2010: The unfairness of the construction of Spain as Nation, since its early Catholic inception till its latest Fascist design, and its maintenance as a fiction of unity that does not exist and will never do, has cost the different territoires under its flag too much suffering. Spain as a concept is a failure and is still a place to be explained and to be redeemed from its pain.This is a place for memory recovered, for causes to be revised and for traumas to be processed.
Thursday, 20 May 2010
Entrevista a Antonio Bonet,1965, sobre BARCELONA
Entrevista a Antonio Bonet,1965,sobre BARCELONA
MANO A MANO
Manuel del Arco
ANTONIO BONET
Periódico La Vanguardia
Domingo,24 de Octubre de 1965
El arquitecto Antonio Bonet ha disertado sobre un edificio construido por él, que auna como posible inició de una transformación del Ensanche de Barcelona. Vuelve a considerar el porche, como elemento fundamental urbanístico, y suprime los patios de luz, resolviendo los huecos mediante la construcción de bloques paralelos.
—¿Qué atiende usted más, el individuo en el hogar o el ciudadano en la urbe? —
Tal como usted ha planteado la cuestión, está ya implícita la respuesta, porque tanto en la actividad arquitectónica como en la urbanística el protagonista decisivo es el hombre y por consiguiente, todos los recursos constructivos, plásticos, etcétera, son simples medios para llegar al fin, que es el hombre, tanto colocado en su casa como en la calle; especialmente en un país, como el nuestro, en que el clima hace posible que la calle y la plaza sean, en cierto modo, la sala de estar de muchos ciudadanos.
—¿Y qué resuelve usted con un edificio aislado en esta anárquica urbe? —
Realmente con un solo edificio no se resuelve nada: pero ¡a ciudad está constituida por una serie de ellos y cada uno de los cuales puede contribuir a mejorarla, o a empeorarla. Yo, como urbanista, sé que nada más la planificación de grandes zonas pueden resolver la vida del hombre actual. Claro es que nos encontramos n una ciudad que estuvo bien planificada y ha sido mal realizada.
—Dejemos el plan Cerda y su mala interpretación; ya no hay nada que hacer sobre él. ¿Es usted partidario de derribar o de extender la ciudad? —
Antes de extender la ciudad deben agotarse las posibilidades de completarla. Barcelona, dentro de su ámbito actual, puede dar mucho de sí, ya que tiene zonas urbanísticas desprestigiadas como, por ejemplo, el cono de sombra que ha proyectado la ciudadela hacia el Besos y que está limitado por el mar y la avenida Meridiana.
—¿Qué haría usted ahí? —
Esta zona es muy grande y no he pensado qué haría en toda ella, pero sí en un sector de la misma, que es el comprendido entre el puerto, el mar, el Besos y una paralela al mar, aproximadamente a quinientos metros del mismo.
-¿Es lo que se llama el Proyecto de la Ribera? I —
Efectivamente; este plan, que está en plena elaboración, puede dar a Barcelona uno de los mejores barrios de Europa, sin extender ¡a ciudad.
—¿Extensión del plan? —
Aproximadamente, cuatrocientas hectáreas.
—¿Viviendas por construir? —
Aproximadamente, cuarenta mil.
—Seamos optimistas, ¿presupuesto? —
Casi infinito.
—¿Pían utópico? —
Aunque lo parezca, estoy seguro que se va a realizar.
—¿Obstáculos? —
Aparentemente, muchísimos; en la realidad, todos son facilidades. Vea la maqueta. La veo. Tropiezo con la Maquinista Terrestre, con la Estación de Francia y, por consiguiente, con la R.E,N.F.E.; con la Catalana de Gas, etcétera. Todo esto instalado en esa enorme extensión.
Y pregunto: —¿Quién tiene fuerza para desalojar todo esto? —
Las grandes industrias, que hasta ahora han constituido una barrera entre el mar y Barcelona, se convierten hoy en nuestros apoyos más firmes para lograr lo contrario. Én cuanto a la R.E.N.F.E., que es clave para que este proyecto sea una realidad, le aseguro a usted que está dispuesta a darnos todo su apoyo. Aparte de esto, estoy seguro, también, que todo Barcelona ayudará.
—Hágase ilusiones, ¿cree que usted lo verá? —
Desde luego lo que ha hecho la generación de postguerra en la parte alta de la Diagonal, para entendernos. Zona Turó Park, que no nos honra especialmente, puede hacerlo la próxima generación sobre el mar de Barcelona.
—¿El tópico de que Barcelona estaba a espaldas del mar, pretende convertirse en todo lo contrario? —
Barcelona estuvo frente al mar durante toda su historia, hasta el siglo XIX: el tópico de que Barcelona está de espaldas al mar, pertenece solamente a la Barcelona de hoy, que es la nuestra.Pero la ciudad debe volver a su tradición, asomándose de nuevo al Mediterráneo, idea a la que está dirigido el Plan de La Ribera, incluso otro que está en proyecto de convertir la falda de la montaña de Montjiuch, hoy en día abandonada y peligrosa, por desprendimientos, en un barrio que sea un verdadero balcón sobre el puerto y el mar; este plan tiene, además, la virtud de levantar a los barceloneses del llano, del cual parece, no puedan salir. Barcelona es una ciudad privilegiada con el mar y la montaña, y sus dos millones de habitantes viven ajenos a los dos.
—¿Qué capacidad de viviendas permite Montjuích?
—Quede claro que toda la montaña que se ve desde la ciudad seguirá como zona verde en el plan y tan solo la parle que da al mar y que no se ve desde la ciudad, ni se usa como espacio verde, sería utilizado para viviendas, de jardines escalonados, que caben aproximadamente cuatro mil.
—¿Quién impide hacer esto? —
Hasta ahora, nadie ni nada, puesto que el proyecto acaba de ser presentado al Ayuntamiento. —¿Esto es cuánto se puede hacer ahora? —
Tanto el proyecto de Montjuich como el Plan de la Ribera son tan grandes que parecería escapasen a la capacidad de la iniciativa privada. Aunque Barcelona es una ciudad donde la iniciativa privada ha sido su motor decisivo y permanente, los dos proyectos citados necesitarán, si no el apoyo económico, por lo menos el entusiasmo de las autoridades. En cuanto a lo que se puede hacer, aparte de estos planes, entiendo que quedan otras zonas de la ciudad en las quo se puede trabajar sin extender la misma. Barcelona, con sus dos millones de habitantes, está llegando al punto crucial, en el que corre el peligro de convertirse en una ciudad deshumanizada, como son, en general, las americanas, que son fruto de la especulación, más que de una planificación basada en la escala de quien debe ser su protagonista, o sea, el ciudadano.
Por allá, éste queda perdido.....
Manuel Del Arco
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