los electores, la opinión pública, los respetables medios del régimen. Había que poner orden. Todo lo que no salía de ellos empezó a atribuirse a la vieja izquierda identitaria, de la que por cierto en la calle no se acordaba nadie. Que esta multitud no era la de la vieja guardia marxo-anarquista era obvio. No se organizaron en las fábricas, sino en las plazas. Tenían claro que en la época del neoliberalismo salvaje es inútil disputar los medios de producción porque éstos no tienen amo. Propietarios, puede, pero quién es un propietario. El autónomo, el emprendedor, el inversor en fraudulentas “preferentes” son “propietarios” de medios de producción. Pero no parecen ni el enemigo, ni la clase dominante, ¿verdad? La playa puede que no estuviera debajo de los adoquines, pero las flores, las sonrisas, los nuestros, sí estaban encima. Nada que ve con vacíos valores de clase media juvenil, como decían los adocenados revolucionarios de la espera. Era la vida. No había que esperar la verdad, había que hacerla aquí y ahora. Ni dioses, ni reyes, ni tribunos.
Pero no. Qué peligro. Había que ordenarse, había que dar buena imagen, había que seguir a un líder reconocible porque sin marca no hay nicho de mercado. Había que ser coherente, reconocible, pre-decible. Efectivamente, había que dejar el decir por el calcular los efectos de lo dicho. Y esa reducción de la voz, esa constricción enunciativa, no podía dejar, lo vimos venir muchos, de tener efectos de mortífera melancolía. Con ella llegó el incrustarse en el sistema, la obsesión por agrandar el target, por expandirse en el mercado político. En una palabra, la transversalidad: pero la transversalidad necesita una mítica objetividad de lo social, implica una base ontológicamente estable, como todas las racionalidades que ha alumbrado el capitalismo, que convierte cualquier cambio posible cambio hegemónico en algo puramente accidental y reversible. La multitud no puede ser nunca transversal y el pueblo tampoco, porque es una innovación, una invención, una creación simbólica. Quién iba a querer transversalidad en aquellas primaveras entre 2011 y 2014 cuando todos los valores que teníamos eran producto de una lucha de clases que íbamos perdiendo. Y aquí estamos. En el CIS. Los sociólogos lo tienen claro, los medios se han reposicionado (el paso de PRISA a la ultraderecha es el mejor ejemplo), la gente vota C’s porque odia al único rescoldo de un pueblo que queda en el Reino de España, el republicanismo catalán. Y ahora, los sorprendidos somos nosotros de qué extraña esta primavera. Hace cuatro años, los que nos acercábamos por Podemos parecía que estábamos locos. Hoy es el “podemismo” el que parece llevarse las manos a la cabeza y decir que no entiende nada, que la sociedad está loca como dicen las encuestas. Una pena, porque ya se advirtió que a una sociedad sí, pero nadie puede encuestar a un pueblo. Errejón va a por Madrid. No parece, precisamente, que el que fue el ideólogo de toda aquella trama de destitución popular sea ahora su máximo representante. Competencia virtuosa, dicho en román paladino significa, ni más ni menos, que ser esclavos de la agenda, que nos dicen qué es lo que hay que hacer, que ya no podemos inventar. Cuando advertí hace cuatro años que Podemos corría el riesgo de convertirse en un fenómeno mediático me refería entre otras cosas a esto, a que se enclaustrara en la jaula de los Screen Media, a que no pudiera ser sin esa mediación y a que en vez de un fenómeno popular o populista se convirtiera en un actor más, y encima secundario, del espectáculo del poder neoliberal para las masas dependiente de sus medios e indefensa ante sus manipulaciones y creaciones fraudulentas de opinión. Es para estar triste. El desbordamiento ha sido reencauzado: nos toca la cuarta columna a la derecha, la morada pequeñita. Nos toca a todos, porque eso es lo que queda de la izquierda. El CIS nos ha robado el mes de mayo. Siete, cuatro, cincuenta años después.










Ciudadanos en las encuestas.








Mi comentario en Facebook a este Tuit:

"Comienza diciendo José Antonio Primo de Rivera que la esencia del movimiento que acaudilla es la unidad. Restablecer la unidad de España, que se encuentra dividida por las clases que luchan contra las clases, los partidos contra los partidos y las tierras de España contra otras tierras de España también. (Muy bien.) Así vemos –continúa– que las comarcas españolas, lejos de considerarse como partes de un todo, adoptan una actitud independiente, y sólo les preocupa solucionar las cuestiones que les afectan, desinteresándose de las planteadas en las demás comarcas. Y así vemos también cómo cada región aspira a su Estatuto, y nada me extrañaría –añade– que el día menos pensado, en Ávila, Salamanca o Burgos, surja cualquier intelectual pedante o ateneísta superior defendiendo la tesis de sus hechos diferenciales y del derecho a regirse por sí mismas. Los partidos políticos –continúa–, y nadie vea en mis palabras ningún ataque personal, expresan igualmente todo lo más opuesto a esa unidad que nosotros defendemos. Los de derechas representan lo nacional, pero carecen de un verdadero contenido social; los de izquierdas, al contrario, tienen un fondo social, pero antiespañol, olvidando unos y otros la necesidad de superar a ambos elementos, fundiéndose en una síntesis superior. Las luchas de clases –dice–, absurdas y estériles, no tienen, en definitiva, más que una finalidad: convertir a un proletariado oprimido en un proletariado opresor, lleno de odios y rencores, sin Patria y sin espíritu. ¿Qué quiere decir todo esto? Pues simplemente que hay una imperiosa necesidad de restablecer la unidad de España viendo en ella, no un mero conglomerado de elementos en pugna, sino una realidad histórica con un destino universal que cumplir. (Ovación.)"

RESUMEN DEL DISCURSO PRONUNCIADO EN EL TEATRO PRINCIPAL DE JAÉN EL DIA 7 DE ABRIL DE 1935 (José Antonio Primo de Rivera, OO.CC)

No es más que un aggiornamento. Léase "sistema de partidos" donde dice Bipartidismo y prácticamente no hay que tocar nada más. De Rivera a Riverita. Falange reloaded. Creo que nadie puede dejar de ver el aire de familia. Pretender superar superar el antagonismo izquierda derecha, sin ofrecer nada que lo reemplace, desde la izquierda es una pardillada. Desde la derecha es una jugada maestra.